El riesgo de atravesar en vuelo una nube volc¨¢nica
Los cuatro motores del avi¨®n 'City of Edinburgh' se pararon en 1982 sobre un volc¨¢n en Indonesia.- El accidente se evit¨® de milagro
A las 20.40 del 24 de junio de 1982, el capit¨¢n de la British Airways Eric Moody, a los mandos del Boeing 747 City of Edinburgh que sobrevolaba la isla de Yakarta, tom¨® el micr¨®fono y anunci¨® flem¨¢tico a los pasajeros: "Se?oras y se?ores, les habla su capit¨¢n. Tenemos un peque?o problema. Los cuatro motores se han parado. Estamos haciendo todo lo posible para ponerlos bajo control. Conf¨ªo en que no est¨¦n ustedes demasiado preocupados". El caso de este vuelo, y de c¨®mo se evit¨® el accidente que podr¨ªa haber acabado con la vida los 263 ocupantes de la nave, se estudia todav¨ªa en las academias de aviaci¨®n. Es el principal precedente de los efectos que sobre las aeronaves tienen las nubes volc¨¢nicas como la que ha expulsado un volc¨¢n island¨¦s y tambi¨¦n sobre las consecuencias que este fen¨®meno geol¨®gico tiene para el tr¨¢fico a¨¦reo.
Los compuestos volc¨¢nicos, la ceniza y la temperatura ahogan los motores y producen una erosi¨®n acelerada de las ¨¢reas salientes del fuselaje, timones de direcci¨®n y alas (los llamados bordes de ataque). Adem¨¢s, al desplazarse, el trayecto de las nubes volc¨¢nicas obliga a reordenar sobre la marcha el tr¨¢fico a¨¦reo de grandes zonas del planeta, como est¨¢ ocurriendo ahora en los aeropuertos de Reino Unido .
El vuelo 9 Londres-Auckland, con escalas en Bombay, Madras, Kuala Lumpur, Perth y Melbourne, volaba sobre Yakarta cuando el interior del avi¨®n se llen¨® de humo con un fuerte olor a azufre. El radar mostraba cielo despejado. El personal de cabina hab¨ªa observado sobre el fuselaje el llamado "fuego de San Telmo", una luminiscencia verdosa causada por la electricidad est¨¢tica. En pocos minutos los cuatro motores se ahogaron y se apagaron. Los pasajeros pod¨ªan ver a trav¨¦s de los ventanucos que las alas refulg¨ªan y soltaban lenguas de fuego, procedentes del carburante inflamado por el rozamiento con la atm¨®sfera.
El avi¨®n comenz¨® a planear mientras perd¨ªa altura desde los 11.000 metros. El aparato podr¨ªa planear durante varios minutos. Entre tanto, el ingeniero de vuelo intentaba arrancar los motores. Ya por debajo del nivel de crucero, a 4.100 metros, cuando las m¨¢scaras de ox¨ªgeno hab¨ªan saltado a causa de la p¨¦rdida de presi¨®n y los pasajeros hab¨ªan comenzado a redactar mensajes de despedida, el motor n¨²mero cuatro entr¨® en funcionamiento. Luego comenzaron a funcionar los otros tres motores.
El capit¨¢n decidi¨® aterrizar en Yakarta, pero desde la cabina no se ve¨ªa la pista, aunque los boletines segu¨ªan anunciando buen tiempo. Tuvieron que tomar tierra fi¨¢ndose de los sistemas autom¨¢ticos. Al bajar del avi¨®n comprobaron que los cristales se hab¨ªan ahumado y que todas las superficies salientes del avi¨®n estaban como lijadas.
S¨®lo supieron qu¨¦ hab¨ªa pasado cuando, tras ver el parte meteorol¨®gico, comprobaron que hab¨ªa volado a trav¨¦s de una nube volc¨¢nica expulsada por el volc¨¢n Galunggung, situado en la Isla de Java.
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