Sharon negocia con Peres la entrada de los laboristas en el Gobierno israel¨ª
El rechazo del Likud al plan de retirada de Gaza del primer ministro ha convertido a los laboristas en clave de la gobernabilidad
El primer ministro israel¨ª, Ariel Sharon, trata de salvar su Gobierno, su plan de retirada de Gaza y la construcci¨®n del pol¨¦mico muro frente a las cr¨ªticas internacionales. Sharon y el l¨ªder del Partido Laborista, Simon Peres, se han reunido hoy para negociar la posible formaci¨®n de un Gobierno de unidad nacional de tinte moderadamente izquierdista.
Los dos dirigentes han desayunado esta ma?ana en la residencia de Sharon en Jerusal¨¦n en medio de una gran resistencia, especialmente de parte de los ministros del actual Gabinete que temen ser desplazados y de legisladores de la derecha radical en el Likud, que rechazan el ingreso de los laboristas en el Gobierno por considerarlo "un c¨¢ncer".
Dos ministerios a cargo de ministros del Likud, el de Exteriores, cuyo titular es Silvan Shalom, y el de Finanzas, al frente del cual figura el ex primer ministro Benjam¨ªn Netanyahu, y su posible transferencia a pol¨ªticos del Partido Laborista (PL), si entrara a formar parte de la coalici¨®n de Gobierno, son dos de las cuestiones clave que Sharon y Peres deben resolver.
Peres, interesado en la cartera de Exteriores para conducir un posible plan de paz conjunto, critica duramente a Netanyahu, quien trata de sanear la econom¨ªa nacional a costa del sacrificio de las clases m¨¢s humildes y cuyo plan fue descrito recientemente por el primero como "programa de capitalismo cochino".
El Partido Laborista, seg¨²n sus portavoces, s¨®lo entrar¨¢ en el Gobierno de Sharon si ¨¦ste cambia su plan econ¨®mico y lleva adelante la evacuaci¨®n de Gaza, a pesar de la oposici¨®n de la derecha nacionalista y de los colonos.
La supervivencia de Sharon al frente de actual Gobierno depende desde hace tres semanas de los laboristas. La dimisi¨®n y destituci¨®n de varios ministros pertenecientes a los grupos m¨¢s extremistas ha dejado al Ejecutivo con el apoyo de 59 diputados en una C¨¢mara de 120 esca?os. Los laboristas cuentan con 19 representantes en la Knesset y se han convertido en la clave de la gobernabilidad.
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