Lula autoriza con cautela la labor del Ej¨¦rcito en las calles de R¨ªo

El presidente de Brasil, Luiz In¨¢cio Lula da Silva, tom¨® ayer una dif¨ªcil decisi¨®n: autoriz¨® al gobernador del Estado de R¨ªo de Janeiro, Sergio Cabral, para que el Ej¨¦rcito patrulle las calles de la capital carioca y luche contra la violencia urbana, sobre todo la de los narcotraficantes. Pero el s¨ª de Lula tiene matices. Consciente de la pol¨¦mica suscitada en la opini¨®n p¨²blica y tambi¨¦n en el seno de las Fuerzas Armadas, el presidente advirti¨® ayer de que las tres armas colaborar¨¢n en la seguridad ciudadana "en lo que sea posible, sin violar la Constituci¨®n".

"No se puede decir que el Gobierno haya decidido enviar tropas a R¨ªo, pero s¨ª que est¨¢ empe?ado en analizar las modalidades de esa decisi¨®n", recordaba ayer el portavoz de la Presidencia, Marcelo Baumbach. La petici¨®n de usar a efectivos de los tres ej¨¦rcitos para vigilar las calles de R¨ªo de Janeiro ?una de las ciudades m¨¢s tur¨ªsticas del mundo? hab¨ªa sido planteada oficialmente a Lula por el nuevo gobernador del Estado de R¨ªo. Cabral solicitaba, adem¨¢s, que se le autorizara el uso del Ej¨¦rcito durante un a?o.

Lula sabe que la opini¨®n p¨²blica est¨¢ a favor de esta medida, pero no tanto los intelectuales brasile?os. Sin embargo, tiene en contra a su ministro de Justicia, Tarso Genro, compa?ero del Partido de los Trabajadores (PT) y hombre de su confianza, que ha dicho que "no ve con buenos ojos al Ej¨¦rcito en las callles, porque las tropas est¨¢n entrenadas para hacer la guerra y no para frenar la delincuencia com¨²n urbana". Tambi¨¦n son contrarias a su decisi¨®n las altas jerarqu¨ªas militares, que han advertido a Lula que ¨¦sta puede ser anticonstitucional, ya que la misi¨®n del Ej¨¦rcito no es policial sino b¨¦lica.

Los juristas y constitucionalistas est¨¢n estudiando el tema. Lula es partidario de permitir que el Ej¨¦rcito ejerza labores de seguridad en R¨ªo porque se acercan los Juegos Panamericanos, que se celebrar¨¢n en julio en el barrio rico de Barra. Pero al mismo tiempo no quiere problemas con la c¨²pula militar, que sali¨® airosa recientemente en la pol¨¦mica suscitada por el caos en los aeropuertos.

La polic¨ªa militar tampoco ve con demasiados buenos ojos la presencia de las Fuerzas Armadas en las calles, porque ellos se consideran capaces de combatir la violencia en la ciudad sin que nadie tenga que darles lecciones. Por todos estos motivos, es f¨¢cilmente comprensible la prudencia de Lula. En R¨ªo, donde el mi¨¦rcoles estuvo visitando las obras de una nueva estaci¨®n de metro, Lula dijo respecto al tema: " La decisi¨®n ser¨¢ tomada de forma muy ordenada y muy cuidadosa. Vamos a ver lo que las Fuerzas Armadas pueden hacer para ayudar a combatir la violencia en R¨ªo y sobre todo para mantener la tranquilidad".

Seg¨²n Baumbach, Lula mantuvo ayer una reuni¨®n con la c¨²pula militar, en la que exhort¨® a los comandantes en jefe a que colaboraran con las autoridades pol¨ªticas de la ciudad, "sin violar la Constituci¨®n". Seg¨²n el portavoz, los militares expresaron su plena disposici¨®n a cooperar, "pero dentro de las respectivas atribuciones y en observancia de los par¨¢metros constitucionales".

La urgencia de usar el Ej¨¦rcito en R¨ªo ha surgido tras el reciente asesinato del guardaespaldas de los hijos del gobernador Cabral, el polic¨ªa militar de 28 a?os Guaracy de Oliveira, algo que varias cartas de lectores publicadas en los peri¨®dicos criticaban ayer: alegaban que no debi¨® haber sido necesario esperar a que fuera golpeado un escolta de la familia del gobernador para que se adoptasen las medidas que la ciudadan¨ªa reclama desde hace mucho tiempo.