Euforia en mitad de la crisis

El principal desaf¨ªo de la presidencia de Barack Obama, poner en marcha de nuevo la alica¨ªda primera econom¨ªa del mundo, sumida en la peor recesi¨®n desde el crack de 1929, ha conseguido un primer efecto psicol¨®gico muy importante. Los estadounidenses empiezan a ver con optimismo el futuro y, adem¨¢s, est¨¢n unidos como una pi?a con su presidente, que no para de reclamarles nuevos esfuerzos para salir del agujero.

As¨ª lo revela la ¨²ltima encuesta de The New York Times y CBS, en la que los ciudadanos se muestran abiertamente confiados en la marcha de la econom¨ªa desde que Obama inaugurara la presidencia hace 11 semanas.

Y eso que las ¨²ltimas semanas han sido complicadas para Obama, que ha tenido que lidiar con las cr¨ªticas republicanas a los anuncios de nuevos planes para la industria automovil¨ªstica, as¨ª como para otros sectores de la econom¨ªa y alguna que otra pol¨¦mica sobre su equipo. Pero nada de eso parece haber hecho mella en el presidente. Los estadounidenses aprueban con rotundidad su gesti¨®n de la crisis, adem¨¢s de su pol¨ªtica exterior en asuntos tan delicados como Irak y Afganist¨¢n. Casi dos tercios de los encuestados respaldan el trabajo de la nueva Administraci¨®n en su conjunto.

En contraste, s¨®lo un 31% de ciudadanos siguen teniendo una visi¨®n positiva del Partido Republicano, el peor registro conseguido por el partido del ex candidato presidencial John McCain en los ¨²ltimos 25 a?os.

?C¨®mo se interpreta este ¨¦xito tan arrollador? ?Hasta cuando le durar¨¢ al presidente dem¨®crata el efecto Obama?. Seg¨²n The New York Times es normal que todos los presidentes disfruten de un periodo de relativa tranquilidad y de general aceptaci¨®n entre la opini¨®n p¨²blica. Es lo que en Espa?a se conoce como los 100 d¨ªas de gracia. Pero Obama ha superado ya ese periodo y su carisma parece mantenerse igual de arrollador e intacto ante los ojos de sus conciudadanos.

Un caso inusual

En contraste con sus predecesores, Obama es un caso inusual. Es tambi¨¦n llamativo que este respaldo tan mayoritario se produzca en medio de un escenario tan adverso, con miles de hipotecados atrapados por la ansiedad que depara un futuro tan incierto y con un presidente jugando un doble papel: por un lado estimulando -con gran ¨¦xito, a juzgar por las encuestas- a los americanos con la capacidad que tiene EE UU como naci¨®n para recuperar la senda del crecimiento y por otro buscando con serias dificultades el apoyo necesario en el Congreso a sus planes de rescate.

No obstante, la encuesta revela que el 70% est¨¢ preocupado o muy precupado por el temor de que alguien en su familia pierda el trabajo en los pr¨®ximos 12 meses. Un 40% reconoce que ha cortado gastos en lujos, y un 10% ha dejado de destinar dinero a necesidades b¨¢sicas. Un 31% dice que el recorte se ha producido en ambos cap¨ªtulos.

Pese a ello, el n¨²mero de personas que aseguran que el pa¨ªs est¨¢ en la direcci¨®n correcta ha saltado del 15% de mediados de enero, justo antes de que Obama llegara a la Casa Blanca, al 39% actual, mientras que el n¨²mero de personas que mantienen que la naci¨®n va en la direcci¨®n equivocada es del 53%. Es el porcentaje m¨¢s alto de americanos que opinan de esta manera desde que un 42% de americanos dijera lo mismo coinciendo con el arranque del segundo mandato de George W. Bush.

Y lo m¨¢s revelador es que el porcentaje de gente que contesta que la econom¨ªa ha ido a peor se ha reducido del 54%, justo antes de la irrupci¨®n de Obama en el Gobierno, al 34% actual. Y un 20% no duda en expresar su optimsimo y asegurar que la econom¨ªa est¨¢ mejorando. Este grupo antes era minoritario y s¨®lo representaba a un 7%.