Somos gente que cuenta a otra gente lo que le pasa a la gente, dijo un d¨ªa Eugenio Scalfari, el fundador del diario italiano la Repubblica; en el bien entendido de que las tres gentes que salen en la frase son grupos humanos distintos, como m¨ªnimo hasta ahora: los periodistas es la primera gente, el p¨²blico la segunda y los protagonistas de la noticia la tercera. Todos son gente pero cada uno juega un papel distinto en la informaci¨®n tradicional.
La revoluci¨®n en la comunicaci¨®n que estamos presenciando confunde todas las fronteras y l¨ªmites: toda la gente es gente, los que cuentan, los que escuchan y los protagonistas; y todos cuentan, escuchan y protagonizan, sin que nadie pueda tener voz propia sin identificarse previamente como mera gente. La voz objetiva e independiente que nos daba parte del estado del mundo ha ido adquiriendo color y forma hasta identificarse con un individuo concreto, con cualquier individuo concreto. Y todos los individuos concretos tienen ahora los medios y la incitaci¨®n para ser tambi¨¦n ellos esa gente que cuenta a la gente lo que le ocurre a la gente, aunque a veces sea contar lo que les ocurre a ellos mismos.
Ya no es lo que est¨¢ pasando o les est¨¢ pasando a los otros lo que interesa, sino lo que me est¨¢ pasando a m¨ª en este preciso instante. Las preguntas de la vieja ret¨®rica period¨ªstica americana, recordadas por la mnemotecnia de las 6 uves dobles, han sido sustituidas por otras totalmente distintas. Ni el qu¨¦ (what), ni el qui¨¦n (who), ni el cu¨¢ndo (when), ni el d¨®nde (where), ni el por qu¨¦ (why), ni el c¨®mo (how) nos sirven; lo que nos interesa es ?qu¨¦ est¨¢s haciendo? (como sucede en el sistema de microblogging twitter). O ?qu¨¦ est¨¢s pensando? (como se pregunta al entrar en la red social en internet facebook). En preguntas de este tipo se sintetiza la cultura de la nueva informaci¨®n digital y de las redes sociales y las comunidades.
?Y qu¨¦ estamos haciendo ahora mismo los periodistas? Varias cosas a la vez: seguir con nuestro trabajo de siempre, ciertamente, los que podemos, si todav¨ªa lo tenemos. Tambi¨¦n dejar de ser periodistas en una gran proporci¨®n. Y los que no, en todos los casos, interrog¨¢ndonos estupefactos sobre el futuro del oficio. Dejar de ser periodista es una actividad tan vieja como el periodismo. Este es un oficio de grandes vocaciones pero tambi¨¦n de grandes huidas. Se podr¨ªa recopilar un peque?o manual con las llamadas de atenci¨®n a los j¨®venes periodistas para que abandonen el oficio urgentemente, antes de que sea demasiado tarde. Pero estas llamadas no est¨¢n hoy al orden del d¨ªa, al contrario: es el oficio el que est¨¢ abandonando a muchos de quienes lo practican.
Las causas son bien claras. El coste de los diarios es creciente y los ingresos decrecientes. La informaci¨®n de calidad ha sido siempre muy cara. Lo es mantener redes de corresponsales, en el extranjero y en las principales capitales pol¨ªticas; contar con equipos de reporteros que indaguen y analicen las actividades de los gobiernos y de las grandes empresas; financiar largas y costosas investigaciones sobre la gran delincuencia, la corrupci¨®n pol¨ªtica, el fraude, el tr¨¢fico de estupefacientes y de personas y los para¨ªsos fiscales; contar con reporteros especializados en ciencia y salud, en econom¨ªa y en medio ambiente, en energ¨ªa y en transportes, y en todas las ramas de las actividades objeto de conflictos y de debates relevantes en nuestras sociedades; como lo es obtener los art¨ªculos de los escritores y creadores m¨¢s prestigiosos, como ha venido haciendo la prensa de referencia en todo el mundo.
Hasta ahora nos hemos podido permitir estos lujos, que no son tales, puesto que han servido para garantizar, aunque sea de forma imperfecta, el funcionamiento de la democracia y del Estado de derecho. Est¨¢ ya perfectamente analizado e incluso cuantificado: all¨ª donde no hay buen periodismo empieza el estercolero donde crecen las peores flores de la corrupci¨®n, la delincuencia, el terrorismo y los estados fallidos.
