Collin Powell califica el islote de Perejil de "peque?a isla est¨²pida"

El secretario de Estado estadounidense, Colin Powell, ha calificado en una entrevista de "peque?a isla est¨²pida" el islote Perejil, que provoc¨® un grave conflicto diplom¨¢tico entre Espa?a y Marruecos por su soberan¨ªa en el verano de 2002 tras su ocupaci¨®n por parte de soldados marroqu¨ªes.

Powell, que medi¨® para solucionar esta crisis hispano-marroqu¨ª, uno de los momentos m¨¢s dif¨ªciles de las relaciones de Espa?a con su vecino del sur, se?ala en una entrevista a la revista masculina GQ que tuvo que ocuparse de "esta peque?a isla est¨²pida", que "ni siquiera es una isla, es un pe?asco" de 14 hect¨¢reas. El portavoz del Departamento de Estado, Richard Boucher, se ha visto obligado a matizar posteriormente estas declaraciones y ha asegurado que, aunque el islote es realmente peque?o, "la diferencia en s¨ª [entre los dos pa¨ªses] nos la tomamos muy en serio". "Evidentemente no era una peque?a isla est¨²pida porque era una cuesti¨®n de primer orden para dos aliados muy importantes", ha subrayado Boucher.

La crisis de la isla Perejil, o Leila como se la denomina en el reino alau¨ª, estall¨® el 11 de julio de 2002, cuando Marruecos despleg¨® una docena de soldados en el islote situado a unos 200 metros de su costa atl¨¢ntica. Espa?a intervino militarmente para desalojarlos el d¨ªa 17, al considerar que la actuaci¨®n marroqu¨ª hab¨ªa quebrado el statu quo del islote, seg¨²n el cual ninguna fuerza pod¨ªa estar presente en Perejil. Powell cuenta a GQ que recibi¨® la llamada de la entonces ministra espa?ola de Asunto Exteriores, Ana Palacio, convertida ahora una de sus "mejores amigas", quien le pidi¨® ayuda para resolver la disputa. El secretario de Estado dedic¨® dos d¨ªas enteros a "trabajar con este problema del pe?asco".

Una "historia tonta pero ilustrativa"

Powell recuerda en la entrevista que "la prensa" internacional "pr¨¢cticamente no habl¨®" de esta crisis, que s¨ª acapar¨® el inter¨¦s de los medios espa?oles y marroqu¨ªes, ya que considera que "realmente no era apasionante, pero eso es la diplomacia". Para el secretario de Estado estadounidense, quien reconoce que en el primer momento no sab¨ªa qu¨¦ ten¨ªa que ver Washington en la disputa por una roca del "tama?o de dos campos de f¨²tbol", el enfrentamiento le oblig¨®, a petici¨®n de la parte espa?ola, a desplegar los recursos diplom¨¢ticos de su pa¨ªs ante una "crisis internacional".

Tras enumerar las caracter¨ªsticas hist¨®rico-geogr¨¢ficas que rodearon el enfrentamiento entre ambos Gobiernos, con un amplio despliegue militar espa?ol incluido, Powell rememora las cerca de 40 llamadas que recibi¨® de Palacio, del entonces jefe de Gobierno de Espa?a, Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, y del Rey de Marruecos, Mohamed VI. El jefe de la diplomacia estadounidense explica que las dos partes "s¨®lo aceptaban como acuerdo el que les enviara una carta a ambos diciendo lo que deb¨ªan acordar hacer y si yo suscribir¨ªa la misiva". Detalla el secretario de Estado que los dos gobiernos difer¨ªan en la manera de nombrar el islote, por lo que propuso "simplemente llamarla la isla", idea desestimada que le oblig¨®, rememora, a desplazarse al departamento de Cartograf¨ªa para localizar sus coordinadas exactas y nombrarla mediante la ubicaci¨®n geogr¨¢fica.

A?ade en su relato que el visto bueno espa?ol tard¨® s¨®lo 30 minutos en llegar, pero que hubo grandes dificultades para establecer contacto con el rey Mohamed VI de Marruecos, quien estaba de viaje y no tiene por costumbre recibir llamadas cuando est¨¢ en su veh¨ªculo. Para completar la descripci¨®n de lo acontecido, Powell a?ade que inform¨® a sus interlocutores de que dispon¨ªan de diez minutos para contactar con el soberano de Marruecos, pues ¨¦l se dispon¨ªa a "ir a jugar" con sus nietos "y los espa?oles no abandonar¨ªan la isla". Para concluir, el incidente diplom¨¢tico que enfrent¨® a Rabat y Madrid es citado por Powell como una "historia tonta, pero muy ilustrativa".