Bush llega a Londres en medio de un despliegue policial sin precedentes

La prensa brit¨¢nica coincide en se?alar que jam¨¢s se hab¨ªa visto un despliegue policial como ¨¦ste en Londres, ni tan siquiera en los momentos de m¨¢xima tensi¨®n con Irlanda del Norte. Unos 14.000 agentes, la mitad de la polic¨ªa metropolitana, vigilan desde esta tarde y hasta el pr¨®ximo viernes la ciudad, con motivo de la visita del presidente de Estados Unidos, George W. Bush, que ha llegado hoy a la capital brit¨¢nica. Pero no s¨®lo estos 14.000 agentes cuidan de la seguridad de Bush. El propio mandatario estadounidense trae consigo un s¨¦quito que incluye a 700 agentes.

Acompa?ado de su esposa, Laura, Bush ha aterrizado en Heathrow a bordo del Air Force One, el avi¨®n presidencial. El mandatario ha sido inmediatamente recibido en privado por el Pr¨ªncipe Carlos. La comitiva se ha desplazado de inmediato en helic¨®ptero hasta el Palacio de Buckingham, residencia de la Reina, responsable de la invitaci¨®n.

Frente a los 5.000 agentes previstos inicialmente, Scotland Yard ha movilizado a unos 14.000 polic¨ªas. Las autoridades brit¨¢nicas consideran necesarias estas impresionantes medidas de seguridad ante el aumento de la alerta terrorista. Lo que no confiesan es que tambi¨¦n se espera que decenas de miles de personas se manifiesten contra la guerra en Irak y contra la visita de Bush. De hecho, la coalici¨®n Stop The War (Parad la guerra), que a¨²n no ha acordado con la polic¨ªa el recorrido de la marcha, opina que algunas alertas recientes en relaci¨®n con el riesgo de atentados terroristas pueden no ser m¨¢s que propaganda para disuadir a los manifestantes.

"Parece que hay muchas se?ales de humo en este momento pero me pregunto si son los mismos expertos de inteligencia que avisaron sobre las armas de destrucci¨®n masiva en Irak", ha se?alado con sorna un portavoz, citado por la BBC. Seg¨²n esta coalici¨®n, 100.000 personas han firmado una petici¨®n en la que se dice que Bush no es bienvenido en Reino Unido y que no deber¨ªa haber sido invitado. El primer ministro brit¨¢nico, Tony Blair, sali¨® ayer en defensa de su aliado y subray¨® que ¨¦ste es "el momento adecuado" para que Reino Unido "se mantenga firme con Estados Unidos en derrotar al terrorismo donde quiera que est¨¦", en una intervenci¨®n ante la Confederaci¨®n de Industria Brit¨¢nica (CBI) en Birmingham.

Blair: "No es momento de flaquear"

"Si evaluamos lo que pas¨® en Turqu¨ªa, otra vez muchas personas inocentes asesinadas, muchas m¨¢s heridas, y lo juntamos con lo que pas¨® en Arabia Saud¨ª y las bombas contra la ONU y la Cruz Roja, ahora no es momento de flaquear", a?adi¨®. Durante su estancia, Bush se alojar¨¢ en Buckingham Palace y recibir¨¢ honores de jefe de Estado, algo inusual en Reino Unido, donde los presidentes estadounidenses suelen recibir trato de jefes de Gobierno. Hoy Bush ser¨¢ recibido de forma privada en el Palacio, donde ma?ana mantendr¨¢ encuentros con el nuevo l¨ªder del partido conservador, Michael Howard, y con el del partido liberal-dem¨®crata, Charles Kennedy.

Adem¨¢s, pronunciar¨¢ una conferencia sobre el v¨ªnculo trasatl¨¢ntico, se reunir¨¢ con familiares de los ciudadanos brit¨¢nicos que fallecieron el 11-S y depositar¨¢ flores frente al jard¨ªn en memoria de las v¨ªctimas de la Embajada estadounidense. Por la noche participar¨¢ en un banquete de Estado ofrecido por la Reina Isabel II en Buckingham Palace. El jueves visitar¨¢ la Abad¨ªa de Westminster, donde firmar¨¢ en el libro de invitados ilustres. Bush ha querido aprovechar su encuentro para reunirse con soldados brit¨¢nicos que lucharon en las guerras de Irak y Afganist¨¢n. Posteriormente, se reunir¨¢ con Blair en el 10 de Downing Street. Por la noche, asistir¨¢ a la cena que el embajador estadounidense en Londres ofrecer¨¢ en honor de la Reina Isabel II. El ¨²ltimo d¨ªa, Bush saldr¨¢ del aeropuerto londinense de Heathrow con destino a la circunscripci¨®n de Sedgefield, desde donde partir¨¢ rumbo a casa.

Finalmente, Bush no intervendr¨¢ ante el Parlamento para evitar el bochornoso espect¨¢culos de unos m¨¢s que posibles abucheos. De todos modos, la polic¨ªa no dejar¨¢ que los manifestantes se acerquen a la residencia de Blair ni que marchen cerca del Parlamento, algo que ha indignado a los opositores a la guerra que argumentan que tienen derecho a expresar su opini¨®n. El portavoz policial, Andy Troter, replic¨® que no les preocupa que "el presidente pueda sentirse avergonzado". "Permitiremos y ayudaremos a los manifestantes para que puedan expresar su opini¨®n como siempre hacemos en Londres, pero seremos firmes con aquella gente que cause problemas", asever¨®.