La "joven de la selva" empieza a balbucear palabras y fija la mirada
La muchacha fue hallada la semana pasada en Camboya despu¨¦s de 18 a?os perdida en la jungla
La llamada "joven de la selva", la chica que fue hallada la semana pasada en Camboya despu¨¦s de 18 a?os perdida en la jungla, comienza a mostrar emociones, balbucea palabras y fija la mirada de vez en cuando. Son sus primeras reacciones tras someterse a una sesi¨®n con el psic¨®logo espa?ol H¨¦ctor Rif¨¢, que ayer lleg¨® al poblado de Oyadao, al noroeste del pa¨ªs, para estudiar la readaptaci¨®n de la chica.
Tras una primera sesi¨®n, la joven ha empezado a interactuar, a fijar la mirada y a mostrar emociones. Seg¨²n ha declarado el psic¨®logo, de la Universidad de Oviedo, que ha pasado 24 horas con la familia, la chica "balbucea palabras, aunque no se la entiende, fija la mirada de vez en cuando, antes la rehu¨ªa. Le he arrancado hasta alguna sonrisa".
Rif¨¢ ha emprendido hoy viaje de regreso a Phnom Penh, la capital camboyana, con la idea de repetir dentro de una semana la sesi¨®n con la muchacha, que se perdi¨® en la jungla cuando ten¨ªa 10 a?os. En la primera sesi¨®n, el psic¨®logo le ha hecho varias pruebas, utilizando objetos como un espejo y dos osos de peluche, "con los que durmi¨® abrazada esta noche", seg¨²n ha explicado.
"Primero se tuvo que conocer (ante el espejo). Balbuceaba sola y luego me met¨ª yo en el reflejo y se estableci¨® un v¨ªnculo. Se trata de romper el aislamiento, haces gestos y ella te copia", ha dicho el psic¨®logo.
Osos de peluche
A nivel sensorial, emple¨® dos osos de peluche "de distinto tama?o" para que ella expresara sus emociones, los acariciara, "para que ella imaginara que uno es la madre y otro el hijo, o lo que quisiera". "Es muy importante que ahora en la casa tiene algo suyo: su espejo, sus ositos". Tambi¨¦n le puso m¨²sica, "aunque no s¨¦ c¨®mo la percibe" porque la joven se quedaba agarrada al radiocasette, ha explicado Rif¨¢.
Por el lado motriz, el psic¨®logo asegura que Rochom Pngieng, como se llama la joven de 28 a?os que al parecer se perdi¨® en la jungla cuando cuidaba ganado a los 10 a?os, “ya camina erguida, a base de pasear con ella por el campo, con la madre, con la hermana", aunque afirma que "tiene la musculatura muy d¨¦bil". Rif¨¢ duda de la primera versi¨®n que se dio de que al encontrarla andaba a cuatro patas y que gru?¨ªa. "Por lo que me ha explicado su familia, andaba como los ancianos, encorvada por la debilidad, y yo no he visto que gru?era".
Para comprobar su estado f¨ªsico, Rif¨¢ hizo venir a una sanitaria del servicio p¨²blico de salud, quien le hizo una exploraci¨®n, en la que palpando el h¨ªgado descart¨® que tenga “malaria asintom¨¢tica", adem¨¢s de medirle la tensi¨®n y otras pruebas. "Se trataba de que no fuera al hospital como quer¨ªa alguna ONG. Que siga en casa adapt¨¢ndose a la comunidad". Seg¨²n Rif¨¢, ahora se est¨¢ alimentando muy bien y con eso y el ejercicio f¨ªsico "se ir¨¢ recuperando".
Rif¨¢, que vive en Phnom Penh, donde trabaja para la Universidad espa?ola de Oviedo, volver¨¢ en una semana para otra sesi¨®n. No quiere quedarse "porque no se trata de ser yo parte de la historia". "Lo que he hecho es provocar a la madre y a un hermano, que son los m¨¢s activos, para que ellos sigan estimulando sensorialmente a la chica, que est¨¢ reaccionando al medio, para conseguir que en dos o tres sesiones m¨¢s vaya mejorando, que est¨¦ m¨¢s tiempo contenta y sonriente y no como ahora, que pasa m¨¢s tiempo con la mirada perdida".
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