Bush expone en televisi¨®n sus motivos para atacar Irak en busca de apoyo popular
Una entrevista publicada ayer muestra que menos de la mitad de los estadounidense respaldar¨ªa la guerra si mueren muchos soldados o civiles
El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, ha explicado esta noche a los ciudadanos de su pa¨ªs sus motivos para lanzar una ofensiva militar contra Irak: "Si sabemos que Sadam Husein tiene armas peligrosas, y as¨ª es, ?no tiene sentido que el mundo se enfrente a ¨¦l, teniendo en cuenta que cada vez es m¨¢s fuerte y cada vez cuenta con m¨¢s armas peligrosas?"
En un discurso televisado de media hora, que no ha sido sin embargo emitido en directo, Bush ha vuelto a desgranar las razones que justifican en su opini¨®n esta guerra, pero sin aportar muchas novedades a lo dicho ya en las ¨²ltimas semanas (como se puede observar leyendo discursos anteriores).
Bush ha empleado un lenguaje llano pero muy duro con Sadam Husein, al que ha calificado de "tirano asesino" y "guerrero nuclear".
El objetivo de la intervenci¨®n era reactivar el apoyo de los ciudadanos a una posible guerra, ante las protestas de los ¨²ltimos d¨ªas y las reticencias de la opini¨®n p¨²blica a una accion militar que cause muchas bajas.
Adem¨¢s, la intervenci¨®n presidencial llega un a?o despu¨¦s del inicio de la campa?a militar de EE UU en Afganist¨¢n, y en un momento en el que el Congreso debate si autorizar a Bush a emplear todos los medios a su alcance, incluidos los militares, para que Irak cumpla con las resoluciones de la ONU.
"Re¨²ne los peligros m¨¢s serios"
"El tiempo de negar, enga?ar y retrasar ha terminado", ha dicho el presidente, refiri¨¦ndose a la aprobaci¨®n por parte de Bagdag de una misi¨®n de inspecci¨®n de armamento de la ONU. EE UU ha calificado de enga?o este plan, aduciendo que lo ¨²nico que busca Sadam es evitar el ataque estadounidense.
"Sadam Husein tiene que desarmarse, o, por el bien de la paz, lideraremos una coalici¨®n para desarmarle", ha afirmado Bush, que ha calificado al Gobierno iraqu¨ª como el que "re¨²ne los peligros m¨¢s serios de nuestro tiempo en un solo sitio".
?Qu¨¦ peligros son ¨¦stos? Seg¨²n Bush, Irak dispone de armas qu¨ªmicas y biol¨®gicas, y "podr¨ªa estar a s¨®lo un a?o de conseguir hacerse con una bomba at¨®mica", como ya anunci¨® en su discurso ante la Asamblea General de la ONU, utilizando como prueba un informe de los servicios secretos brit¨¢nicos.
Adem¨¢s, el presidente ha vincula el r¨¦gimen de Bagdag con grupos terroristas "hostiles a EE UU", principalmente Al Qaeda, liderada por el millonario de origen saud¨ª Osama Bin Laden. "Irak podr¨ªa facilitar la comisi¨®n de un ataque contra EEUU sin dejar huellas", as¨ª que "afrontar la amenaza de Sadam Husein es fundamental para vencer en la lucha contra el terrorismo", seg¨²n Bush.
La guerra pierde popularidad
El objetivo del discurso del presidente es galvanizar a la opini¨®n p¨²blica, que apoyaba mayoritariamente el uso de la fuerza contra Irak pero, seg¨²n los ¨²ltimos sondeos, manten¨ªa serias reservas. Una encuesta del diario The New York Times y CBS indicaba ayer que dos de cada tres estadounidenses eran partidarios de acabar con los supuestos arsenales de armas de destrucci¨®n masiva en poder de Sadam Husein, y que la gran mayor¨ªa basaba su opini¨®n en que era necesario evitar que se repitiera algo parecido a los ataques del 11 de septiembre.
Pero el mismo sondeo mostraba que el apoyo a la guerra se reduc¨ªa al 49% cuando se consideraba la hip¨®tesis de que murieran muchos soldados estadounidenses o civiles iraqu¨ªes, y que el 63% prefer¨ªa que los inspectores de la ONU tuvieran tiempo de efectuar su trabajo. Bastantes expresaban su sospecha de que la coincidencia de las preparaciones de guerra con las elecciones del 5 de noviembre no era casual.
Las manifestaciones antibelicistas fueron numerosas el pasado fin de semana. Entre 10.000 y 20.000 personas se congregaron el domingo en el Central Park neoyorquino para oponerse a la guerra contra Irak. Los actores Susan Sarandon y Martin Sheen figuraron entre los oradores. Tambi¨¦n hubo actos multitudinarios en Los ?ngeles y San Francisco (California) y Portland (Oreg¨®n). Los medios de comunicaci¨®n ultraconservadores, especialmente fuertes en el sector radiof¨®nico, se apresuraron a calificar de 'antiamericanos' a los pacifistas.
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