El nuevo alcalde de Londres proh¨ªbe el alcohol en el transporte p¨²blico
La iniciativa cuenta con el apoyo de la Polic¨ªa Metropolitana y busca reducir los ¨ªndices de criminalidad
El nuevo alcalde de Londres, Boris Johnson, ha anunciado que a partir del 1 de junio estar¨¢ prohibido el consumo de alcohol en el transporte p¨²blico de la capital brit¨¢nica. Esta decisi¨®n representa una de las primeras medidas que adopta en un cargo del que tom¨® posesi¨®n el pasado lunes y en el que sucedi¨® al laborista Ken Livingstone.
En el marco de las actuaciones para reconducir la seguridad en las calles de Londres, Johnson ha decidido poner coto a la bebida en el metro, los autobuses y los servicios ferroviarios que cada d¨ªa transportan a miles de personas, bajo el convencimiento de que este veto, ya anunciado en la campa?a electoral, contribuir¨¢ a la reducci¨®n del crimen.
No obstante, la medida ha sido sido ya cuestionada por los sindicatos de transportes, que consideran que "no ha sido muy bien pensada" ya que la restricci¨®n podr¨ªa topar con el efecto contrario, y empeorar el problema. A¨²n as¨ª, el flamante nuevo regidor se ha mostrado convencido de su eficacia y ha declarado: "Tengo la determinaci¨®n de mejorar la seguridad del transporte p¨²blico en Londres y crear un mejor ambiente para los millones de ciudadanos que dependen de ¨¦l".
Jonhson ha matizado, adem¨¢s, que la decisi¨®n cuenta con el apoyo de la Polic¨ªa Metropolitana y de la Polic¨ªa del Transporte Brit¨¢nico, si bien ha avanzado que en los pr¨®ximos meses ser¨¢ necesario abrir una bater¨ªa de reformas legales en el ente Transporte para Londres que requerir¨¢n de la "consulta" a la plantilla de trabajadores.
La medida forma parte de una serie de acciones con las que el nuevo equipo consistorial pretende activar luchar contra comportamientos considerados "antisociales". Los usuarios ser¨¢n informados al respecto mediante carteles en el interior de las estaciones, en las marquesinas y en los propios veh¨ªculos.
Mano dura con el cannabis
El Gobierno brit¨¢nico ha decidido ignorar las recomendaciones en las que los expertos le aconsejaban renunciar al endurecimiento de la normativa sobre el cannabis y elevar¨¢ su categor¨ªa de clase C a clase B, lo que podr¨ªa conllevar penas m¨¢ximas de cinco a?os de prisi¨®n para los consumidores. La confirmaci¨®n oficial, de la que se ha encargado la ministra del Interior, Jacquie Smith, zanja la pol¨¦mica generada por el prop¨®sito del Ejecutivo contrario a la opini¨®n de sus propios asesores en materia de drogodependencias y responde, seg¨²n ella, a la "preocupaci¨®n" creciente ante el empleo "alarmante" que se ha detectado del skunk, una de las variantes m¨¢s fuertes del cannabis.
Seg¨²n datos del Ministerio del Interior brit¨¢nico, el skunk ha adquirido un porcentaje hegem¨®nico en el mercado del cannabis, con un 81 por ciento respecto al 30 por ciento que representaba en 2002. Adem¨¢s la media de edad a la que los j¨®venes se inician en su consumo figura en los 13 a?os, con cantidades que igualan a las ingeridas de alcohol y, seg¨²n el gobierno brit¨¢nico, con "serias consecuencias para su salud mental".
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