Pero estas grandes inversiones en contenidos, en periodismo, est¨¢n en peligro. El ¨²ltimo ciclo de prosperidad, entre la ¨²ltima burbuja tecnol¨®gica del 2002 y la hipotecaria de 2008, ha sido el momento dorado de la prensa escrita y quiz¨¢s su canto del cisne. Pero de pronto nos encontramos ahora con que no podemos seguir con nuestro viejo tren de vida. Y escuchamos endechas y eleg¨ªas por la prensa, entonadas por sus propios protagonistas, periodistas y editores, esperemos que de forma prematura, porque aun trat¨¢ndose de funerales de cuerpo presente, el muerto en cuesti¨®n todav¨ªa se mueve, anda, habla y razona e incluso todav¨ªa es capaz de intentar mantener en marcha sus negocios.
(Este texto es la segunda entrega que publico en el blog del art¨ªculo que aparece en el actual n¨²mero de julio-agosto de la revista Claves de la Raz¨®n Pr¨¢ctica. Se trata de la adaptaci¨®n de la conferencia pronunciada en ?vila, el 25 de mayo de 2009, dentro del ciclo ¡°Los medios de comunicaci¨®n al servicio del siglo XXI¡±, con motivo de los actos del bicentenario de Mariano Jos¨¦ de Larra).
Comentarios
Gracias por acercarnos esta clara visi¨®n del mundo del periodismo.
Apreciado Llu¨ªs, obviamente las circunstancias actuales suponen un punto de inflexi¨®n de no retorno y de salto a lo desconocido, donde todo est¨¢ por hacer y entredicho en todos los ¨¢mbitos y localizaciones.
Evidentemente vamos a realizar un tr¨¢nsito complejo lleno de ambig¨¹edades y falto de compromisos por parte de todas las personas, en especial, gobernantes, dirigentes y representantes sociales, pues se trata de verlas venir, a ver que dicen y hacen los dem¨¢s.
Mucho me temo, que tendremos que esperar a que un reducido grupo de personas con firme voluntad, calidad y visi¨®n colectiva humana, se pongan de acuerdo y encuentren el procedimiento para aglutinar a cuantos as¨ª entiendan y sean necesarios en la puesta en marcha de las posibles soluciones antes de que la civilizaci¨®n embarranque descontroladamente.
Mientras, dejo el siguiente comentario resumido que, m¨¢s que probable conoces, pues lo he reiterado en diferentes ocasiones aqu¨ª en El Pa¨ªs y en mi blog, am¨¦n de mi c¨ªrculo de amistades y conocidos.
A la espera de la nueva econom¨ªa, un agricultor, sali¨® un buen d¨ªa a sembrar dientes de ajos en su tierra, el d¨ªa de la cosecha sali¨® temprano, y a medida que se acercaba al campo, le parec¨ªa ver hojas de colores bailando al son del viento y la luz del d¨ªa. Al fin, cuando alcanza las primeras, exclama; Santo cielo!!, c¨®mo es posible semejante prodigio y milagro de la naturaleza?. Todo el campo sembrado de dientes de ajos, estaba lleno de billetes de Euros de diferente valor facial. Recogidos a toda prisa los billetes en sacos y subido al tractor, mir¨® de reojo y sali¨® disparado al cobertizo a esconder el tesoro. Temeroso descubrieran su fortuna, procur¨® gastar con modestia, conforme a su condici¨®n, dejando transcurrir el resto del tiempo hasta la siguiente cosecha. De pronto, un d¨ªa descubre, que todos los billetes se hab¨ªan podrido y eran inservibles, sin que apenas hubiera gastado unos pocos, en provecho para s¨ª mismo, familia, amigos y vecinos. As¨ª pues, desde entonces tengo el convencimiento, de que llegar¨¢ el d¨ªa en que el dinero ser¨¢ como los ajos, mientras sean de temporada, caduquen, se renueven, est¨¦n disponibles y sean aprovechables por todos, sin m¨¢s condicionantes que la disponibilidad de las personas, medios, bienes y productos. Y como dec¨ªa Alejandro Dumas, - No estimes el dinero en m¨¢s ni en menos de lo que vale, porque es un buen siervo y un mal amo. ¨C
Felicidades y Gracias Llu¨ªs y saludos para todos¡
