Turqu¨ªa aprueba la reforma constitucional que refuerza a Erdogan
El 58% de los votantes da el 's¨ª' al nuevo texto que modifica la judicatura, refuerza los derechos civiles y recorta los privilegios militares.- La participaci¨®n alcanza el 77%
Los turcos se han decantado por reformar su Constituci¨®n y con ello han reforzado al primer ministro, Recep Tayyip Erdogan. Un 58% de los votantes ha apoyado en el refer¨¦ndum celebrado hoy el s¨ª a las enmiendas que, entre los aspectos m¨¢s importantes, modifican el Poder Judicial y recortan los privilegios de los militares. Casi cuatro horas despu¨¦s del cierre de los colegios, Erdogan ha anunciado la victoria del si y ha calificado de "hist¨®rico" este resultado que retoca 26 art¨ªculos de la Carta Magna elaborada tras el golpe de Estado militar de 1980, informa Reuters. La participaci¨®n ha alcanzado el 77%.
En las provincias occidentales de Turqu¨ªa la participaci¨®n ha sido muy elevada, mientras que el llamamiento a boicotear los comicios de parte del partido BDP ha tenido su efecto en el sureste del pa¨ªs, habitado mayoritariamente por kurdos, informa Efe.
La jornada ha dejado algunas incidencias como que Kemal Kilicdaroglu, el l¨ªder del principal partido de la oposici¨®n -el Partido Republicano del Pueblo (CHP)-, no ha podido votar por una confusi¨®n en la mesa, informa Reuters. Kilicdaroglu, que encabez¨® la campa?a en rechazo de las enmiendas, no estaba informado de los cambios introducidos por la Alta Comisi¨®n Electoral, que hab¨ªa modificado la normativa de votaci¨®n para los miembros del Parlamento y que reduc¨ªa los colegios electorales en los que pod¨ªan depositar su papeleta.
Estambul amaneci¨® con aires de tormenta. El clima no invitaba a salir de casa. Parec¨ªa que el cielo no se lo quer¨ªa poner f¨¢cil a los 18 millones de habitantes que viven en esta urbe y que hoy han decidido sobre la reforma de su Constituci¨®n. Pero los turcos est¨¢n acostumbrados. Nunca lo han tenido f¨¢cil. El r¨¦gimen, bajo el cual han estado viviendo los ¨²ltimos 30 a?os, fue instaurado, en 1980 con un golpe de Estado. En la sangrienta sonada, la tercera desde que Mustaf¨¢ Ataturk instaurara la Rep¨²blica en 1923, se zanj¨® con 150.000 arrestos, el cierre de sindicatos, de peri¨®dicos, as¨ª como cientos de asesinatos y desapariciones no esclarecidos. La Carta Magna bajo la que se rige su Estado, fue aprobada dos a?os despu¨¦s en un refer¨¦ndum en el que el voto era obligatorio y la abstenci¨®n era penada con una multa.
Z¨¹beyde Matur recuerda bien ese d¨ªa. Las im¨¢genes de los militares que custodiaban las urnas, aquel 12 de Septiembre de hace 28 a?os, estaban hoy presentes al ir a votar. "Las papeletas eran transparentes, todos sab¨ªan lo que ibas a votar. Yo fui del 8 % que dijo No". Ten¨ªa 38 a?os. Nada le ocurri¨®, pero apunta que el miedo hizo que la tasa de aprobaci¨®n a la constituci¨®n golpista fuera del 90 %. Matur vive en Fatih, el barrio tradicional de Estambul, feudo del partido de la Justicia y el Desarrollo, AKP, islamista moderado y promotor de la reforma. Aqu¨ª se esperaba que el si arrasara. En sus calles las mujeres visten chandor, y muchos hombres barbas largas. Pero tambi¨¦n las hay que caminan sin cubrirse el cabello, que usan pantalones apretados o visten camisetas de Nirvana.
Decir s¨ª o no a la reforma no era f¨¢cil para los 50 millones de turcos que hoy pod¨ªan acudir a las urnas. Aunque la mayor parte de las modificaciones son ampliamente apoyadas por la poblaci¨®n y la UE, hab¨ªa en la consulta algunas medidas pol¨¦micas, como la reforma de la judicatura. La oposici¨®n hab¨ªa pedido el voto negativo y, por eso, el refer¨¦ndum ha sido tomado como un plebiscito sobre el gobierno de Erdogan a apenas un a?o de las pr¨®ximas elecciones generales. Al ganar el s¨ª, el poder militar queda supeditado al civil, y los militares responsables del Golpe de 1980 podr¨ªan ser llevados ante los tribunales.
Zuybek es kurdo y no ha ido hoy a votar. Defiende la v¨ªa del boicot, apoyada por el BDP, ¨²nico partido pro-kurdo con representaci¨®n parlamentaria. Es su modo de protestar ante una reforma que no les tiene en cuenta. "Todas nuestras reivindicaciones han sido deliberadamente desatendidas Erdogan" lamenta Zuybek. La m¨¢s grave, que la Constituci¨®n niegue la identidad de las minor¨ªas presentes en el pa¨ªs; seg¨²n la Carta Magna todos los ciudadanos de Turqu¨ªa son de etnia turca. Pero no es la ¨²nica. Otras reivindicaciones desatendidas por el Gobierno son la bajada de la barrera electoral del 10 % al 5 % que abrir¨ªa la entrada de partidos kurdos en el parlamento, o la abolici¨®n de la ley antiterrorista que ha llevado a muchos pol¨ªticos y activistas a prisi¨®n.
O s¨ª, o no, o boicot. Las tres opciones que hoy han podido elegir los turcos. Las tres formas de buscar el cambio. Pero todas ellas coinciden en un punto: La reforma de hoy no puede ser el final, la Constituci¨®n debe cambiar. "Queremos m¨¢s igualdad, queremos m¨¢s derechos" explica un vendedor de t¨¦ en el colegio electoral de Fatih. "Pero tambi¨¦n queremos que esta noche gane Turqu¨ªa el mundial de basket". El equipo est¨¢ en la final. Nunca hab¨ªa llegado tan lejos.
Claves de la reforma constitucional
Reforma de la Judicatura. El Parlamento podr¨¢ designar un porcentaje de los miembros del Tribunal Constitucional y del Consejo Superior del Poder Judicial.
Ej¨¦rcito. Retirada de la inmunidad a los generales que llevaron a cabo el golpe de Estado de 1980. Los delitos contra la Constituci¨®n perpetrados por miembros de las Fuerzas Armadas ser¨¢n juzgados pro tribunales civiles.
Derechos civiles. La Constituci¨®n reforzar¨ªa adem¨¢s la protecci¨®n a determinados sectores de la poblaci¨®n; como ni?os, ancianos, discapacitados, viudas, hu¨¦rfanos y veteranos de guerra.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.