Los diarios de las guerras de los Balcanes est¨¢n firmados por Mladic
Las notas tomadas por el ex general serbobosnio, acusado del genocidio de Srebrenica, pueden probar los acuerdos entre el Ej¨¦rcito y Serbia
Fue un hallazgo de tinte cinematogr¨¢fico. Despu¨¦s de haber levantado varias veces la casa de Ratko Mladic, el general serbobosnio acusado de genocidio por el asesinato de 8.000 varones musulmanes en Srebrenica (1995), la polic¨ªa serbia prob¨® con un ingenio for¨¢neo. Una c¨¢mara a la que no se resiste ni el cemento armado. Y all¨ª estaba la presa: 18 diarios en cir¨ªlico, 120 grabaciones, tarjetas telef¨®nicas y m¨²ltiples documentos. No era es el primero, pero s¨ª el m¨¢s detallado recuento de las guerras de los Balcanes, descritas en 3.500 p¨¢ginas. Y lo firmaba el pr¨®fugo m¨¢s buscado de la justicia internacional. Hace dos meses, el paquete lleg¨® a La Haya, sede del Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia (TPIY). Ahora empiezan a saberse algunos detalles de su contenido. Su an¨¢lisis puede probar que hubo un acuerdo entre el Ej¨¦rcito serbio y la presidencia Serbia, ostentada por el fallecido presidente Milosevic.
A diferencia de las precisas listas de los nazis, que han servido para reconstruir el Holocausto, Mladic no menciona las muertes de Srebrenica. Es m¨¢s, pasa de largo y cita un encuentro con "oficiales de la OTAN y de naciones Unidas el 15 de julio". Las muertes se conmemoran cada 11 de julio, con entierros de cuerpos por fin identificados. Lo que s¨ª describe el militar, incluso con citas textuales, son unas conversaciones heladoras. Mantenidas con representantes bosniocroatas, deb¨ªan animar la expulsi¨®n de la poblaci¨®n musulmana. Los apuntes se remontan a principios de la d¨¦cada de 1990, y entre ellos aparecen frases como ¨¦sta: "Tenemos que ponernos de acuerdo en un par o tres de cosas. Los musulmanes son nuestro enemigo com¨²n". Lo anota Mladic en 1994, citando a Jadranko Prlic. Este antiguo l¨ªder croata est¨¢ siendo por cr¨ªmenes de guerra y contra la humanidad por el TPIY.
"Hay que intercambiar a la poblaci¨®n"
En el mismo encuentro, al que asisti¨® el ex l¨ªder serbobosnio Radovan Karadzic, se afirma que hay varias maneras de someter a los musulmanes, "por v¨ªa militar, rompiendo su fortaleza". Otra entrada el diario es m¨¢s expl¨ªcita todav¨ªa. "Matar a 50.000 musulmanes m¨¢s no conduce a nada, enseguida se recuperan". "Hay que intercambiar a la poblaci¨®n". Seg¨²n Mladic, las palabras fueron pronunciadas por el ex general croata, Slobodan Praljak, hoy procesado por cr¨ªmenes de guerra y contra la humanidad.
Para la fiscal¨ªa del Tribunal para Yugoslavia, se trata de un material precioso. "Los documentos figuran entre los m¨¢s importantes recibidos nunca por el TPIY", en palabras de Serge Brammertz, acusador jefe. Con precisi¨®n militar, el ex general escondido, que fuera el brazo militar de Karadzic, detalla asimismo env¨ªos de combustible, armas, tropas y operaciones estrat¨¦gicas. Algunos encuentros con Milosevic tambi¨¦n son anotados, un dato esencial. Los fiscales esperan demostrar en ellos lo que denominan "cadena de mando". Es decir, que la c¨²pula serbia estuvo metida directamente en la guerra. Seg¨²n el ex presidente Milosevic, que muri¨® en 2006 antes de ser sentenciado, tanto los rebeldes serbios como las tropas serbobosnias actuaron de forma unilateral. ?l no ten¨ªa poder para dirigirles, puesto que era s¨®lo un pol¨ªtico.
Mladic ignora Srebrenica en sus papeles, pero las familias de las v¨ªctimas no olvidan. La justicia holandesa acaba de recibir una demanda por genocidio contra Thom Karremans, comandante de los "cascos azules" destacados en la ciudad bosnia hace quince a?os. El subcomandante Rob Franken, y el ayudante Berend Oosterveen, son tambi¨¦n demandados. Les reclama Hasan Nuhanovic, traductor de los soldados de Holanda en la base abierta en Srebrenica. Perdi¨® a su padre y hermano. La otra r¨²brica es de los parientes del electricista Rizo Mustafic, que arreglaba desperfectos y est¨¢ a¨²n desaparecido.
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