Los hispanos marchan contra la xenofobia
Manifestaciones de apoyo a los inmigrantes en m¨¢s de 70 ciudades de EE UU.- Los dem¨®cratas temen que una regularizaci¨®n masiva les hunda en las urnas
En una demostraci¨®n de fuerza sin precedentes de la comunidad hispana de Estados Unidos, cientos de miles personas, quiz¨¢ m¨¢s de un mill¨®n, se manifestaron este s¨¢bado en las principales ciudades del pa¨ªs en contra de la ley de Arizona y a favor del derecho de los inmigrantes ilegales a permanecer en el pa¨ªs en condiciones dignas. "Los peregrinos, los primeros pobladores, no tra¨ªan papeles", se pod¨ªa leer en algunas pancartas.
De Nueva York a Los ?ngeles, en Chicago, Atlanta, Houston y Dallas, en Phoenix y en otras poblaciones de la propia Arizona, donde se encendi¨® la mecha, en m¨¢s de 70 ciudades, seg¨²n los organizadores, la gente se ech¨® a la calle en un Primero de Mayo exclusivamente dedicado a la solidaridad con los inmigrantes. En la manifestaci¨®n de Washington fue detenido el congresista dem¨®crata Luis Guti¨¦rrez por detener el tr¨¢fico frente a la Casa Blanca.
Aunque la conmemoraci¨®n recuerda los dram¨¢ticos hechos ocurridos en Chicago en 1886, el Primero de Mayo nunca se ha celebrado en Estados Unidos, donde no es fiesta nacional ni motivo de marchas, m¨¢s all¨¢ de las de un pu?ado de trotskistas en los a?os treinta o las de quienes conservan esta fecha entre sus tradiciones combativas, como los hispanos. En EE UU se celebra el primer lunes de septiembre el D¨ªa del Trabajo.
Este a?o los hispanos han escogido el Primero de Mayo para hacerse masivamente visibles en un momento en el que se sienten como nunca amenazados por la ley de Arizona, que criminaliza la inmigraci¨®n ilegal, y por el apoyo a esa iniciativa detectado por las encuestas entre la mayor parte de la poblaci¨®n en el resto de la naci¨®n.
"Lo sucedido en Arizona prueba el racismo y la histeria antiinmigrante que existen en este pa¨ªs", declar¨® Lee Siu Hin, portavoz de la Red de Solidaridad Nacional con los Inmigrantes, la organizaci¨®n convocante de las manifestaciones.
Escasa integraci¨®n
Pese a que su influencia y su presencia en puestos relevantes han ido creciendo en los ¨²ltimos a?os, los hispanos son mayormente a¨²n una comunidad mal integrada en la sociedad norteamericana. Son cerca de 50 millones -m¨¢s del doble que hace 20 a?os y la mitad de los que ser¨¢n dentro de otros 20- y representan, por tanto, la primera minor¨ªa del pa¨ªs, por delante de los negros. Sin embargo, su presencia, sobre todo en los Estados del sur, sigue siendo motivo de tensi¨®n y, a veces, de hostilidad xen¨®foba.
Ese conflicto se ha agravado en los ¨²ltimos a?os, no s¨®lo por el aumento constante de la inmigraci¨®n, sino por los problemas econ¨®micos que se acumulan sobre los propios estadounidenses y por la degradaci¨®n de las condiciones de seguridad en la frontera por culpa de la criminalidad al otro lado.
La repetici¨®n diaria de espantosas escenas de violencia en M¨¦xico ha elevado el miedo y el sentimiento antiinmigraci¨®n entre los habitantes de esa regi¨®n, aunque muchas veces las cifras no justifiquen esa reacci¨®n.
En Arizona, por ejemplo, donde los hispanos son alrededor del 30% de la poblaci¨®n y hay medio mill¨®n de indocumentados, el respaldo a la controvertida ley firmada la semana pasada aument¨® mucho tras el asesinato, en marzo, de un ranchero de la frontera a manos de narcotraficantes. El horror de ese crimen ceg¨® a los ciudadanos, incapaces de ver que, aunque la inmigraci¨®n ilegal ha aumentado, el n¨²mero de actos delictivos decreci¨® el a?o pasado un 23%.
Esa cifra no va a convencer a los nativos furiosos que ven en cada rostro moreno de un mexicano a un enemigo. El viernes, en una reuni¨®n con sus conciudadanos de Arizona, el senador John McCain tuvo que salir apuradamente a contener a un hombre entre el p¨²blico que defend¨ªa su derecho a parar con su propio fusil lo que ve¨ªa como una avalancha salvaje.
Boicot
El clima se ha calentado extraordinariamente. A las peticiones de boicot a Arizona hechas por los medios progresistas, ha contestado la poblaci¨®n local con la reafirmaci¨®n en sus ideas y algunas figuras de la derecha, como Dick Cheney y Sarah Palin, han solicitado a los estadounidenses que compren productos de ese Estado.
Ning¨²n bando est¨¢ c¨®modo en sus posiciones. Los conservadores sienten la presi¨®n del sector m¨¢s liberal del Partido Republicano que cree en la inmigraci¨®n como uno de los instrumentos b¨¢sicos para el desarrollo. Los dem¨®cratas, que rechazan la ley de Arizona, son conscientes de que cerca de un 60% de votantes la respalda.
El enfrentamiento en Washington va a ser largo y duro. Esta semana, el Partido Dem¨®crata present¨® un borrador de la ley de inmigraci¨®n que elevar¨¢ a discusi¨®n en el Congreso. Adem¨¢s de un camino para la legalizaci¨®n de los cerca de 11 millones de inmigrantes ilegales que se calculan en la actualidad, la propuesta incluye las m¨¢s fuertes medidas de vigilancia fronteriza que nadie ha mencionado antes.
Los dem¨®cratas no quieren dar la impresi¨®n de que preparan una amnist¨ªa masiva. Saben que eso podr¨ªa destrozarles electoralmente. Pero el mismo da?o podr¨ªa hacerles mantenerse impasibles ante el deterioro de la situaci¨®n. Los republicanos, tambi¨¦n conscientes de que es urgente actuar para contener la inmigraci¨®n ilegal, han manifestado su disposici¨®n a negociar una ley, pero han rechazado plenamente la ¨²ltima propuesta dem¨®crata, que consideran una mera maniobra pol¨ªtica.
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