Corea del Norte y Jap¨®n ponen fin a medio siglo de enfrentamiento
El Gobierno de Pyongyang ofrece una puerta al di¨¢logo con EE UU, anuncia la congelaci¨®n de su programa de misiles y pide disculpas por el secuestro de ciudadanos japoneses en los 70
Corea del Norte ha aprovechado la hist¨®rica visita que ha iniciado hoy al pa¨ªs el primer ministro japon¨¦s, Junichiro Koizumi, para lanzar nuevos mensajes de distensi¨®n a occidente. El l¨ªder norcoreano, Kim Jong-il, ha asegurado que tiene "una puerta abierta" al di¨¢logo con EE UU y ha anunciado que congela "indefinidamente" sus lanzamientos de misiles, que hasta ahora hab¨ªa paralizado hasta 2003.
Precisamente el presidente de EE UU, George W. Bush, hab¨ªa solicitado el jueves pasado en Nueva York a Koizumi que transmitiera un mensaje al l¨ªder norcoreano expres¨¢ndole la inquietud norteamericana por el desarrollo de armamento nuclear y de misiles por Pyongyang, y por el que Washington mantiene incluido a su pa¨ªs, junto a Irak e Ir¨¢n, en el llamado Eje del Mal.
La visita de Koizumi, la primera de un mandatario japon¨¦s al pa¨ªs desde el fin de la Segunda Guerra Mundial en 1945, fecha que marc¨® la descolonizaci¨®n nipona de la pen¨ªnsula de Corea, pretende reafirmar las relaciones bilaterales entre ambos pa¨ªses. Adem¨¢s, es una oportunidad para que el r¨¦gimen comunista consolide lo pasos dados en los ¨²ltimos meses para salir del ostracismo internacional.
Disculpas oficiales
De momento ambos pa¨ªses, que no mantienen lazos diplom¨¢ticos, han acordado reanudar las conversaciones para una normalizaci¨®n de sus relaciones, seg¨²n ha anunciado el primer ministro japon¨¦s. La situaci¨®n se ha desbloqueado despu¨¦s de que Kim Jong-il se disculpara oficialmente en nombre de su pa¨ªs por el secuestro de japoneses en los a?os 1970 y 1980, acusados de espionaje. El r¨¦gimen coreano ha anunciado adem¨¢s que cuatro de los once ciudadanos nipones secuestrados siguen con vida.
Poco antes de tomar tierra, Koizumi hab¨ªa reiterado que no habr¨ªa compromiso alguno para establecer relaciones oficiales entre ambos pa¨ªses hasta que el r¨¦gimen norcoreano mostrara una voluntad clara de solucionar este problema. A cambio, los norcoreanos reclamaban compensaciones que cifran en 10.000 millones de d¨®lares por la ocupaci¨®n nipona de la pen¨ªnsula entre 1910 y 1945. De momento, Koizumi ha expresado sus disculpas por la colonizaci¨®n del pa¨ªs durante ese periodo.
Junto a los contactos para reanudar las conversaciones que conduzcan al establecimiento de relaciones diplom¨¢ticas, varias veces interrumpidas en los ¨²ltimos 10 a?os, las delegaciones de ambos pa¨ªses tienen previsto negociar la pr¨®rroga de la suspensi¨®n sobre ensayos de misiles de largo alcance que Corea del Norte mantiene desde hace dos a?os y la aceptaci¨®n por parte del r¨¦gimen de Pyongyang de la visita a sus instalaciones de los inspectores de la Agencia Internacional de Energ¨ªa At¨®mica (AIEA), acordado en un principio en 1994.
Koizumi tiene previsto regresar a Tokio a ¨²ltima hora de la tarde. De la suerte del viaje depender¨¢ si Washington manda no mucho despu¨¦s a un enviado diplom¨¢tico con el objeto de reanudar las conversaciones de paz, suspendidas desde la llegada de George W. Bush a la Casa Blanca.
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