La batalla final de Sri Lanka
El Gobierno cingal¨¦s maneja ya un plan de cinco campos de reclusi¨®n para los 200.000 desplazados tamiles de una guerra que, tras casi tres d¨¦cadas, se encuentra ya en su "batalla final"
"?El ambiente en Colombo? Euforia porque despu¨¦s de casi 30 a?os se ve un final a la guerra". Una guerra que a¨²n obliga a este cooperante extranjero en la capital de Sri Lanka a pedir que se mantenga su anonimato. El Ej¨¦rcito de la antigua Ceil¨¢n avanza a pasos agigantados sobre la guerrilla tamil apostada en el noreste del pa¨ªs en una reducida zona selv¨¢tica de unos 200 km2 en lo que, el presidente, Mahinda Rajapaksa, no se ha cansado en denominar "la batalla final". Y tal es el apoyo de la poblaci¨®n cingalesa que en la feria-escaparate montada esta semana en Colombo con algunas de las armas requisadas al enemigo, miles de ciudadanos se agolparon para admirar el poder¨ªo del Ej¨¦rcito cingal¨¦s y sus ¨¦xitos en la contienda. A unos 350 kil¨®metros de distancia, sin embargo, los combates mantienen atrapadas a m¨¢s de 200.000 personas desplazadas de sus hogares (c¨¢lculo facilitado por Naciones Unidas y Cruz Roja). Aunque hasta para ellos, el Ejecutivo de Rajapaksa tiene ya planes: el levantamiento de los welfare villages (aldeas de bienestar). Este diario ha tenido acceso al trazado de uno de ellos (fotograf¨ªa adjunta).
Las banderas de la victoria
M¨¢s all¨¢ de la cautela ante la cercan¨ªa del final de la guerra de analistas o incluso del secretario de Defensa, Gotobaya Rajapaksa (hermano de Mahinda), el mensaje que al menos ha calado en Colombo, pr¨¢cticamente la ¨²nica gran urbe del pa¨ªs, coincide con el del presidente. Muestra de ello, seg¨²n relata a este diario en conversaci¨®n telef¨®nica el cooperante y periodista extranjero, son las banderas del pa¨ªs (de aplastante mayor¨ªa cingalesa: 73% frente al 8% de tamiles) que han disparado sus ventas y empiezan a cubrir de color patrio (verde, rojo y amarillo) la ciudad. Tal es el clima de optimismo ante las conquistas militares en la otrora zona controlada por el LTTE (siglas con las que se conocen a los Tigres Tamiles) que el presidente se ha atrevido incluso a pedir a la di¨¢spora que haga las maletas y regrese. Mientras, la lucha actualiza sus cifras: unos 2.000 efectivos del bando tamil, 50.000 soldados del Ej¨¦rcito cingal¨¦s y una zona de seguridad de unos reducidos 30 km2.
Sri Lanka, la l¨¢grima de la India por su forma y localizaci¨®n al sureste del subcontinente (con un tama?o siete veces inferior a Espa?a y la mitad de poblaci¨®n), ha vivido desde 1983 -a?o en el que una emboscada tamil acab¨® con la vida de una docena de militares y el estallido de enfrentamientos inter¨¦tnicos- partida entre un pedazo del norte controlado por el LTTE y el resto del pa¨ªs en el que cingaleses (budistas), en el poder, y tamiles (hind¨²es con ra¨ªces en la inmigraci¨®n desde el sur indio) conviven, coexisten, pero no olvidan la divisi¨®n ¨¦tnica y la batalla planteada por la guerrilla por la independencia de una trozo de la tierra. Una divisi¨®n esta que, sin embargo, no es apreciable para el residente ocasional de la ca¨®tica Colombo, si bien la militarizaci¨®n de sus calles y los check points (controles se seguridad) de la capital -anecd¨®ticos para occidentales, pero llamativos por sus patrocinadores- dejan claro que el conflicto est¨¢ m¨¢s abierto que nunca un a?o despu¨¦s de finalizado el alto el fuego que, bajo la mediaci¨®n noruega (donante junto a EE UU, Jap¨®n y la UE), trajo una calma tensa en 2002.
Ayer, ni la delegaci¨®n noruega, que cej¨® en su empe?o en 2008 tras el fracaso de las conversaciones, ni la prensa ni mucho menos las ONG, invitadas a dejar la zona el pasado mes de septiembre, est¨¢n presentes en el campo de batalla. A¨²n as¨ª, la comunicaci¨®n y propaganda siempre encuentra el camino. El corresponsal de la BBC en la zona Chris Morris conversaba recientemente con el portavoz pol¨ªtico de la guerrilla, B. Nadesan: "Somos un movimiento de liberaci¨®n. Y confiamos en reconquistar el territorio. S¨®lo espera y mira". Unas pocas horas despu¨¦s, el portavoz militar Udaya Nanayakkara respond¨ªa a la rebeld¨ªa de la guerrilla en declaraciones a la agencia Reuters: "Vamos a hacerlo [acabar la guerra] lo m¨¢s r¨¢pido posible. Dejad a los civiles salir y mostraremos c¨®mo de r¨¢pido lo hacemos".
