Miles de personas reclaman que Francia "siga siendo tierra de acogida"

Decenas de miles de franceses -77.300 seg¨²n las autoridades y 100.000 seg¨²n los convocantes- han salido hoy a la calle para protestar por la pol¨ªtica en materia de extranjer¨ªa y de seguridad de Nicolas Sarkozy y, en concreto, por la expulsi¨®n de gitanos rumanos y el desmantelamiento de sus campamentos a lo largo del mes de agosto. La manifestaci¨®n m¨¢s importante, celebrada en Par¨ªs, que ha reunido 50.000 personas seg¨²n los organizadores y 12.000 seg¨²n la polic¨ªa, se abr¨ªa, simb¨®licamente, con un grupo de gitanos que viv¨ªan en Choisy-le-Roi, en la regi¨®n de Val-de-Marne, pr¨®xima a Par¨ªs, cuyo campamento fue destruido el 12 de agosto. Encima de los hombros de su madre, una ni?a enarbolaba un cartel que por un lado rezaba "nos dec¨ªan que eran nuestros amigos..." y por otro "seamos buenos... pero no demasiado".

A la jornada de protesta, que se ha desarrollado en m¨¢s de un centenar de ciudades francesas, organizada por varias ONG y movimientos civiles, se han adherido los sindicatos y los partidos pol¨ªticos de la izquierda francesa, incluido el Partido Socialista franc¨¦s (PS). La marcha de Par¨ªs ha comenzado en la plaza de la Rep¨²blica a las dos de la tarde y ha acabado tres horas despu¨¦s en la Place del H?tel de Ville. El sol de septiembre parisino, la buena temperatura y, sobre todo, las ganas de mostrar que no todos los franceses aprueban las leyes de Sarkozy, han reunido en la calle a j¨®venes, mayores, viejos sindicalistas, diputados, miembros de muchas ONG de or¨ªgenes distintos, familias con ni?os, inmigrantes sin papeles y con papeles y parejas de enamorados. Un estudiante caminaba solo con un cartel hecho de cart¨®n que dec¨ªa: "Francia es una Rep¨²blica, no un estado policial". Un grupo de manifestantes llevaban una pegatina amarilla en la que s¨®lo hab¨ªa escrita una simple palabra: "Respeto".

El 'Clandestino' de Manu Chao

Cerca de los gitanos rumanos de Choisy-le-Roi marchaban tres gitanos espa?oles, miembros del Consejo Estatal del Pueblo Gitano, procedentes de Andaluc¨ªa. Uno de ellos, Ricardo Hern¨¢ndez, ha explicado as¨ª la raz¨®n del viaje: "Venimos a protestar, porque no hay derecho a que sigan haciendo de los gitanos el chivo expiatorio. Hasta ahora, Francia hab¨ªa sido ejemplo de muchas cosas, de la Revoluci¨®n... ahora, debe volver a serlo".M¨¢s atr¨¢s, acompa?ando a una ONG contra el sida y la discriminaci¨®n, Zaz Rosnet, una mujer de unos 30 a?os, ha explicado tambi¨¦n por qu¨¦ hab¨ªa decidido acudir a la llamada: "Francia est¨¢ perdiendo sus valores republicanos. Est¨¢n en peligro. Esta pol¨ªtica de Sarkozy, represiva y populista, es lo f¨¢cil, es decidirse por lo f¨¢cil".

"El mundo debe saber que no todos los franceses aprobamos lo que hace Sarkozy con los extranjeros", ha a?adido una se?ora de unos 50 a?os que caminaba al lado de un hombre que portaba una pancarta en la que, bajo el dibujo de unos ni?os, se pod¨ªa leer: "Dejadlos crecer aqu¨ª". Esta es la primera de las grandes manifestaciones a las que Sarkozy se enfrentar¨¢ en este oto?o que se antoja movido: el martes, los sindicatos han convocado otra jornada de reivindicaci¨®n, con huelga general y masivas marchas callejeras, para protestar por la reforma de las pensiones, que ese mismo martes comienza a debatirse en la Asamblea.

En el arranque de la marcha, frente al Ministerio de la Inmigraci¨®n, una quincena de artistas -R¨¦gine, Jane Birkin, Agn¨¨s Jaoui, Jeanne Cherhal y Clarika...- han entonado Les petits papiers, el alegato de Serge Gainsbourg contra la necesidad de tener documentos. La marcha ha sido completamente pac¨ªfica, festiva y colorista, ya que cada organizaci¨®n llevaba su bandera. Tambi¨¦n hab¨ªa mucha m¨²sica, incluido un cami¨®n desde el que se repite una y otra vez la canci¨®n Clandestino del hispanofranc¨¦s Manu Chao, todo un himno de los inmigrantes sin papeles. Tambi¨¦n ha sonado de vez en cuando La Marsellesa.

El ministro franc¨¦s del Interior, Brice Hortefeux, ha emitido un comunicado en el que minimiza la protesta, que a su juicio s¨®lo ha logrado reunir a "unas decenas de miles de personas" a pesar del gran n¨²mero de organizaciones convocantes. "Sin duda se trata de una decepci¨®n para los organizadores", ironiza Hortefeux. Para el ministro, este tipo de "manifestaciones heter¨®clitas", que reun¨ªan "un mosaico de partidos tradicionales y tambi¨¦n de grup¨²sculos de izquierdistas y anarquistas, no pueden dictar una pol¨ªtica".