China firma contratos con Francia por valor de m¨¢s de 14.000 millones
Pek¨ªn compra 102 aviones a Airbus por 10.000 millones.- El presidente Hu Jintao visita Par¨ªs tras dos a?os de relaciones tambaleantes para suscribir ventajosos acuerdos ec¨®nomicos
Una hora antes de que el presidente chino, Hu Jintao, aterrizara hoy en el aeropuerto parisiense de Orly saltaba la primera noticia que subrayaba la evidente dimensi¨®n econ¨®mica de su visita: la compa?¨ªa a¨¦rea china Shoutern anunciaba la compra de 36 aviones a la empresa europea Airbus. M¨¢s tarde, el El¨ªseo anunciaba que el acuerdo general inclu¨ªa otras compa?¨ªas a¨¦reas chinas y que se iban a adquirir 102 aviones a Airbus, por un valor de 10.000 millones de euros (ninguno corresponde al modelo accidentado en Singapur).
El viaje de Hu Jintao a Francia, que durar¨¢ tres d¨ªas, es decisivo y delicado para Nicolas Sarkozy, dada las tambaleantes relaciones que han sobrellevado estos pa¨ªses desde 2008 y la pujanza econ¨®mica de la segunda potencia mundial. As¨ª, el Gobierno franc¨¦s ha dispuesto hoy cada detalle para que todo resultara un exquisito paseo sin aristas: la alfombra roja en la pista de aterrizaje, la guardia republicana en moto, el paseo por los Campos El¨ªseos con banderas, la nada usual presencia de los mism¨ªsimos Nicolas Sarkozy y Carla Bruni al pie del avi¨®n para un recibimiento personal... Tambi¨¦n hay otras concesiones m¨¢s pol¨¦micas y menos ligadas al protocolo: la ausencia de ruedas de prensa durante la visita a fin de que el presidente chino no tenga que responder a preguntas inc¨®modas sobre derechos humanos o sobre la encarcelaci¨®n del ¨²ltimo premio Nobel de la Paz, Liu Xiaobao.
Los acuerdos que Francia y China han firmado hoy en sectores punteros como el petroqu¨ªmico (inversi¨®n en la construcci¨®n de una planta para transformar el carb¨®n), el aeron¨¢utico (la citada venta de aviones), el nuclear (venta por parte de Francia de 20.000 toneladas de uranio en diez a?os), el de las telecomunicaciones (venta de equipos y redes), entre otros, ascienden a m¨¢s de 14.000 millones de euros, seg¨²n el Gobierno chino. Con todo, una cantidad inferior a la que signific¨® la visita de Sarkozy a Pek¨ªn en 2007, que se trajo contratos por valor de 17.000 millones de euros.
Desde esa fecha han pasado varias cosas que enfriaron mucho las relaciones chino-francesas: en abril de 2008, el paso por Par¨ªs de la antorcha ol¨ªmpica con destino Pek¨ªn se vio plagado de incidentes y de protestas por la represi¨®n china en T¨ªbet. Sarkozy atiz¨® gasolina a la hoguera al amagar con no asistir a la ceremonia de los Juegos Ol¨ªmpicos. Finalmente, acudi¨®, pero las reticencias chinas no se disiparon.
As¨ª, desde hace tiempo, la diplomacia francesa pisa con pies de plomo para no herir m¨¢s al gigante chino y aprovecharse del descomunal crecimiento de un pa¨ªs que, seg¨²n Boeing, necesitar¨¢, por ejemplo, 4.300 nuevos aviones en los pr¨®ximos 20 a?os para hacer frente a su demanda de transporte a¨¦reo.
Sarkozy guard¨® silencio cuando la Academia Sueca concedi¨® el pasado 10 de octubre el Premio Nobel de la Paz al disidente chino Liu Xiaobo, encarcelado por firmar un documento pidiendo reformas democr¨¢ticas. Hoy, antes de ir a recibir a Hu al aeropuerto, en un acto en Troyes, el presidente franc¨¦s ha dicho: "La visita de los dirigentes chinos no es un peligro sino una oportunidad. No se avanza en los asuntos lanzando reproches, sino intentando comprender".
Cr¨ªticas a la visita
Diversas asociaciones defensoras de los derechos humanos criticaron la visita de Hu Jintao y, sobre todo, la actitud francesa. Reporteros sin Fronteras organiz¨® una protesta en el centro de Par¨ªs. Su secretario general, Jean-Fran?ois Julliard, denunci¨® "la censura" que significaba el transigir con la exigencia china de que no hubiera ruedas de prensa. Y a?adi¨®: "Se pueden hacer las dos cosas, como hacen otros pa¨ªses: se pueden vender Airbus a China record¨¢ndole ciertas cosas y ciertos derechos humanos que ellos no cumplen. Porque ellos necesitan los Airbus".
Adem¨¢s de los puramente econ¨®micos, hay intereses pol¨ªticos en juego. El encuentro se produce en v¨ªsperas de la reuni¨®n del grupo de pa¨ªses del G20, que tendr¨¢ lugar la semana que viene en Corea del Sur, en el que China goza de un papel preponderante y que a partir del 13 de noviembre estar¨¢ presidido por Sarkozy. El presidente franc¨¦s quiere ganarse el decisivo apoyo de Hu para poner en marcha su proyecto de reforma del sistema financiero global.
Sarkozy, a grandes rasgos, pretende limar las tensiones internacionales sobre los tipos de cambio de las divisas, regular los mercados de materias primas y modificar la forma en que los pa¨ªses gestionan sus balanzas comerciales. Tambi¨¦n ha planteado la posibilidad de un impuesto internacional sobre las transacciones financieras.
No ser¨¢ f¨¢cil arrancar un voto afirmativo a China. Todo apunta a que Hu ser¨¢ reacio a sumarse al tren reformista franc¨¦s y adoptar compromisos concretos. Para ello, Sarkozy se entrevistar¨¢ ma?ana con Hu en privado en la Costa Azul, regi¨®n que el dirigente chino pidi¨® conocer. Tampoco aqu¨ª faltar¨¢ ning¨²n detalle para agradar al dirigente chino: esta noche, los dos l¨ªderes cenar¨¢n en un famoso restaurante de Niza del que Sarkozy es cliente asiduo.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.