El humo ahoga Buenos Aires

Una densa nube de humo cubre desde este jueves la capital argentina y gran parte del pa¨ªs sudamericano. El origen del problema est¨¢ en la quema de unas 70.000 hect¨¢reas de rastrojos en las islas del delta del Paran¨¢ y en los vientos que extienden la gigantesca nube de humo, que ya ha alcanzado el sur de Uruguay. Ante esta situaci¨®n el Gobierno de Cristina Fern¨¢ndez ha anunciado restricciones al tr¨¢fico terrestre, mar¨ªtimo y a¨¦reo y un plan de atenci¨®n urgente a la poblaci¨®n afectada.

El Gobierno acusa a los agricultores de iniciar una quema masiva de pastos sin "racionalidad", mientras se multiplican las quejas ciudadanas por la falta de previsi¨®n de las autoridades ante un problema que comenz¨® hace d¨ªas y se agrav¨® durante la pasada madrugada.

Ajenos al cruce de acusaciones, en el delta, equipos de bomberos tratan de combatir 292 focos de incendios, el mayor con un frente de 300 kil¨®metros, aunque la falta de visibilidad dificulta la tarea de los camiones y los aviones hidrantes. Precisamente la baja visibilidad fue la raz¨®n principal de dos graves accidentes m¨²ltiples ocurridos en la zona en los ¨²ltimos d¨ªas, que causaron nueve muertos y medio centenar de heridos.

Para evitar nuevos siniestros, el Gobierno mantiene el tr¨¢fico restringido en varias carreteras pr¨®ximas a Buenos Aires y se ha limitado la actividad del puerto de la capitaly de la terminal de ¨®mnibus de Retiro, la m¨¢s importante de la ciudad, y se extreman las medidas de seguridad en Aeroparque, el aeropuerto de vuelos dom¨¦sticos de la capital, que acumula retrasos por falta de visibilidad en las pistas.

Tensi¨®n creciente

La situaci¨®n de alerta que se registra en el pa¨ªs por la nube ha vuelto a encender las acusaciones y los cr¨ªticas entre el Gobierno y el sector agrario de pa¨ªs. Aunque en los ¨²ltimos d¨ªas altos funcionarios han descartado riesgos para la salud por la extensi¨®n de la nube de humo, el ministro argentino del Interior, Florencio Randazzo ha admitido que an¨¢lisis realizados en algunos de los municipios afectados demuestran que "hay un alto grado de mon¨®xido de carbono" en el ambiente al mismo tiempo que acus¨® a los agricultores de "escaso inter¨¦s por la comunidad y una irresponsabilidad realmente alarmante" por realizar incendios incontrolados en los pastos.

El comentario cay¨® como un jarro de agua fr¨ªa sobre las organizciones agropecuarias que negocian con el Gobierno una salida a la crisis del campo desatada por el incremento de los impuestos a la exportaci¨®n de granos. Dicha crisis deriv¨® recientemente en una huelga de 21 d¨ªas y bloqueos en las carreteras, con p¨¦rdidas millonarias y desabastecmiento de alimentos en grandes ciudades.

Mientras Gobierno y agricultores elevan el tono de sus acusaciones, aumenta el descontento de los ciudadanos, que esperan una soluci¨®n al problema que no dependa exclusivamente de un cambio en el rumbo del viento.