Los talibanes se repliegan hacia Kabul ante el avance de la Alianza del Norte
La oposici¨®n al r¨¦gimen integrista rompe en unos d¨ªas frentes estancados desde hace cuatro a?os
"Al¨¢ es grande, Al¨¢ es grande", gritaban anoche cientos de soldados de la Alianza del Norte en las calles de Taloq¨¢n, una de las ciudades del norte de Afganist¨¢n tomadas ayer a los talibanes. "Hemos tomado Taloq¨¢n sin disparar un tiro, pero despu¨¦s de dos d¨ªas de intensos combates con los talibanes en los alrededores de la ciudad", se?al¨® a este diario el general Daud, que dirige las operaciones militares de la Alianza en esta zona.
"Al¨¢ es grande, Al¨¢ es grande", gritaban anoche cientos de soldados de la Alianza del Norte en las calles de Taloq¨¢n, una de las ciudades del norte de Afganist¨¢n tomadas ayer a los talibanes. "Hemos tomado Taloq¨¢n sin disparar un tiro, pero despu¨¦s de dos d¨ªas de intensos combates con los talibanes en los alrededores de la ciudad", se?al¨® a este diario el general Daud, que dirige las operaciones militares de la Alianza en esta zona. Antigua capital de la Alianza del Norte, Taloq¨¢n tiene una gran importancia simb¨®lica para todas las facciones que luchan contra los talibanes.
Con casi 30.000 habitantes, Taloq¨¢n se convirti¨® ayer en un testimonio m¨¢s del incontenible avance de la Alianza del Norte durante el pasado fin de semana. Desde el viernes, las tropas antitalibanes han conquistado la estrat¨¦gica ciudad de Mazar-i-Sharif, han avanzado hacia el oeste hasta los alrededores de Herat y hacia el sur hasta la provincia de Bamiy¨¢n. Estas victorias han permitido a la Alianza unir geogr¨¢ficamente los territorios que controla en el norte del pa¨ªs y preparar el asalto de Kabul, la capital. Pero este avance preocupa a Estados Unidos y Pakist¨¢n, que no desean de ning¨²n modo que las tropas de la Alianza del Norte ocupen Kabul antes de que se haya formado un Gobierno de amplia base ¨¦tnica y auspiciado por la ONU. El presidente estadounidense, George Bush, dijo ayer, rotundo: 'No quiero que la Alianza del Norte entre todav¨ªa en la capital'.
Pero el avance parece imparable y anoche las afueras de Taloq¨¢n estaban salpicadas de tanques abandonados por los talibanes, mientras columnas de soldados de la Alianza marchaban en una noche de un fr¨ªo g¨¦lido hacia la ciudad reci¨¦n tomada, junto a escarpadas monta?as. 'Los talibanes se han retirado, pero los vamos a perseguir', dec¨ªa el general Daud.
Hace muchos a?os que en Afganist¨¢n no hay ning¨²n pa¨ªs, s¨®lo una guerra interminable, y ese conflicto se ha intensificado en los ¨²ltimos d¨ªas en todo el norte del pa¨ªs. La toma de Mazar-i-Sharif ha animado a la Alianza del Norte a lanzar una ofensiva general hacia el oeste, el sur y el este para intentar arrinconar a los talibanes en torno a Kabul.
La eficacia de la Alianza y la retirada de los talibanes sin que se hayan producido combates preocupan a Estados Unidos y a Pakist¨¢n, que han pedido a la Alianza que no tome Kabul hasta que se haya producido un acuerdo pol¨ªtico entre las diferentes fuerzas que componen la oposici¨®n.
Diferentes portavoces de la oposici¨®n antitalib¨¢n anunciaron ayer que hab¨ªan tomado Pulaj-i-Jumri, un importante nudo de carreteras que despeja el camino hacia Kabul, y que hab¨ªan avanzado decenas de kil¨®metros cerca de Baglhan y Konduz, lo que permitir¨ªa unir todo el territorio que controlan en el noreste del pa¨ªs.
Adem¨¢s, las fuerzas shi¨ªes de los hazaras, que forman parte de la Alianza del Norte, habr¨ªan conseguido avanzar en el oeste del pa¨ªs hacia la hist¨®rica ciudad de Herat, cerca de la frontera con Ir¨¢n, y en el centro, hacia Bamiy¨¢n, la localidad que albergaba los Budas gigantes que fueron destruidos por los talibanes hace unos meses. En el frente de la frontera con Tayikist¨¢n, vital para la entrada de mercanc¨ªas en el pa¨ªs y que estaba en parte controlado por los talibanes, tambi¨¦n se han producido avances.
Cientos de soldados de la Alianza del Norte, respaldados por tanques y fuego de artiller¨ªa, se desplegaron ayer en los alrededores del estrat¨¦gico aeropuerto de Bagram y preparaban un asalto. Este aer¨®dromo no puede ser utilizado por la oposici¨®n al estar rodeado por talibanes.
