Las medidas xen¨®fobas dividen Francia

La decisi¨®n del Gobierno del presidente Nicolas Sarkozy de expulsar a los gitanos y la ley que prepara para quitar la nacionalidad a los criminales de origen extranjero han encendido el debate en Francia. Mientras muchos intelectuales, organizaciones de derechos humanos y hasta la misma ONU sostienen que las medidas est¨¢n "recrudeciendo" los actos racistas y xen¨®fobos en el pa¨ªs, la mayor¨ªa de los primeros sondeos realizados por los medios respaldan las medidas del Ejecutivo aun cuando se dude mucho de su eficacia para frenar la delincuencia.

Las medidas son parte de la ofensiva electoral de Sarkozy con vistas a la reelecci¨®n de 2012 y tras la derrota en los comicios regionales de marzo pasado. Desde entonces, el presidente organiza reuniones cada tres semanas en El El¨ªseo para preparar la remontada. La ¨²ltima estrategia, supuestamente destinada a la lucha contra la delincuencia, fue puesta en marcha a finales de julio.

La ONU avisa sobre el "recrudecimiento" de los actos racistas en el pa¨ªs

En Grenoble, frente a cientos de polic¨ªas, Sarkozy no dud¨® en unir la seguridad ciudadana con la inmigraci¨®n en su discurso para anunciar que los delincuentes de origen extranjero no merecen ser franceses. Cuando dijo esto, la decisi¨®n de expulsar a los gitanos ya estaba tomada. La justificaci¨®n se origin¨® en los disturbios registrados en Saint-Aignan tras la muerte de un joven gitano a manos de la polic¨ªa. Desde que el ministro del Interior, Brice Hortefeux, anunci¨® el 28 de julio el desmantelamiento de los poblados gitanos, m¨¢s de 40 de estos campamentos han sido erradicados y alrededor de 700 personas han sido repatriadas a Bulgaria y Rumania en vuelos ch¨¢rter. Ayer mismo, la polic¨ªa desaloj¨® a un millar de gitanos de 274 caravanas en Anglet, al suroeste.

La ONU ha criticado duramente la pol¨ªtica de Sarkozy. El Comit¨¦ para la Eliminaci¨®n de la Discriminaci¨®n Racial que esta semana analiz¨® la situaci¨®n en Francia concluy¨® que en el pa¨ªs hab¨ªa un "notable recrudecimiento del racismo y la xenofobia". La reacci¨®n de la UMP, el partido de Sarkozy, fue dur¨ªsima. Su portavoz, Dominique Paill¨¦, declar¨® que las conclusiones del comit¨¦ le extra?aban, "sobre todo porque lo componen gente que procede de pa¨ªses que no respectan en absoluto los derechos humanos". El comit¨¦ lo componen 18 miembros de diferentes pa¨ªses, como China, Pakist¨¢n o Burkina Faso, adem¨¢s de EE UU y el Reino Unido. Hortefeux, por su parte, a?adi¨® que el Gobierno no tiene "ninguna voluntad de estigmatizar" a la comunidad gitana, tal y como le recrimina la ONU.

La intenci¨®n del Ejecutivo de modificar la ley para poder retirar la ciudadan¨ªa a los franceses nacionalizados que ataquen a la autoridad p¨²blica o cometan un delito tambi¨¦n ha sido denunciada por anticonstitucional por las asociaciones de Derechos Humanos, que sostienen que no se puede diferenciar entre diferentes tipos de franceses. La propuesta legal ser¨¢ debatida en septiembre en la Asamblea Nacional.

En principio, los sondeos apuntan a que el Gobierno cuenta con el apoyo de la poblaci¨®n. Seg¨²n una encuesta publicada por el diario conservador Le Figaro, el 79% de los entrevistados se declara a favor del desmantelamiento de los poblados de gitanos. Entre el electorado de derechas, el porcentaje se dispara al 94%. M¨¢s del 70% se muestra favorable a la retirada de la nacionalidad para cierto tipo de criminales. En otra encuesta, publicada esta vez por el diario comunista L'Humanit¨¦, el 62% considera necesarios los desmantelamientos de los campos gitanos y el 57% est¨¢ de acuerdo con las medidas relativas a la ciudadan¨ªa. En cuanto a la tasa de popularidad el presidente, en t¨¦rminos generales, remonta por primera vez en meses, al recuperar dos puntos entre julio y agosto, para situarse en el 34%, seg¨²n Le Parisien.

La revista Marianne, muy cr¨ªtica con el presidente Sarkozy, ha publicado otro sondeo en el que una ajustada mayor¨ªa (51%) reprueba las medidas, mientras que un 46% las respalda. Otro dato curioso de la encuesta es que siete de cada diez ciudadanos creen que ninguna de las medidas tomadas en los ¨²ltimos ocho a?os ha sido eficaz para reducir la criminalidad. Durante ese periodo, Sarkozy ocup¨® dos veces el Ministerio del Interior. Lleg¨® a la presidencia en mayo de 2007.

La primera secretaria del Partido Socialista, Martine Aubry, se ha limitado de momento en denunciar la deriva "antirrepublicana" del Gobierno, aunque miembros del partido aseguran que se expresar¨¢ con m¨¢s detalles sobre el proyecto de retirada de la nacionalidad con el reinicio del curso pol¨ªtico. M¨¢s duras han sido las palabras del ex primer ministro socialista Michel Rocard, que ha calificado la actitud electoralista "en busca del voto del (partido de extrema derecha) Frente Nacional" del Gobierno de "execrable y escandalosa".

A la espera de comprobar si estas medidas han supuesto el punto de inflexi¨®n esperado por el Gobierno en la reconquista de la opini¨®n p¨²blica, de momento el Ejecutivo ha logrado dejar en un segundo plano el que se anunciaba como el culebr¨®n del verano, el esc¨¢ndalo politico-financiero conocido como caso Bettencourt, que salpicaba de pleno al titular de Trabajo, Eric Woerth. El ministro, que en septiembre tendr¨¢ que defender la reforma del sistema de pensiones del Gobierno, fue interrogado apenas unos d¨ªas antes del anuncio de las medidas xen¨®fobas por la polic¨ªa financiera en el marco de la investigaci¨®n en torno a la fortuna de la due?a de L'Or¨¦al, Liliane Bettencourt, por un posible conflicto de intereses.