Colombia, en la era del optimismo

El presidente saliente m¨¢s popular de la historia reciente de Colombia entreg¨® este s¨¢bado por la noche (hora espa?ola) el testigo al presidente entrante m¨¢s votado en medio siglo . Ambos, ?lvaro Uribe y Juan Manuel Santos, comparten un respaldo que ronda el 75%. El primero, por una gesti¨®n que en ocho a?os sac¨® a Colombia de la lista negra de los Estados fallidos, rescat¨¢ndola de los grupos armados y el narcotr¨¢fico y convirti¨¦ndola en una de las econom¨ªas emergentes m¨¢s vigorosas. El segundo, porque diezm¨®, como ministro de Defensa, a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), la todopoderosa guerrilla que lleg¨® a dominar la mitad del territorio.

Santos, de 58 a?os, arroll¨® en los comicios del pasado 20 de junio como abanderado del legado uribista. Eso s¨ª, en versi¨®n mejorada: este economista y abogado, reconocido estratega, ha dejado claro que gobernar¨¢ a su modo , alejado del estilo beligerante de su antecesor y poniendo el ¨¦nfasis en la consolidaci¨®n del crecimiento, el combate al desempleo y a la corrupci¨®n y el fortalecimiento institucional. Quiz¨¢s por eso Colombia respira un inusitado clima de optimismo, que comparte el 52% de la poblaci¨®n, 10 puntos m¨¢s que hace seis meses.

Las esperanzas puestas en Santos son enormes. Varios factores juegan a su favor. El primero es la solidez de su mandato. El nuevo presidente cuenta con el apoyo de un 80% del Congreso, lo que le garantiza la v¨ªa libre a sus iniciativas. El pacto de unidad nacional que ha suscrito con los cinco principales partidos le va a permitir establecer con los legisladores "una relaci¨®n institucional", alejada de los enjuagues clientelistas que marcaron el mandato de Uribe y sus antecesores.

Los vientos de la econom¨ªa, adem¨¢s, son de nuevo propicios , tras dos a?os de ralentizaci¨®n a causa de la crisis mundial. La expectativa de crecimiento para este a?o llega al 5,5%, impulsado por el aumento de la producci¨®n de hidrocarburos y las exportaciones, que el pasado semestre crecieron un 24%. "El inmenso logro de Uribe fue recuperar la seguridad del pa¨ªs y, con ella, la confianza en los negocios. En su etapa se sentaron las bases para un desarrollo s¨®lido", se?ala el economista Mauricio Reina. La inversi¨®n extranjera pas¨® del 12% al 28% del PIB. El crecimiento se dispar¨®, alcanzado el 8% en 2007. Pero los retos, apunta Reina, no son menores. "El mercado dom¨¦stico no se ha consolidado, tenemos el mayor desempleo de Am¨¦rica Latina (12%) y un 52% de informalidad".

Ah¨ª es donde Santos va a centrar su gesti¨®n. "Nuestra revoluci¨®n social ser¨¢ la formalizaci¨®n de la econom¨ªa y la creaci¨®n de empleo", dice Juan Carlos Echeverry, flamante ministro de Econom¨ªa. Los proyectos ya est¨¢n listos, e incluyen ayudas fiscales y programas de capacitaci¨®n para la peque?a empresa. El combate a la pobreza (45% de la poblaci¨®n), el elevado d¨¦ficit fiscal (4,5% del PIB), el impulso a las infraestructuras y una ley sobre la tenencia de la tierra son tambi¨¦n prioridades del nuevo Gobierno.

Por lo pronto, el Gabinete ha recibido el visto bueno de los analistas, que hablan de un "equipo de lujo". Frente a las pr¨¢cticas de Uribe, un "microgestor" que asum¨ªa todas las responsabilidades y opacaba a sus ministros, Santos tiene un car¨¢cter mucho m¨¢s ejecutivo: es un gerente al que le gusta rodearse de los mejores y delegar. Sus ministros tienen en general un perfil t¨¦cnico y son reconocidos expertos en sus ¨¢reas.

Otro reto inmediato son las conflictivas relaciones con el presidente venezolano, Hugo Ch¨¢vez, a quien Uribe acaba de denunciar ante la Corte Penal Internacional por dar cobijo y apoyo a las FARC. La maniobra, que algunos han querido ver como un intento del presidente saliente de boicotear los esfuerzos reconciliadores de su sucesor, estaba en realidad consensuada con Santos. Uribe ha hecho el "trabajo sucio" para que ¨¦l, ahora, pueda iniciar un acercamiento con el vecino y socio comercial sobre bases claras: no puede haber borr¨®n y cuenta nueva. Aunque el nuevo presidente no piensa ceder ni un ¨¢pice en el combate a la narcoguerrilla, ya ha anunciado que uno de sus "prop¨®sitos fundamentales" ser¨¢ restablecer las relaciones con Venezuela y Ecuador.