En otras palabras, la Alianza del Norte est¨¢ consiguiendo progresos en todos los frentes que llevaban meses sin actividad b¨¦lica, mientras que los talibanes se est¨¢n replegando hacia el sur, a la zona de mayor¨ªa past¨²n donde tienen su capital espiritual, Kandahar. En las regiones donde los tayikos o los uzbekos son mayoritarios, los talibanes saben que mantener sus l¨ªneas resulta un prop¨®sito mucho m¨¢s dif¨ªcil.
'No tenemos prisa. Llevo toda la vida luchando', respondi¨® un soldado cuando fue preguntado por la ma?ana sobre la ca¨ªda de Taloq¨¢n. Otro dijo: '?Caer¨¢ hoy, inshal¨¢ [ojal¨¢]!'. Sus deseos se cumplieron. Por la noche pudieron escucharse constantes disparos al aire, durante casi una hora, en la localidad de Farjar, la retaguardia de este frente, donde tiene su cuartel de mando el general Daud, que dirige las operaciones. Esta localidad est¨¢ llena de personas que vinieron de Taloq¨¢n hace un a?o, y la mayor¨ªa de los guerrilleros que han logrado la victoria salieron de aqu¨ª.
Durante todo el d¨ªa, camiones cargados de muyahidin armados hasta los dientes part¨ªan hacia el frente para preparar la gran ofensiva nocturna; pero los combates no fueron intensos como la noche anterior. Los talibanes se replegaron de la ciudad sin apenas presentar oposici¨®n, seg¨²n confirmaron varios soldados en la retaguardia, informados por radio de lo que estaba ocurriendo en el frente.
Esta ofensiva se produce antes de dos momentos cruciales en Afganist¨¢n. Uno es el inicio del Ramad¨¢n, el mes sagrado de los musulmanes, que comienza en torno al d¨ªa 17, y otro es la llegada del invierno, que pronto puede bloquear completamente el norte del pa¨ªs hasta que llegue la primavera, a principios de abril. Luchar con varios metros de nieve, con la llegada de suministros limitada a los helic¨®pteros y con inmensas dificultades para trasladar a los heridos es duro incluso para los curtidos muyahidin.
En la ofensiva del pasado s¨¢bado sobre las posiciones talibanes en torno a Taloq¨¢n, Mohamed Nodir, un muchacho de unos 25 a?os, muri¨® de un balazo en la cabeza durante el asalto sobre las trincheras. Su cuerpo estaba siendo embalsamado por sus compa?eros en el hospital de Farjar, en la retaguardia. Otro muyahidin hab¨ªa pisado una mina cuando se lanzaba sobre las trincheras y hab¨ªa perdido un pie. Tard¨® seis horas en ser trasladado hasta el hospital de Farjar. Pero incluso estos guerrilleros temen al invierno afgano. Por eso es tan importante que la ofensiva se consolide antes de que las grandes nevadas, que ahora cubren los picos del macizo del Hind¨² Kush, bajen hasta las colinas y las planicies.
'Si hay vac¨ªo, entraremos'
Los comandantes de la Alianza prefieren dejar la pol¨ªtica a los pol¨ªticos y, salvo raras excepciones, no se meten en las cosas de Gobierno, s¨®lo en los asuntos militares. Por eso ha sido el ministro de Exteriores de la Alianza del Norte, Abdul¨¢ Abdul¨¢, el que ha respondido a la petici¨®n del presidente de Estados Unidos, George W. Bush, y ha pedido a la oposici¨®n que no tome Kabul hasta que se haya producido un acuerdo pol¨ªtico entre las diferentes fuerzas que componen este variopinto grupo. 'Preferir¨ªamos conseguir un acuerdo pol¨ªtico entre todas las facciones antes de entrar en Kabul; pero si se produce un vac¨ªo de poder en la ciudad, entonces entraremos', dijo Abdul¨¢. Cuando, tras la salida de los sovi¨¦ticos, los muyahidin tomaron Kabul, la capital de Afganist¨¢n se vio sumida en el caos. Y ¨¦sa es una experiencia que los estadounidenses no quieren que se produzca de nuevo. Pakist¨¢n tampoco quiere que la Alianza gane demasiado poder en poco tiempo. Ahora, el problema est¨¢ en saber hasta qu¨¦ punto los guerrilleros seguir¨¢n los consejos de Bush o si, fortalecidos por las victorias de los ¨²ltimos d¨ªas, deciden seguir su camino sin que les importe lo m¨¢s m¨ªnimo lo que diga EE UU. Pero, dada la asistencia militar, pol¨ªtica, humanitaria y log¨ªstica que necesitan para su futuro inmediato es muy improbable que decidan atacar Kabul sin la luz verde de Washington.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Sobre la firma
Archivado En
- Armas biol¨®gicas
- Colin Powell
- Osama Bin Laden
- Alianza del Norte
- 11-S
- Contactos oficiales
- Bombardeos
- Armas qu¨ªmicas
- Conflicto ¨¢rabe-israel¨ª
- Negociaciones paz
- Afganist¨¢n
- Rusia
- Ataques militares
- Proceso paz
- Atentados terroristas
- Europa este
- Acci¨®n militar
- Estados Unidos
- Armamento
- Pol¨ªtica exterior
- ONU
- Defensa
- Grupos terroristas
- Oriente pr¨®ximo