La fiebre amarilla se cierne sobre el turismo en Brasil
Argentina, Uruguay y Paraguay aconsejan la vacunaci¨®n tras la muerte de un espa?ol en Goi¨¢s
La muerte de un espa?ol por fiebre amarilla en Brasil el s¨¢bado ha desatado de nuevo la alerta entre los turistas que viajan al pa¨ªs amaz¨®nico. Salvador P¨¦rez de la Cal, de 41 a?os, se encontraba en Brasil con su mujer desde hace 15 d¨ªas y hab¨ªa llegado a una cl¨ªnica el jueves con un cuadro de fiebre alta y v¨®mitos. De inmediato, fue ingresado en el Hospital de Enfermedades Tropicales del Estado de Goi¨¢s ante la fuerte sospecha de que se trataba de un caso de fiebre amarilla.
P¨¦rez de la Cal, cuyo cuerpo ha sido ya trasladado a Espa?a, hab¨ªa comprado una finca que estaba abandonada desde hac¨ªa tiempo en Cristian¨®polis, en la provincia de Goi¨¢s. Sin estar vacunado contra la fiebre amarilla, el espa?ol estuvo en la selva, ba?¨¢ndose en sus r¨ªos, acompa?ado por su mujer Marny Selma, de nacionalidad brasile?a, y sus hijos.
Selma ha criticado a las autoridades brasile?as por no haberles informado sobre los casos de muerte por fiebre amarilla que est¨¢n preocupando al pa¨ªs y provocando la vacunaci¨®n masiva. Hasta el momento, el Ministerio de Salud de Brasil ha registrado 15 notificaciones de fiebre amarilla procedentes de los Estados de Goi¨¢s, Minas Gerais, S?o Paulo y Brasilia. Tres casos fueron descartados, dos confirmados y el resto est¨¢ bajo investigaci¨®n.
Argentina, Paraguay y Uruguay han advertido a los ciudadanos que vayan a viajar a Brasil que se vacunen con 10 d¨ªas de anticipaci¨®n. Sobre todo, los que vayan a las zonas de riesgo: Goi¨¢s, Matto Groso y Brasilia. Aunque las autoridades han informado de que no existe peligro en las zonas costeras y que s¨®lo existe riesgo en el interior y en la selva, muchas personas llegaron a hacer colas de hasta siete horas para conseguir vacunarse. Brasil es uno de los principales destinos tur¨ªsticos de la regi¨®n, sobre todo ahora, que comenzar¨¢ la temporada de carnavales.
Algo parecido est¨¢ ocurriendo en el interior de Brasil. A pesar de que las autoridades sanitarias insisten en que la enfermedad no se transmite de persona a persona, sino por la picadura del mosquito portador, las colas abarrotan los centros de salud por todo el pa¨ªs, comenzando por S?o Paulo, donde ha habido dos casos sospechosas de personas que hab¨ªan estado en las zonas de riesgo. Se calcula que se han vacunado ya cerca de dos millones de personas y en los aeropuertos internacionales se han quintuplicado las peticiones para ser vacunados.
El rebrote de la fiebre amarilla y la permanencia de enfermedades tropicales como la de chagas y la lesmaniosis han vuelto a replantear la pregunta de si los Gobiernos del pa¨ªs est¨¢n haciendo todo lo necesario para acabar con ciertas enfermedades mortales. En Paraguay, por ejemplo, desde 1950 no ha habido ni un s¨®lo caso de fiebre amarilla.
La fiebre amarilla es causada por un virus que ataca el h¨ªgado y otros ¨®rganos, por lo que puede ser mortal. Los s¨ªntomas de la enfermedad son fiebre aguda, dolores musculares, cansancio, n¨¢useas, v¨®mitos y, en cuadros m¨¢s graves, hemorragias.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.