Wikileaks: c¨®mo destapar esc¨¢ndalos en Internet

?Puede una simple p¨¢gina de Internet sin publicidad ni ayudas p¨²blicas destapar documentos comprometidos, de alcance internacional, como la ideolog¨ªa xen¨®foba de un partido pol¨ªtico en Reino Unido, el ataque indiscriminado del Ej¨¦rcito de EE UU contra un c¨¢mara de la agencia Reuters o, ahora, los papeles que revelan muertes de civiles y el doble juego de Pakist¨¢n en la lucha contra los talibanes? La respuesta solo es una: s¨ª desde que existe Wikileaks.

Desde su creaci¨®n en diciembre de 2006, este portal ha conseguido convertirse en un altavoz inc¨®modo para los gobiernos, los poderes p¨²blicos y las empresas multinacionales. Ahora, vuelve a ser un referente period¨ªstico al revelar operaciones encubiertas e informaci¨®n oculta sobre la guerra contra los talibanes en Afganist¨¢n y Pakist¨¢n . En la p¨¢gina, se han filtrado cerca de 90.000 folios de documentos militares estadounidenses clasificados. Los informes, que abarcan de 2004 a 2010, demuestran que EE UU ha ocultado tanto pruebas de sus propias actuaciones fuera de la ley como del poder¨ªo militar acumulado por los talibanes y las sangrientas masacres que han protagonizado, matando a unos 2.000 civiles hasta la fecha.

Con m¨¢s de un mill¨®n de documentos o informes en su haber en sus a?os de existencia, Wikileaks (wikifiltraciones, en castellano) funciona como una especie de contenedor online de filtraciones, un proyecto que desde el primer d¨ªa se abri¨® a los ciudadanos aunque, eso s¨ª, se perdi¨® de vista al reportero tradicional, que hac¨ªa de enlace y aplicaba su criterio entre la fuente y el medio. En el prop¨®sito de Wikileaks, mientras tanto, est¨¢ por encima de todo proteger a sus fuentes, conocidas por ellos mismos como los whistleblowers.

De esta forma, la web, creada por periodistas y activistas an¨®nimos al modo de la enciclopedia participativa Wikipedia, ofrece a cualquier usuario la posibilidad de alojar an¨®nimamente mediante una conexi¨®n cifrada textos, audios o v¨ªdeos confidenciales cuya autenticidad el portal se encarga posteriormente de verificar. Cinco voluntarios a tiempo completo y entre 800 y 1000 colaboradores (t¨¦cnicos inform¨¢ticos, abogados, periodistas...) trabajan en este sitio que se alimenta de las donaciones y, seg¨²n aseguran sus fundadores, no acepta publicidad ni ayudas p¨²blicas. Entre los donantes, se encuentran el peri¨®dico brit¨¢nico The Guardian.

Repercusi¨®n mundial

Con presencia en Twitter y en Facebook, Wikileaks ha pasado de ser un sitio de escasa repercusi¨®n a un portal referente a nivel mundial por el peso de sus informaciones. En 2008, recibi¨® el premio al medio de comunicaci¨®n del a?o por la revista Economist. En 2009, el portal y su fundador, Julian Assange, ganaron el premio de Amnist¨ªa Internacional en la categor¨ªa de Nuevos Medios por sacar a la luz informes sobre las matanzas de Kenia.

En octubre de 2009, la p¨¢gina web filtr¨® una detallada y larga lista de miles de miembros de la formaci¨®n racista BNP (siglas en ingl¨¦s del Partido Nacional Brit¨¢nico), en la que se pod¨ªa tener acceso a los nombres y apellidos de sus integrantes, as¨ª como a sus direcciones particulares y sus n¨²meros de tel¨¦fono. La pol¨¦mica salt¨® en Reino Unido por el secretismo que rodea a un partido pol¨ªtico repleto de acusaciones de racismo.

En Reino Unido, adem¨¢s, Wikileaks destap¨® el caso de protecci¨®n para la empresa Trafigura. La compa?¨ªa de transporte pag¨® a una empresa local de Costa de Marfil para deshacerse de 400 toneladas de gasolina de baja calidad. El operador contratado se limit¨® a esparcirla por las cercan¨ªas de la ciudad de Abidjan. 85.000 personas necesitaron cuidados m¨¦dicos, paralizando el fr¨¢gil sistema sanitario del pa¨ªs. Ocho personas fallecieron a causa, al parecer, de la exposici¨®n a esta basura qu¨ªmica. Trafigura acudi¨® al juez pidiendo protecci¨®n ante la filtraci¨®n de un documento confidencial y Wikileaks revel¨® todo el entramado.

Bastante repercusi¨®n tambi¨¦n tuvieron las cintas que revelaban la intrahistoria de los atentados del 11-S, segundo a segundo. Wikileaks puso a disposici¨®n del lector en noviembre de 2009 medio mill¨®n de comunicaciones que fueron emitidas y recibidas durante aquel d¨ªa en las Torres Gemelas y en la sede del Pent¨¢gono, la mayor¨ªa de ellas emitidas por el FBI o la polic¨ªa de Nueva York. Las llamadas telef¨®nicas, los correos electr¨®nicos y los SMS interceptados que se recog¨ªan en la web a lo largo de 12 p¨¢ginas despertaron la pol¨¦mica sobre el respeto a la intimidad de miles de personas o sobre la necesidad de mostrar gratuitamente el dramatismo que sobrevino en los momentos posteriores a los ataques.

Pero el caso m¨¢s relevante fue la difusi¨®n del v¨ªdeo Collateral Murder, en el que un helic¨®ptero Apache estadounidense abat¨ªa el 12 de julio de 2007 a una docena de personas en un barrio de Bagdad. El v¨ªdeo dio la vuelta al mundo con m¨¢s de cuatro millones de visitas en 72 horas en YouTube. En ¨¦l se mostraba que entre los muertos se hallaba el c¨¢mara de Reuters Namir Noor Eldeen, y su chofer Saeed Chmagh. Las im¨¢genes trajeron las denuncias de las organizaciones de periodistas y oblig¨® al Pent¨¢gono a abrir una nueva investigaci¨®n del ataque.

'Afganist¨¢n, al descubierto', por RAM?N LOBO

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