As¨ª es, estoy de acuerdo, el mal periodismo abona la corrupci¨®n y protege a los mafiosos. Porque a estos personajes les interesa much¨ªsimo, por rentables, las preguntas de la nueva mara?a digital ("?qu¨¦ est¨¢s pensado?" y "?qu¨¦ est¨¢s haciendo?", como tan acertadamente apunta Bassets), ya que con ellas buscan incidir en las conciencias sin el m¨¢s m¨ªnimo reparo, atropellando a todos hijo de vecino e imponiendo, si pueden, sus respuestas. El peligro est¨¢ en hacer preguntas y ofrecer respuestas sin marcar distancias, sin ese m¨ªnimo de distanciamiento que exig¨ªa Brecht cuando hablaba del teatro y de la vida. Por eso, para contrarrestar a esa gente sin escr¨²pulos (hay muchos en la ¡°nueva comunicaci¨®n¡±, que no ¡°nueva informaci¨®n¡±: hoy se comunica excesivamente pero se informa cada vez menos), las "seis uves" siguen siendo muy v¨¢lidas, y espero que la crisis actual de los mass media escritos la revitalice. Son pilares ¨Cquiz¨¢ afectados por el mal de la piedra¨C de una ya vieja yb tal vez carcomida ret¨®rica, pero pilares que permiten, si se restauran, reflexionar. Y si se reflexiona, se piensa, se toma una postura cr¨ªtica ante los nuevos magnates ¨Ces decir: ante las redes sociales-audiovisuales-comunicacionales¨C de la manipulaci¨®n. A m¨ª me da la impresi¨®n de que todo este tipo de mal llamada nueva cultura ¨Cinsulsa, lograda sin esfuerzo, gratuita, producto del ji,ji o del aaahhgg- no es m¨¢s que cemento para armar al nuevo fascismo. Vamos, que de facebook, twitter y otras comunidades (qu¨¦ manera m¨¢s descarada de pervertir el lenguaje) no deber¨ªamos fiarnos ni un pelo sin ponerlos en cuarentena. Cuidado con ellos, son los nuevos alienadores, en el sentido marxista¡ no seamos bobos o tontos del c.... Esas redes enredan provocando ilusi¨®n, no permitiendo la reflexi¨®n, que es lo que nos hace libres.Juan Maldonado
PERD?N
Perd¨®n. Tal vez no, pero yo dir¨ªa que la ¨²ltima de las siete uves dobles aludidas es un gazapo, puesto que ni siquiera empieza por uve doble y tengo la impresi¨®n de que en buena l¨®gica su lugar deber¨ªa ocuparlo tal vez whom (a qui¨¦n).
El futuro de la prensa tal como la hemos conocido hasta ahora se ha convertido en pura incertidumbre, como bien se refleja en el texto. Asimismo, m¨¢s estoy a favor de romper una lanza por el paso abierto al aparente cultivo del personalismo y lo anecd¨®tico personal, que siempre es menos anecd¨®tico de lo que parece y al final, hablar de s¨ª mismo presupone hablar de las noticias, a¨²n por omisi¨®n. Comunicar en el ¨¢mbito individual es algo que quedaba relegado al correo postal y a las conferencias telef¨®nicas. Ahora, es un todo un grupo de amigos en igualdad de condiciones quien tiene acceso al mensaje. Se pueden editar fotos, documentos gr¨¢ficos, videos... Si esto no tiene similitud con el periodismo, se queda a tiro de una piedra y es, en cualquier caso, un aliciente -una incitaci¨®n, seg¨²n el texto- para seguir creciendo en este sentido. Que no se pueda vivir de la noticia, no quiere decir que haya ido a menos el sentido primigenio de vivir la noticia. En teor¨ªa, las democracias s¨®lo tienen sentido en cuanto la libertad es carencial; en absoluta libertad, carece de sentido todo gobierno y los gobernantes se tienen que buscar la vida en otros asuntos. Claro que esto no nos ha sucedido a trav¨¦s de la historia de la humanidad, pero basta que las ideas tomen cuerpo y se transformen en realidades. Mientras tanto, hay que seguir teorizando. Y, como no, hablando de la prensa y su contribuci¨®n al progreso de la humanidad.
Efectivamente, las circunstancias actuales suponen un punto de inflexi¨®n de no retorno y de salto a lo desconocido, donde todo est¨¢ por hacer y entredicho en todos los ¨¢mbitos y localizaciones.
Evidentemente, se va a realizar un tr¨¢nsito complejo lleno de ambig¨¹edades falto de compromisos por multitud de personas, en especial, gobernantes, dirigentes y representantes sociales, pues se trata de verlas venir, a ver que dicen y hacen los dem¨¢s.
Es posible tambi¨¦n, que un reducido grupo de personas con firme voluntad, calidad y visi¨®n colectiva humana, se pongan de acuerdo y encuentren el procedimiento para aglutinar a cuantos as¨ª entiendan y sean necesarios en la puesta en marcha de las posibles soluciones antes de que la civilizaci¨®n embarranque descontroladamente.
