La virtual imputaci¨®n por mafia que estremece a Berlusconi

Silvio Berlusconi y Marcello Dell'Utri "no est¨¢n siendo investigados en Florencia" como posibles autores intelectuales de los atentados mafiosos de 1993. Giuseppe Quattrocchi, fiscal jefe de la capital toscana, ha desmentido hoy as¨ª las noticias publicadas por dos diarios berlusconianos, Il Giornale y Libero.

Hoy, Berlusconi ha calificado las acusaciones que los nuevos arrepentidos de Cosa Nostra han formulado ante los jueces contra ¨¦l como "innobles", y ha anunciado querellas contra La Repubblica.

"Si hay una persona que por ¨ªndole, sensibilidad, mentalidad, formaci¨®n, cultura y esfuerzo pol¨ªtico est¨¢ lej¨ªsimos de la mafia, esa persona soy yo", ha dicho Berlusconi.

"Si hay un partido que en estos a?os se ha distinguido por luchar contra el crimen organizado, ese partido es Forza Italia y ahora el Pueblo de la Libertad", ha a?adido.

Se trata, dice Berlusconi, "del ataque m¨¢s incre¨ªble e innoble que me hayan dirigido en el curso de los ¨²ltimos a?os, desde cuando decid¨ª dedicarme con todas mis fuerzas al bien de mi pa¨ªs".

"Mi Gobierno ser¨¢ recordado como el que ha lanzado el reto m¨¢s determinado a la mafia en la historia de nuestra Rep¨²blica", ha concluido, al tiempo que anunciaba querellas penales y civiles contra el grupo de La Repubblica y L'Espresso, que ha informado de las investigaciones judiciales.

El s¨¢bado, ante un grupo de j¨®venes de su partido en Cerde?a, Berlusconi hab¨ªa sugerido, tratando de desdramatizar, que el actual clima es culpa de los escritores y cineastas: "Si encuentro a los que han filmado los nuevos episodios de 'La Piovra' y a los que escriben libros sobre la mafia, los estrangulo", afirm¨®.

Pero Berlusconi sabe bien que no se trata de literatura ni de televisi¨®n ni de prensa, y que arriesga realmente una imputaci¨®n judicial (o quiz¨¢ dos distintas) por complicidad mafiosa.

Cuatro fiscal¨ªas distintas est¨¢n investigando desde la pasada primavera las posibles conexiones de Berlusconi y su mano derecha, Marcello Dell'Utri, con Cosa Nostra. Los magistrados de Florencia, Mil¨¢n, Palermo y Caltanisetta (Sicilia) han escuchado acusaciones muy graves por parte de nuevos arrepentidos y testigos.

Especialmente, Gaspare Spatuzza, un asesino encarcelado que se ha declarado asesino material del juez Paolo Borsellino y que es el hombre de confianza de los hermanos Filippo y Giuseppe Graviano. La familia Graviano, originaria del barrio palermitano de Brancaccio, forma el n¨²cleo duro de Cosa Nostra junto a Tot¨° Riina (Corleone) y Matteo Messina Denaro (Trapani).

Spatuzza ha afirmado a los jueces que Berlusconi y Dell'Utri, patr¨®n de la empresa Publitalia y cofundador del partido Forza Italia, sellaron una alianza con la mafia cuando todav¨ªa eran empresarios y el sistema pol¨ªtico de la I Rep¨²blica se ca¨ªa a pedazos.

La estrategia de ese presunto pacto era aumentar el caos con atentados sangrientos (la campa?a de 1993 caus¨® numerosas v¨ªctimas en Mil¨¢n, Florencia y Roma), mientras Berlusconi y Dell'Utri preparaban su entrada en pol¨ªtica para sustituir a la Democracia Cristiana como interlocutores de la mafia.

Tras fundar Forza Italia en diciembre de 1993, Berlusconi gan¨® las elecciones en marzo de 1994. Spatuzza ha asegurado que, ese mismo a?o, su capo Giuseppe Graviano le dijo en Roma: "Hemos obtenido todo lo que quer¨ªamos, tenemos el pa¨ªs en nuestras manos gracias a Berlusconi y a nuestro paisano Dell'Utri".

Su tesis ha sido confirmada por otro ejecutor de los atentados, Pietro Romeo. Pero no directamente por los Graviano.

El problema para Berlusconi es que los hermanos de Brancaccio tienen otro as oculto en la manga, un chantaje que seg¨²n el an¨¢lisis de La Repubblica puede resultar devastador para Berlusconi. Se trata de las relaciones entre Fininvest y la mafia siciliana.

Spatuzza ha dicho a los jueces que los Graviano siempre se comportaron ante ¨¦l como si fueran socios de Berlusconi en Fininvest. "Filippo Graviano me hablaba de Fininvest como si fuese dinero de su bolsillo", afirm¨® el pentito el 16 de marzo de 2009. "La Fininvest era, puedo decirlo, un terreno de su pertinencia, como su propia inversi¨®n, como si fuera dinero puesto de su bolsillo".

La inversi¨®n de los Graviano en el holding empresarial de Berlusconi se remontar¨ªa a finales los a?os ochenta. Desde 1989 hasta el 27 de enero de 1994, el d¨ªa en que fueron arrestados en un restaurante milan¨¦s, Filippo y Giuseppe Graviano estuvieron escondidos en Mil¨¢n, y no en Palermo.

Seg¨²n Spatuzza, el motivo de esa elecci¨®n "rar¨ªsima" es que su dinero estaba en Mil¨¢n, y all¨ª estaban tambi¨¦n los hombres que lo custodiaban.

El 16 de junio, Spatuzza declar¨® a los jueces: "A Filippo siempre le asombr¨® la habilidad empresarial de Berlusconi. Podr¨ªa rellenar p¨¢ginas y p¨¢ginas de declaraci¨®n (contando) la simpat¨ªa y, digamos, el amor que le une a Berlusconi y Dell'Utri".

La Repubblica ha escrito que "la agresi¨®n de la familia mafiosa de Brancaccio contra Berlusconi busca ajustar las cuentas con un hombre -el empresario, el pol¨ªtico- por el cual se siente traicionada, vendida". Marina Berlusconi, presidenta de Fininvest, adelant¨® ya ayer querellas penales y civiles contra el diario. "Fininvest es al 100% de nuestra familia, no hay ninguna zona gris en nuestro accionariado", afirm¨® la hija del magnate. "Hemos sido insultados y enfangados por esos profesionales de la difamaci¨®n, la calumnia y la desinformaci¨®n", a?ad¨ªa.

La Repubblica replica hoy definiendo la afirmaci¨®n como "temeraria", y recuerda unas declaraciones del conde Rasini, due?o del banco con el que Berlusconi empez¨® a construir su imperio inmobiliario, en las que ¨¦ste afirmaba que al menos un 20% del capital social de Fininvest ten¨ªa un origen oscuro. Los acontecimientos podr¨ªan precipitarse esta semana. Ma?ana, los jueces de Palermo y Caltanisetta se reunir¨¢n para organizar sus pr¨®ximos movimientos. Y el viernes pr¨®ximo, en el aula b¨²nker de Tur¨ªn, Gaspare Spatuzza declarar¨¢ como testigo de cargo en el juicio de apelaci¨®n contra Marcello Dell'Utri, condenado a nueve a?os en primer grado por complicidad mafiosa.

Durante aquel primer juicio contra su colaborador, Berlusconi se vali¨® de la facultad de no declarar, y el 26 de noviembre de 2002 guard¨® silencio ante los fiscales que le interrogaron en palacio Grazioli.