Contrabandistas, terroristas, esp¨ªas y militares extranjeros
El pasado 14 de febrero un asistente del ministro de Defensa paraguayo, Nelson Mora, sac¨® una botella de agua mineral de la peque?a nevera que hay en un despacho del Cuartel General de las Fuerzas Armadas, la abri¨® y le sirvi¨® un vaso al presidente Nicanor Duarte. Lo que vino despu¨¦s fue inesperado. Apenas prob¨® el agua el mandatario la escupi¨® y comenz¨® a quejarse de quemaduras en la boca. La botella hab¨ªa sido inyectada con ¨¢cido muri¨¢tico. "Pusieron demasiado", explica un periodista local. "Si hubieran puesto menos Duarte no habr¨ªa notado el mal sabor y se habr¨ªa envenenado", a?ade. A pesar de las acusaciones permanentes de conspiraciones que realiza el presidente saliente hasta en la oposici¨®n se da por cierta la historia del envenenamiento y todos apuntan en la misma direcci¨®n: la mafia del contrabando, uno de los principales problemas a los que tendr¨¢ que hacer frente el nuevo presidente de Paraguay.
Cuando a principios de los sesenta el dictador Alfredo Stroessner declar¨® zona de libre comercio la zona de barracas destinada a viviendas de los obreros que trabajaban en la construcci¨®n de la gigantesca presa de Itaip¨² no previ¨® que pocas d¨¦cadas despu¨¦s se levantar¨ªa una ciudad de 750.000 habitantes, tercera zona de libre comercio mundial pero tambi¨¦n uno de los lugares de mayor contrabando del mundo vigilado adem¨¢s por los principales servicios secretos que rastrean posibles relaciones con el terrorismo isl¨¢mico.
Situada apenas a 1.000 kil¨®metros de S?o Paulo, la ciudad m¨¢s grande del hemisferio sur, y otros tantos de Buenos Aires, Ciudad del Este -Puerto Stroessner en su fundaci¨®n— atrajo a comerciantes de todo el mundo, principalmente libaneses y sirios. Pero tambi¨¦n atrajo a la industria del contrabando y la falsificaci¨®n que ten¨ªan una plataforma privilegiada e inesperada para colocar productos en uno de los mercados m¨¢s grandes mundo. Miles de personas, conocidas como 'sacoleiros' cruzan a diario la frontera entre ambos pa¨ªses cuidando de no superar el l¨ªmite legal de productos, pero es un secreto a voces que se produce un contrabando masivo.
Esa zona de libre cambio es ahora una inmensa anomal¨ªa en el Mercosur y Brasil y Argentina presionan a su vecino buscando su eliminaci¨®n. Para el mismo Gobierno de Asunci¨®n las mafias del contrabando se han convertido en un importante problema por el poder que han desarrollado. Pero adem¨¢s la zona est¨¢ en el punto de mira de EEUU quien asegura que la comunidad sirio-libanesa env¨ªa grandes cantidades de dinero que tienen como destino a grupos como Hezboll¨¢, la Jihad Isl¨¢mica e incluso Al Quaeda. Los comerciantes acusados niegan la teor¨ªa y aseguran que los ¨²nicos movimientos de dinero que se hacen son los env¨ªos de grandes remesas a sus familiares.
El nuevo presidente paraguayo tendr¨¢ que lidiar con otra cuesti¨®n relacionada con esta cuesti¨®n que puede levantar ampollas entre sus vecinos. Duarte firm¨® un acuerdo con EEUU que permite la presencia de 400 militares estadounidenses en una base pr¨®xima a la zona. Washington quiere ahora trasladar hasta all¨ª a los aviones de vigilancia AWACS y otros aparatos de espionaje que debe retirar de la base ecuatoriana de Manta despu¨¦s de que el presidente Rafael Correa haya retirado el permiso para su presencia en Ecuador.
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