Un millonario enfrentado a Siria
El ex primer ministro asesinad, uno de los cien hombres m¨¢s ricos del mundo, era un obsesivo de la seguridad
El ex primer ministro liban¨¦s Rafia Hariri, asesinado en un atentado en pleno centro de Beirut, dej¨® el gobierno el pasado octubre tras lo que fue interpretado como una derrota en su particular pulso con Siria. La obsesi¨®n por la seguridad, que le hac¨ªa desplazarse en autom¨®viles blindados que barr¨ªan se?ales de m¨®viles y detectaban posibles coches bomba, no pudo evitar que uno explotase hoy al paso de su convoy, compuesto por varias limusinas y todoterrenos.
Multimillonario y con excelentes relaciones entre las monarqu¨ªas ¨¢rabes y los presidentes europeos, Hariri se hab¨ªa forjado una inmensa fortuna a partir de unos or¨ªgenes muy humildes. Sus influencias le animaron a entrar en pol¨ªtica en 1992, cuando fue nombrado primer ministro, cargo que ocup¨® hasta el pasado octubre, a excepci¨®n del corto intervalo en que la cartera fue ocupada por Salim Hoss, entre 1998 y 2000.
Rafic Hariri naci¨® en 1944 en la ciudad de Sid¨®n, en el seno de una familia modesta: su padre era granjero y su madre despachaba fruta en una tienda. En 1964 ingres¨® en la universidad, pero abandon¨® sus estudios un a?o despu¨¦s y emigr¨® a Arabia Saud¨ª, al parecer por no tener recursos econ¨®micos para proseguir su carrera.
En el reino saud¨ª trabaj¨® de profesor de matem¨¢ticas y de auditor de una empresa de ingenier¨ªa, hasta que en 1969 cre¨® su propia compa?¨ªa, Ciconest, que creci¨® imparable con el auge petrolero y pronto comenz¨® a conseguir contratos, tanto privados como del Gobierno, para construir oficinas, hospitales, hoteles y palacios.
Adicto al trabajo -construy¨® el hotel Massara de Riad en solo seis meses-, a principios de la d¨¦cada de los ochenta Hariri ya aparec¨ªa en la lista de los cien hombres m¨¢s ricos del mundo. Fue en la reconstrucci¨®n de un Beirut asolado por la guerra civil donde Hariri se hizo omnipresente, pues sus empresas, a golpe de cemento y ladrillo, fueron las principales encargadas de remodelar el centro ruinoso de la ciudad que quer¨ªa convertir -seg¨²n sus palabras- en "un nuevo Singapur".
Empresario medi¨¢tico
Los negocios y la pol¨ªtica le dejaron tiempo suficiente tambi¨¦n para crear una cadena de televisi¨®n propia, Future TV, de car¨¢cter generalista, que se gan¨® una importante popularidad en un pa¨ªs que cuenta con los medios m¨¢s din¨¢micos del mundo ¨¢rabe.
Hariri hab¨ªa tenido sus m¨¢s y sus menos con el r¨¦gimen sirio, verdadero ¨¢rbitro de la pol¨ªtica libanesa, pero sus relaciones con Damasco se deterioraron sobre todo en 2004, cuando se opuso al proyecto de enmienda constitucional que abrir¨ªa el paso a un nuevo mandato del presidente Emil Lahud, quien deb¨ªa pasar a retiro.
Sin embargo, y tras un misterioso viaje a Damasco, Hariri cambi¨® de opini¨®n y anunci¨® que apoyaba la reelecci¨®n de Lahud, lo que le vali¨® numerosas cr¨ªticas.
En octubre de 2004, justo despu¨¦s de aprobarse la reelecci¨®n de Lahud, Hariri dimiti¨® como primer ministro con el argumento de que L¨ªbano necesita un Gobierno coherente y unificado que asuma sus responsabilidades para hacer frente a los desaf¨ªos internos y externos, (pero) no he logrado esos objetivos a causa de los obst¨¢culos que todos conocen", seg¨²n dijo entonces.
Tras su sonada dimisi¨®n -fue sustituido por un hombre claramente identificado con Siria- Hariri se convirti¨® en un diputado de a pie y se fue aproximando cada vez m¨¢s al heterog¨¦neo grupo de diputados que piden el fin de la tutela siria sobre L¨ªbano, si bien Hariri siempre se neg¨® a criticar abiertamente a Damasco.
![Hariri, en una imagen de archivo.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/R5H4H4K4QJTW6OX6YU4UEPMPRM.jpg?auth=9bd6e5352627e5e0585e61346f47bd07ffdc36874dbfa6e0e154741168efee59&width=414)
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.