Es de sentido com¨²n aceptado, que se debe de armonizar en equilibrio con el entorno las necesidades humanas de bienes y productos de consumo, de modo que no sobren, falten o infrautilicen cuanto se produzca y necesite en calidad y bienestar de la humanidad.
El nuevo modelo socio econ¨®mico en ciernes, o como quiera que se tenga que llamar, ser¨¢ determinante en la organizaci¨®n social global en puertas, siendo el dinero un bien de la humanidad, disponible sin restricci¨®n para todos los ciudadanos, como medio e instrumento de intercambio renovable.
Obviamente, unos sobrevivir¨¢n, los menos, y otros mudaran incorporando nuevos modos, formas y productos y la inmensa mayor¨ªa se ir¨¢n incorporando solapando y sustituyendo a cuantos sean necesarios por perdida de uso aceptaci¨®n o moda. Es decir, seguiremos en el movimiento y la expansi¨®n de nuestra limitada y condicionada existencia.
Me parece un buen art¨ªculo. Sobre todo en temas internacionales.Pero a nivel nacional y sobre todo local, hace tiempo que la selecci¨®n de las noticias (comenzando por las de sucesos), han estado mediatizadas por el control econ¨®mico y pol¨ªtico.
Hasta el punto de dar por hecho lo que no se pod¨ªa ni deb¨ªa publicar.
Desde hace a?os,uno d¨ªaspon¨ªa de mayor informaci¨®n sobre la situaci¨®n de un pa¨ªs situado a 1000 o a 3000 kms.que sobre el propio.
La diferencia en cuanto al tratamiento de loque sucede en ciertas zonas desde unos medios a otros, ha sido abismal.
Muchas noticias nos han llegado a trav¨¦s de pel¨ªculas y filmaciones que pese a estar trat¨¢ndose en todos los medios, distorsionaban la realidad (Ej.: La guerra de Irak).
Esos tres grupos descritos en el comienzo del p¨¢rrafo parecen sostenerse almargen de un medio. Todo ese esfuerzo en cubrir noticias es de agradecer.
Pero cu¨¢ntas veces se ha derrochado, para mostrar solamente una imagen superficial del conflicto o acontecimiento.
Es cierto que el oficio tendr¨ªa que revisarse en muchos casos en beneficio del rigor. No as¨ª en otros.
El futuro del periodista no es halagador; teniendo en cuenta que,a veces, no tiene quien le publique.
Por otra parte; una vez que las asociaciones, las tertulias,los caf¨¦s y grupos han ido perdiendo fuerza- y no solamente debido a la movilidad o globalidad- es l¨®gico que se utilice el nuevo canal para la Comunicaci¨®n.
Por supuesto que publicar un blog nunca podr¨¢ competir con la publicaci¨®n de una noticia.
En primer lugar porque el firmante suele contar sus experiencias, sea titulado o no.
Y sobre todo, por lo dificil que es conseguir la notoriedad necesaria para que sea noticia.
Un blog es una herramienta de comunicaci¨®n que no puede competir con la Planificaci¨®n de los Medios.
Es m¨¢s r¨¢pido que las cartas, y puede llegar amuchos destinatarios.
Creo que desde que el Grupo de los 8 empez¨® y nos obligo a liberalizar la econom¨ªa, el comercio, las finanzas y los Estados, las multinacionales y los grandes evasores de impuestos de todo el mundo dominaron los gobiernos, los partidos pol¨ªticos, las ONGs y los medios de comunicaci¨®n, el mundo se desmoralizo y la prensa de la forma que sea es protagonista y victima a la vez, como todos nosotros, pues cuando votamos al menos malo o no participamos efectivamente como contralores estamos colaborando con el sistema o esquema, cuando instalamos en el d¨ªa a d¨ªa la ley de la oferta y la demanda, cuando la empresa de comunicaci¨®n baja la calidad y busca ratings, puede que tenga una oxigenaci¨®n financiera r¨¢pida, moment¨¢nea, pero no ser¨¢ s¨®lida y al contrario acaba desequilibrando mas todav¨ªa porque pierde credibilidad y las personas de bien, tambi¨¦n ya en crisis, tienen un motivo mas para no comprar el diario - cuando consigamos rescatar los VALORES perdidos, volver a poner el bienestar social en el primer plano ah¨ª tambi¨¦n la buena prensa, la inteligente, culta, ¨¦tica y justa renacer¨¢.En el tercer mundo la prensa es, en este momento, verdugo y primeros auxilios de los pobres.
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