Los 'welfare villages' para los desplazados
Los civiles son precisamente los que han rescatado del rinc¨®n del olvido el conflicto. La muerte en un bombardeo de al menos 16 personas ingresadas en un hospital de la provincia de Mullaitivu -¨²ltimo centro evacuado en el basti¨®n tamil derrotado- provoc¨® la denuncia de Cruz Roja Internacional. Horas despu¨¦s era el portavoz de la ONU, Gordon Weiss, el que comunicaba la muerte de 52 civiles en Suranthapuram. El Gobierno ha negado cualquier responsabilidad y se ha limitado a repetir que solo en la ¨²ltima semana 21.000 civiles han cambiado la zona en manos de la guerrilla por la controlada por el Ej¨¦rcito. En uno de esos tr¨¢nsitos, una suicida tamil hizo estallar el lunes la carga explosiva adherida a su cuerpo causando la muerte a una treintena de personas, 20 militares entre ellos. Sin duda, la propaganda de ambos frentes tiene aqu¨ª su campo de batalla. A medida que el flujo de civiles hacia el sur sea mayor, el LTTE ver¨¢ disminuido el apoyo social que justifica su lucha en el noreste y ofrecer¨¢ v¨ªa libre al Ej¨¦rcito cingal¨¦s en su avance sin testigos. Colombo culpa al LTTE de taponar la salida de no combatientes, mientras la guerrilla, a trav¨¦s de la web af¨ªn Tamilnet culpa a la ofensiva militar de la muerte de tamiles hospitalizados. Pero, ?qu¨¦ ser¨¢ de estos civiles cuando acabe todo?
El Gobierno de Rajapaksa ya est¨¢ trabajando en un escenario de posguerra y tiene sobre su mesa, as¨ª se lo ha mostrado a las ONG (fotograf¨ªa adjunta), un plan para mantener durante dos o tres a?os a los desplazados (100% poblaci¨®n tamil) en una suerte de campos de detenci¨®n, welfare villages, vallados y custodiados a los que, por el momento podr¨ªan acceder la agencia para los refugiados de la ONU (ACNUR) y Cruz Roja Internacional. El plan, bajo los auspicios de otro miembro de la saga de los Rajapaksa, Basil, asesor especial del presidente, contar¨ªa con cinco campos de unas 39.000 personas cada uno (195.000 desplazados en total).
Un portavoz de Rajapaksa ya mostr¨® hace unos d¨ªas que las ONG, que tendr¨¢n limitado su acceso a los desplazados, no acaban de ser testigos c¨®modos para el Gobierno al criticar el favoritismo hacia los tamiles de Cruz Roja por el supuesto env¨ªo de 35.000 bolsas para transportar cad¨¢veres, algo que pod¨ªa provocar el p¨¢nico de la comunidad internacional. El organismo neg¨® que fuera ese el n¨²mero de bolsas, aunque su uso sea algo normal en este tipo de escenarios. Por si acaso, las oficinas de Cruz Roja en la capital fueron atacadas como represalia por un centenar de personas. Cr¨ªticas similares han recibido desde el Ministerio de Defensa las coberturas de CNN, Al Yazira y BBC, que incluso ha decidido cortar sus emisiones en el pa¨ªs por el bloqueo gubernamental de algunas de sus informaciones.
Ayer, Sri Lanka, estar¨¢ sin embargo, al menos durante unas horas, muy pendiente de otro nombre: Mahela Jayawardene. El capit¨¢n de la selecci¨®n de cricket, deporte rey, aut¨¦ntica obsesi¨®n y pasatiempo para el olvido dejar¨¢ su puesto tras una gira por Pakist¨¢n. La antigua colonia brit¨¢nica es guerra, pero tambi¨¦n cricket, santuario de budistas, manto de cultivo para el t¨¦ (uno de los tres mayores productores del mundo) y turismo todav¨ªa hoy -aunque marginal- a lo largo de los kil¨®metros de playas tropicales de la costa oeste del pa¨ªs. ?El futuro? Quiz¨¢ sea el fin del conflicto, aunque las dos grandes guerras de los noventa tambi¨¦n dieron al bando cingal¨¦s victorias cargadas de simbolismo en bastiones del noreste (la ciudad de Kilinochchi, como ahora, tambi¨¦n fue vencida). El LTTE logr¨® entonces replegarse y volver a empezar.
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
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