Las organizaciones de periodistas denuncian la impunidad del Ej¨¦rcito de EE UU
Un v¨ªdeo cuestiona la versi¨®n oficial de Washington y muestra c¨®mo militares estadounidenses matan en Bagdad a un fot¨®grafo de Reuters
Impunes pese a cometer cr¨ªmenes ante los ojos de todo el mundo. El clamor no se ha hecho esperar por parte de organizaciones y afectados por el v¨ªdeo difundido por Wikileaks, en el que se puede ver a soldados estadounidenses disparando indiscriminadamente desde un helic¨®ptero Apache contra un grupo de iraqu¨ªes, entre los que se encuentra el fot¨®grafo de la agencia Reuters, Namir Noor-Eldeen, y su conductor, Saeed Chmagh. Seg¨²n la versi¨®n oficial de Washington, aquel 12 de julio de 2007 los militares estadounidenses respondieron a un ataque terrorista en Bagdad, pero las im¨¢genes muestran a un grupo de personas desplaz¨¢ndose por la calle sin dar motivos aparentes de causar peligro.
"La filmaci¨®n tiene un inter¨¦s p¨²blico directo y cuestiona la pol¨ªtica de impunidad que tiene el Ej¨¦rcito de Estados Unidos en conflictos armados", asegura Beno?t Hervieu, responsable del despacho de las Am¨¦ricas para Reporteros Sin Fronteras (RSF). La familia del fot¨®grafo ha reaccionado poco despu¨¦s de la difusi¨®n de las im¨¢genes y ha asegurado que el v¨ªdeo "revela la verdad" de lo que realmente ocurri¨® en el ataque en Bagdad. "Si un incidente de estas caracter¨ªsticas tiene lugar en Estados Unidos, incluso si el que fuera asesinado fuera un animal, entonces, ?qu¨¦ es lo que har¨ªan?", se pregunta el padre de Namir Noor Eldeen en el diario The New York Times.
La pregunta, lanzada al aire a modo de lamento por el padre del fot¨®grafo, tambi¨¦n se la formulan Reporteros Sin Fronteras o el Comit¨¦ para la Protecci¨®n de los Periodistas (CPJ, por sus siglas en ingl¨¦s). Ambas organizaciones saben que el verdadero paso, el decisivo, tiene que darlo la Casa Blanca. "La ley de acceso a la informaci¨®n de este v¨ªdeo y otros documentos deber¨ªan ser difundidos por el Gobierno de EE UU", afirma Hervieu. "El problema es que el proceso de queja y reclamaci¨®n es muy lento. El paso ser¨ªa conseguir una comisi¨®n de investigaci¨®n por parte del Congreso, pero hasta que esto llegase se podr¨ªan destruir muchos documentos", a?ade el portavoz de RSF.
Sin informaci¨®n
El jefe de Reuters, David Schlesinger, ha dicho a trav¨¦s de un comunicado que el v¨ªdeo es un documento gr¨¢fico del peligro al que est¨¢n expuestos los periodistas en zonas de guerra. "Continuamos trabajando por la salud period¨ªstica y llamamos a todas las partes implicadas a reconocer el importante trabajo que los periodistas hacen y el extremo peligro al que se exponen fot¨®grafos y c¨¢maras", recoge el comunicado. Reuters pidi¨® estas im¨¢genes al Gobierno de Estados Unidos hace dos a?os. La agencia se acogi¨® a su derecho a obtenerlas bas¨¢ndose en el Acta de Libertad de Informaci¨®n, pero nunca obtuvo respuesta. Esta ley federal, firmada en 1966, recoge que los ciudadanos tienen derecho a saber lo que el Gobierno y sus diferentes agencias est¨¢n haciendo. A su vez, el Gobierno tiene el deber de proveer informaci¨®n completa de todos los archivos que no est¨¦n espec¨ªficamente exonerados.
