La Iglesia cubana inform¨® a EE UU de las excarcelaciones
El cardenal Ortega viaj¨® a Washington una semana antes de anunciar su acuerdo con el Gobierno cubano.-El prelado presion¨® para que se relaje el embargo a la isla
El Gobierno de Estados Unidos fue informado con anterioridad por la Iglesia cubana de la negociaci¨®n para la liberaci¨®n de algunos presos pol¨ªticos y contin¨²a involucrado en esa operaci¨®n e interesado en las posibilidades de que sirva para mejorar las relaciones con Cuba. Al mismo tiempo, debido a su desconfianza hacia el r¨¦gimen cubano, no quiere precipitarse en la adopci¨®n de medidas de relajamiento del embargo hasta comprobar que la puesta en libertad de algunos reclusos es m¨¢s que una mera actuaci¨®n de car¨¢cter cosm¨¦tico.
"Cuando se producen acontecimientos en Cuba se puede crear un ambiente m¨¢s productivo", admiti¨® a EL PA?S un alto funcionario del Departamento de Estado. La medida anunciada la semana pasada "es positiva porque muestra inter¨¦s en responder a la presi¨®n internacional acerca de los presos". "Esperamos que represente tambi¨¦n la disponibilidad del Gobierno cubano a tomar otras medidas de mayor respeto a los derechos humanos de su pueblo", a?adi¨® la misma fuente.
La Administraci¨®n norteamericana mantiene un seguimiento de la situaci¨®n derivada de la liberaci¨®n de presos y est¨¢ dispuesta a adoptar medidas de reciprocidad si las circunstancias lo permiten, pero no quiere crear expectativas, como ocurri¨® tras las primeras decisiones tomadas por Barack Obama, que luego no fructifiquen. "Mantenemos continuamente distintos contactos a distintos niveles, pero no puedo dar m¨¢s detalles", afirm¨® el funcionario estadounidense.
Esa fuente confirm¨®, no obstante, que el cardenal cubano Jaime Ortega estuvo en Washington entre el 21 y el 27 de junio pasado para entrevistarse con miembros de la Administraci¨®n, entre ellos el responsable de Am¨¦rica Latina en el Departamento de Estado, Arturo Valenzuela, y del Congreso, donde se discute actualmente una ley para levantar la prohibici¨®n de que los ciudadanos norteamericanos viajen a Cuba.
Esa visita formaba parte de los acuerdos que la Iglesia alcanz¨® con el Gobierno cubano y estaba destinada, tanto a garantizar que EE UU no se opon¨ªa a la negociaci¨®n, como a presionar a los responsables pol¨ªticos de este pa¨ªs para que respondieran con otros gestos de buena voluntad hacia Cuba. Para los gobernantes cubanos es muy importante aprovechar esta oportunidad -que ellos interpretan como una gran concesi¨®n- para arrancar contrapartidas en Washington relacionadas con la relajaci¨®n del embargo econ¨®mico.
Autorizar los viajes a la isla
La autorizaci¨®n de los viajes tur¨ªsticos a la isla, actualmente vetados por la legislaci¨®n norteamericana, significar¨ªa una enorme fuente de dinero que servir¨ªa para aliviar considerablemente la desastrosa situaci¨®n econ¨®mica en Cuba.
El Gobierno estadounidense no respalda todav¨ªa abiertamente esa autorizaci¨®n, pero tampoco se opone. De momento, est¨¢ dejando que progrese el debate en el Congreso a la espera de que se confirme un nuevo rumbo hacia la apertura pol¨ªtica en Cuba. La ley para levantar la prohibici¨®n a los viajes est¨¢ siendo discutida actualmente al nivel de comisiones en la C¨¢mara de Representantes. La velocidad de ese proceso depende de la situaci¨®n en Cuba y del impacto que eso pueda tener entre la opini¨®n p¨²bica norteamericana.
En ese sentido es importante la implicaci¨®n en toda esta operaci¨®n de la Iglesia cat¨®lica, y por eso la visita del cardenal Ortega tiene un gran significado. El papel de la Iglesia es respetado entre la comunidad cubana de Miami, a donde Ortega ha viajado en el pasado con cierta frecuencia, y puede resultar muy valioso para darles credibilidad aqu¨ª a los pasos que el r¨¦gimen cubano pueda dar en el futuro.
Uno de los movimientos m¨¢s inmediatos deber¨ªa de ser, seg¨²n el criterio de Washington, el de consumar las liberaciones de presos prometidas y hacerlo de una manera acorde con el respeto b¨¢sico a los derechos humanos, es decir, convirtiendo a los reclusos en personas libres, no en exiliados.
Por esa raz¨®n, EE UU no va a aceptar que los reos liberados sean trasladados a este pa¨ªs directamente desde la c¨¢rcel. "Pensamos que los presos puestos en libertad deber¨ªan ser los que decidan quedarse en Cuba o tratar de ir a otro pa¨ªs. Si la voluntad de algunos de ellos fuese la de trasladarse a EE UU, podr¨ªan solicitar el estatus en nuestra Secci¨®n de Intereses en La Habana", explic¨® el funcionario citado anteriormente.
El portavoz del Departamento de Estado, Philip Crowley, declar¨® el mi¨¦rcoles que su Gobierno estaba "encantado" con el hecho de que varios presos hayan sido traslados a Espa?a en los ¨²ltimos d¨ªas, pero a?adi¨® que EE UU no va a seguir ese modelo.
![Mijail B¨¢rzaga (i) y Luis Mil¨¢n (d), presos pol¨ªticos cubanos liberados por el r¨¦gimen castrista, en un hotel de lMadrid donde han llegado hoy acompa?ados por familiares](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/MI7NNXIROTX74O7JPDMECMC3PU.jpg?auth=50f10f03a482029465b0b5a50dfb0da3123a95c964cd70fcd0d186ec1320aff4&width=414)
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