Musharraf abandona la presidencia de Pakist¨¢n
El presidente paquistan¨ª tira la toalla ante el proceso de destituci¨®n iniciado por el Gobierno.- Acusa al Gabinete de construir acusaciones falsas contra ¨¦l.- El presidente del Senado asume el cargo
Pervez Musharraf ha tirado la toalla y se ha evitado una humillaci¨®n. El presidente de Pakist¨¢n ha anunciado hoy su dimisi¨®n tras nueve a?os en el cargo para no tener que hacer frente al proceso de destituci¨®n que su Gobierno hab¨ªa iniciado contra ¨¦l y que ten¨ªa todos los visos de prosperar ma?ana en una votaci¨®n parlamentaria. Los herederos pol¨ªticos de Benazir Bhutto, la ex primera ministra asesinada en diciembre, y del tambi¨¦n ex primer ministro Nawaz Sharif, el hombre al que Musharraf desaloj¨® del poder en 1999, han conseguido el abandono de un aliado clave de EE UU en su guerra contra el terrorismo global.
El ex general se encontraba en sus horas m¨¢s bajas desde que accediera al poder en 1999 gracias a un golpe de Estado con el que derrib¨® el Gobierno de Nawaz Shariff. ?ste, de regreso en Pakist¨¢n tras varios a?os de exilio y al frente de la Liga Musulmana-N, y el Partido Popular de Paskist¨¢n (PPP), que en su d¨ªa levantara la ex primera ministra Benazir Bhutto y ahora liderado por su viudo, Asif Zardari, acordaron hace 10 d¨ªas iniciar el proceso para destituirle. La semana pasada, varios parlamentos provinciales dieron su visto bueno al proceso y ma?ana iba a tener lugar la votaci¨®n en la Asamblea Nacional, controlada por ambos partidos y en la que los partidarios de Musharraf nada ten¨ªan que hacer para impedirlo.
Todos estos d¨ªas, Musharraf hab¨ªa permanecido en silencio, mientras el proceso contra ¨¦l iba tomando cuerpo. Hoy ha roto por fin su silencio para anunciar su abandono. "Despu¨¦s de consultar con mis consejeros legales y con mis aliados pol¨ªticos y siguiendo su consejo, he tomado la decisi¨®n de dimitir", ha dicho Musharraf en una alocuci¨®n televisada, en la que ha aparecido con gesto sombr¨ªo, justificando su renuncia en el "inter¨¦s de la naci¨®n". "Enviar¨¦ hoy mi dimisi¨®n al presidente de la Asamblea Nacional", ha concluido. el presidente del Senado, Mohamadmian Sumro, es el sustituto de Musharraf, seg¨²n prev¨¦ la Constituci¨®n, y ha asumido ya el cargo. Las elecciones para encontrar un sustituto definitivo deber¨¢n celebrarse en un plazo no superior a dos meses.
Acusaciones falsas
En su intervenci¨®n, de una hora de duraci¨®n, ha acusado a los partidos de la coalici¨®n gubernamental, el PPP y la Liga-N, de construir "acusaciones falsas" contra ¨¦l. Ha dicho que siempre ha actuado "de buena fe" haciendo frente a los desaf¨ªos de su pa¨ªs, como el auge del islamismo o las dificultades econ¨®micas, pero "desgraciadamente, ciertas personas, con intereses personales, han lanzado falsas acusaciones en mi contra, han enga?ado al pueblo". "No se sostienen" esas acusaciones, preparadas por el Gobierno para el proceso de destituci¨®n, de violaci¨®n de la Constituci¨®n.
En cualquier caso, la cuesta abajo de Musharraf comenz¨® ya el a?o pasado, cuando el general, l¨ªder del ¨²nico pa¨ªs musulm¨¢n poseedor de la bomba at¨®mica, se propuso renovar su mandato como presidente. Super¨® el escrutinio de las c¨¢maras regionales, pero se le rebel¨® el Tribunal Supremo, que declar¨® ilegal su nuevo mandato por ser jefe de las fuerzas armadas. Musharraf destituy¨® a los jueces del Supremo no afines, entre ellos el presidente, y, ante la oleada de protestas, declar¨® el estado de emergencia el 3 de noviembre de 2007. Mientras, regresaron al pa¨ªs desde el exilio Benazir Bhutto y Nawaz Shariff, para participar en las elecciones legislativas, previstas para el 9 de enero. Musharraf pact¨® repartirse el poder con Bhutto y nombr¨® un Supremo que dio el visto bueno a su nuevo mandato a cambio de dejar la guerrera. El asesinato de Bhutto, el 27 de diciembre en un mitin electoral, oblig¨® a retrasar las legislativas, que finalmente se celebraron en febrero. Los aliados de Musharraf perdieron el control del Parlamento y el PPP y la Liga-N se aliaron para formar Gobierno, dej¨¢ndole aislado en lo alto del poder. Ya desde los primeros d¨ªas pusieron su mirada en Musharraf, hasta que la semana pasada acordaron iniciar el proceso para echarle.
Alegr¨ªa en las calles
La dimisi¨®n del presidente paquistan¨ª, Pervez Musharraf, ha desatado la alegr¨ªa muchos puntos del pa¨ªs. Muchos paquistan¨ªes han salido a las calles a celebrar la marcha del ex general que ha regido los destinos del pa¨ªs durante los ¨²ltimos nueve a?os y que se ha ganado la enemistad de su pueblo sobre todo en el ¨²ltimo a?o y medio mientras trataba de aferrarse al poder. Disparos al aire, c¨¢nticos de alegr¨ªa, dulces y gritos contra el presidente han marcado la dimisi¨®n de Musharraf.
Apenas Musharraf ha anunciado a sus conciudadanos que abandonaba el cargo, gritos de alegr¨ªa se han escuchado en todas las grandes ciudades del pa¨ªs, donde se hab¨ªan organizado concentraciones informales frente a pantallas de televisi¨®n para escuchar la comparecencia del presidente. En Lahore, la gran ciudad del este del pa¨ªs y foco principal de manifestaciones en contra del ex presidente, se han o¨ªdo los tambores tradicionales, que marcaban el ritmo al c¨¢ntico de "?Abajo Musharraf!". "El pa¨ªs est¨¢ de enhorabuena", gritaba Saba Hul, estudiante de la universidad de esta ciudad, mientras bailaba en la calle acompa?ado de decenas de personas. Muchos invitaban a dulces a sus compa?eros de jolgorio, un gesto tradicional en las celebraciones paquistan¨ªes.
En Peshawar, al noroeste, cerca de la frontera con Afganist¨¢n, donde el ej¨¦rcito paquistan¨ª lucha contra los talibanes y terroristas de Al Qaeda, ha habido disparos al aire , mientras que en Multan, ciudad natal del primer ministro, Yusuf Raza Gilani, los manifestantes se abrazaban y daban las gracias a Al¨¢. El propio hijo del primer ministro, Abdul, se felicitaba por que "el pa¨ªs por fin se ha desembarazado de ¨¦l". Mientras, los portadores de tel¨¦fonos m¨®viles mostraban mensajes en los que los remitentes se alegraban por la nueva era que se abr¨ªa.
S¨®lo unos pocos se mostraban preocupados por el futuro inmediato del pa¨ªs, de nuevo en mitad de una crisis pol¨ªtica en la que los dos partidos que forman la coalici¨®n de Gobierno tampoco encuentran el modo de trabajar juntos en armon¨ªa.
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