En el periodo de la administraci¨®n de Bill Clinton se produjo un importante auge de las desclasificaciones, que se cerr¨® radicalmente durante el mandato de George W. Bush, que alegaba motivos de seguridad nacional ante el terrorismo. Seg¨²n Hervieu, el ex presidente Bush firm¨® en diciembre de 2007 una extensi¨®n de libertades en esta materia pero justo entonces desaparecieron 92 declaraciones y documentos que violaban los derechos humanos y pon¨ªan en tela de juicio la actuaci¨®n del Ej¨¦rcito estadounidense en Irak, Afganist¨¢n o Guant¨¢namo. "La gente sabe lo que ocurri¨® en Abu Ghraib, as¨ª que ser¨ªa mejor que EE UU se reconciliase con la opini¨®n mundial", asegura Hervieu.
Pero lejos de reconciliarse, mantiene su pol¨ªtica de opacidad. Antes de llegar a la Casa Blanca, Barack Obama prometi¨® dar transparencia a estos procesos y documentos clasificados, pero en mayo de 2009, presionado y cuestionado, se ech¨® atr¨¢s. "Lo hizo en nombre de la seguridad nacional y evitar un sentimiento antiamericano en el mundo, pero no cumpli¨® su palabra. Fue un error muy grave de Obama", afirma Hervieu.
"Comportamiento brutal"
Ante el ostracismo oficial de Washington, el brutal v¨ªdeo despierta los ¨¢nimos m¨¢s encendidos. En mitad del mismo, se escucha a los soldados norteamericanos mofarse de las v¨ªctimas del ataque. "Oh, yeah, look at those dead bastards (Mira esos bastardos muertos)". Es la frase que se oye a uno de los pilotos del helic¨®ptero despu¨¦s de atacar al grupo en el que se hallan Namir Noor-Eldeen y Saeed Chmagh. Este ¨²ltimo logra sobrevivir a la primera r¨¢faga de disparos y, mientras se arrastra herido por la acera, los militares esperan la confirmaci¨®n de volver a disparar contra ¨¦l. Deciden hacerlo toda vez que llega una furgoneta a recoger al herido. Resultado final y oficial: 12 muertos ante amenaza terrorista.
La impunidad del Ej¨¦rcito de EE UU en zonas de conflicto no es nueva para la familia de Jos¨¦ Couso, c¨¢mara de Telecinco muerto el 8 de abril de 2003 en el ataque de un tanque estadounidense contra el hotel Palestina, sede de la prensa internacional en Bagdad. Washington asegur¨® tambi¨¦n en su momento que sus militares actuaban en defensa propia. "Lo que evidencia este v¨ªdeo para nosotros es el nulo respeto del Ej¨¦rcito de EE UU a los civiles, y por tanto a los periodistas. Las im¨¢genes muestran un comportamiento brutal. Se asemeja al comportamiento nazi. A nosotros lo que nos preocupa much¨ªsimo es la impunidad y tambi¨¦n la reacci¨®n de los medios de comunicaci¨®n", asegura Javier Couso, hermano del periodista fallecido.
Reporteros Sin Fronteras se?ala que entre 2003 y 2009 murieron 221 periodistas por fuego militar en Irak. Javier Couso, que hace hincapi¨¦ en denunciar las atrocidades de los militares estadounidenses contra la poblaci¨®n civil, afirma que hay una campa?a sistem¨¢tica para atacar e impedir el ejercicio independiente de la informaci¨®n en Irak. Y se lamenta sobre todo por la falta de aplicaci¨®n de normas internacionales contra las tropas estadounidenses en el asesinato de su hermano y "tantos civiles que no son periodistas". "No se han tomado medidas contra los responsables de la muerte de mi hermano. El sargento sigue activo, los otros dos militares son profesores universitarios, pero no hay un procedimiento de procesarles. En vez de estar en b¨²squeda y captura, tenemos constancia de que han recibido medallas", explica Couso.
Lea el an¨¢lisis de Ram¨®n Lobo sobre esta noticia
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