?Presidente o candidato?

"Se est¨¢ creando una vulnerabilidad institucional bastante peligrosa", dice rotundo el jefe del Registro Nacional colombiano, Carlos Ariel S¨¢nchez, al resumir las consecuencias del limbo en el que vive este pa¨ªs, que no sabe a¨²n, a s¨®lo cuatro meses de las elecciones, si el presidente, ?lvaro Uribe, podr¨¢ ser candidato o no y si debe comportarse como tal.

Seg¨²n la ley de garant¨ªas -creada en 2005 desp¨²es del cambio constitucional que permiti¨® la primera reelecci¨®n-, el presidente o vicepresidente que aspiren a la reelecci¨®n deben declarar p¨²blicamente su inter¨¦s por competir en los comicios seis meses antes de la contienda. Adem¨¢s, exige al candidato presidente una serie de restricciones para equilibrar sus ventajas y privilegios frente a los dem¨¢s aspirantes. Cuatro meses antes no puede, por ejemplo, inaugurar obras p¨²blicas, entregar personalmente recursos o bienes estatales, realizar contratos de Estado o hablar en p¨²blico de sus competidores...

Uribe no ha podido anunciar su intenci¨®n de estar entre los candidatos para las presidenciales del 30 de mayo, y no est¨¢ obligado a portarse como tal, pues legalmente no lo es. La Corte Constitucional no ha dado el visto bueno al refer¨¦ndum reeleccionista, que permitir¨ªa a los colombianos votar por un nuevo cambio de la Carta Magna que abrir¨ªa el camino a un tercer mandato consecutivo.

Hace una semana, el procurador general de la naci¨®n, Alejando Ord¨®?ez, pidi¨® a la Corte Constitucional que declarara legal el refer¨¦ndum, y a Uribe, que se acogiera a la ley de garant¨ªas, "para proteger el inter¨¦s general". Uribe, tras hacer todo tipo de consultas legales, decidi¨® este mi¨¦rcoles respetar una de las restricciones para un candidato-presidente: desde el pr¨®ximo s¨¢bado no se retransmitir¨¢n por la cadena de televisi¨®n estatal los consejos comunales que semanalmente realiza en distintos puntos del pa¨ªs.

La decisi¨®n es inocua. Lleva impl¨ªcito el mensaje de que Uribe s¨ª quiere repetir, pero nada aporta a la equidad. En esos consejos, una especie de audiencias p¨²blicas, cargadas de promesas y d¨¢divas, se pueden seguir comprometiendo los recursos oficiales. "Hablar de garant¨ªas es un chiste cruel", fue el comentario ir¨®nico del precandidato Luis Eduardo Garz¨®n.

"Nadie tiene duda que el presidente es candidato y que legalmente no puede serlo", opina Rafael Pardo, aspirante por el Partido Liberal. Gustavo Petro, candidato del Polo Democr¨¢tico, coalici¨®n de izquierda, afirm¨® que "la ¨²nica garant¨ªa real para unas elecciones transparentes es que el Gobierno cumpla la Constituci¨®n, que es lo que se ha quebrantado".

Plazos al l¨ªmite

En este momento, todo se maneja en el plano de las suposiciones y el Gobierno se la juega a que la Corte Constitucional y el Registro Nacional acorten los tiempos, la primera para aprobar y el segundo para organizar el refer¨¦ndum sobre la reelecci¨®n.

Dan casi por hecho que la primera dar¨¢ su aprobaci¨®n a finales de febrero. Pero el registrador nacional afirma en declaraciones a EL PA?S que necesita tres meses para tener listo el censo electoral y hacerlo p¨²blico y para cumplir el requisito de dar un mes a las campa?as a favor del s¨ª y el no a la reelecci¨®n. S¨¢nchez argumenta ce?ido a la ley y no est¨¢ dispuesto a violarla. "Hay mucha incertidumbre y esto beneficia a unos y perjudica a otros", afirma.