Dimite otro alto cargo del partido de Lula por el esc¨¢ndalo de los presuntos sobornos a diputados
Delubio Soares, tesorero de la formaci¨®n, abandona su cargo apenas horas despu¨¦s del secretario general del PT
Apenas unas horas despu¨¦s de la dimisi¨®n del secretario general del Partido de los Trabajadores (PT) de Brasil, Silvio Pereira, el esc¨¢ndalo de los presuntos sobornos a diputados a cambio de apoyos al Gobierno de Luiz In¨¢cio Lula da Silva se ha cobrado otra v¨ªctima pol¨ªtica de calado. Delubio Soares, el tesorero del PT, dejar¨¢ tambi¨¦n su puesto, seg¨²n ha hecho p¨²blico la formaci¨®n.
Ya antes hab¨ªa dimitido el ministro de la Casa Civil, Jos¨¦ Dirceu. Junto a Pereira —uno de los fundadores del partido, en 1980—, hab¨ªa decidido cientos de nombramientos de altos cargos tras la llegada de Lula al poder, seg¨²n informa Juan Arias.
El PT est¨¢ viviendo la mayor crisis pol¨ªtica de su historia, acusado de haber echado por la borda su fama de formaci¨®n pol¨ªtica ¨¦tica e incorruptible que lo caracteriz¨® durante 25 a?os. Tanto es as¨ª que Lula ha aplazado su reforma ministerial a la espera de que acabe la catarata de dimisiones, que podr¨ªa afectar incluso al presidente del Banco Central, Henrique Meirelles, acusado de supuestos delitos fiscales.
Lula ha repetido estos d¨ªas que ser¨¢ "implacable" con la corrupci¨®n, anide donde anide, pero la crisis se agrava cada d¨ªa. Hasta el punto de que el Partido de la Social Democracia Brasile?a (PSDB), en la oposici¨®n, le ha pedido que anuncie que no se va a presentar a la reelecci¨®n en las elecciones el a?o pr¨®ximo, para poder ayudar a la gobernabilidad del pa¨ªs, puesta en entredicho ante la crisis.
Lula es consciente de que su partido, el PT, est¨¢ siendo acusado de faltas grav¨ªsimas y de nada ha servido el intento de los dirigentes petistas de presentar la crisis como una tentativa de golpe blanco de la derecha, que, seg¨²n sus argumentos, no soporta ver a un ex obrero en la jefatura del Estado. En realidad, los sectores econ¨®micos de la derecha brasile?a est¨¢n m¨¢s preocupados por que la crisis pueda arrastrar a Lula y le impida acabar su mandato, algo que ni la oposici¨®n desea.
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