La sucesi¨®n de Lula, sin "trogloditas de derechas"
Lula se va, pero se queda. Lleva la pol¨ªtica en su sangre y es persistente. Se present¨® cuatro veces seguidas a las elecciones presidenciales brasile?as hasta que las gan¨® en 2002. Ahora, en 2010 deja la presidencia. Prefiri¨® no modificar la Constituci¨®n para intentar un tercer mandato. Respet¨® la alternancia y la democracia. El mandatario brasile?o, no obstante, se mantendr¨¢ activo durante la campa?a electoral, la primera en 20 a?os que no le incluye como candidato. Todo para intentar que sea elegido un sucesor de su predilecci¨®n, como la ministra de la Casa Civil, Dilma Rousseff.
Ayer, en un discurso improvisado -como a ¨¦l le gusta hablar- dijo que, por primera vez en una campa?a presidencial "no habr¨¢ candidatos trogloditas de derechas", ya que todos los aspirantes son de izquierdas. Y es verdad: la propia Rousseff, del Partido de los Trabajadores (PT), es una ex guerrillera que fue torturada por los militares durante la dictadura. Jos¨¦ Serra, el gobernador de S?o Paulo del Partido Socialdem¨®crata brasile?o (PSDB) dirig¨ªa el movimiento estudiantil cat¨®lico contra la dictadura militar y Marina Silva, del progresista Partido Verde (PV) fue comunista revolucionaria antes de afiliarse al PT, en el que milit¨® 30 a?os. Heloisa Helena, disidente del PT, cre¨® el Partido Socialismo y Libertad (Psol), una formaci¨®n pol¨ªtica a la izquierda del PT; Ciro Gomes es del Partido Socialista Brasile?o (PSB) y Cristovam Buarque, del izquierdista Partido Democr¨¢tico de los Trabajadores (PDT). No hay ning¨²n candidato de derechas en el horizonte.
?Eso es positivo o negativo? Para Lula es positivo, aunque para gobernar tuvo que hacer alianzas con los partidos m¨¢s derechistas y corruptos del pa¨ªs, como el Partido del Movimiento Democr¨¢tico Brasile?o (PMDB), el mayor partido conservador del pa¨ªs. Un partido que nunca ha presentado un candidato a las presidenciales pero que mantiene las maletas hechas para entrar en el Gobierno, en el que sea.
No todos opinan igual. Seg¨²n el analista pol¨ªtico del diario O Globo, Merval Pereira, el hecho de que no se presente ning¨²n candidato de derechas o conservador supone m¨¢s bien "una anomal¨ªa en la democracia brasile?a". Pereira observa que "ning¨²n pol¨ªtico brasile?o se declara hoy de derechas", aunque en realidad, en la pr¨¢ctica, ning¨²n Gobierno posterior a la dictadura (1964-1985) ha conseguido gobernar sin el apoyo de esos "trogloditas de derechas" de los que habla Lula y que en 2005 le llevaron al borde del impeachment.
De cualquier modo, no se puede menospreciar que un pa¨ªs que pas¨® por la dram¨¢tica experiencia de una dura dictadura militar se haya convertido en una de las democracias m¨¢s consolidadas de Suram¨¦rica. El hecho de que en Brasil ning¨²n pol¨ªtico se proclame de derechas (aunque lo sea) es un s¨ªntoma de c¨®mo los valores democr¨¢ticos y progresistas se abren camino sin dejar espacio para aventuras ni de derechas ni de izquierdas. La posible Administraci¨®n de derechas que podr¨ªa haber significado el Gobierno del ex presidente Fernando Collor de Melo (1990-1992) tropez¨® con los partidos progresistas, entre ellos el PT de Lula, que en su momento sacaron a la calle a un mill¨®n de personas en su contra y le obligaron a abandonar el puesto. La posible aventura de izquierdas la zanj¨® Lula quien prefiri¨® respetar la alternancia sin modificar la Constituci¨®n y quien tampoco cay¨® en las tentaciones semigolpistas de su colega venezolano, Hugo Ch¨¢vez. A Lula, los dem¨®cratas de Brasil deber¨¢n un d¨ªa agradecerle el haber sabido retirarse a tiempo.
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