Miles de personas asisten al emotivo funeral de la peque?a asesinada en Tucson
Christina Green, nacida el 11-S, falleci¨® el pasado s¨¢bado bajo las balas del presunto asesino de 22 a?os Jared Lee Loughner
En Tucson se alz¨® ayer a media asta la bandera estadounidense que suele ondear en la zona cero de Nueva York, el lugar donde hace casi diez a?os colapsaron las Torres Gemelas. Esa bandera est¨¢ hecha con los girones de una ense?a que sobrevivi¨® al ataque y retazos de otras banderas procedientes de los 50 Estados de la Uni¨®n. Esa bandera est¨¢ este a?o de gira, para conmemorar el d¨¦cimo aniversario de los ataques de Al Qaeda que tendr¨¢ lugar el pr¨®ximo septiembre. Pesa m¨¢s de 20 kilos y este jueves la han podido ver los ciudadanos de Tucson en honor a la peque?a Christina Green, nacida el 11-S y fallecida el 8 de enero bajo las balas del presunto asesino de 22 a?os Jared Lee Loughner. La ense?a continuar¨¢ este viernes su viaje a Atlanta.
Miles de personas se congregaron a la entrada de la Iglesia de St. Elizabeth Ann Seton para asistir al funeral por la peque?a Christina. Entre el grupo de gente se encontraban 18 ¨¢ngeles, con la misi¨®n de que ning¨²n miembro de la Iglesia del fan¨¢tico reverendo Fred Phels disturbara la paz de la familia de Greene con manifestaciones radicales como las que achacan los males y las tragedias de EEUU a las pol¨ªticas de derechos hacia los gais o el aborto.
Pero no hizo falta la intervenci¨®n de los ¨¢ngeles: en el acto domin¨®, sobre todo, la emoci¨®n. Los padres de Christina, John y Roxana Green, junto con su hijo, el peque?o Dallas, de 11 a?os de edad, se detuvieron al llegar y guardaron un momento de silencio mientras observaban la bandera de la zona cero, observados con respeto por los congregados.
El luto por la tragedia de Tucson no ha acabado. Este viernes se celebra otro funeral, el del juez federal John Roll, 63 a?os, alcanzado por una de las balas de la Glock 19 de Loughner.
Giffords se recupera
Mientras los familiares y los amigos y muchos otros ciudadanos de Tucson rinden homenaje a las v¨ªctimas, la congresista Gabrielle Giffords se recupera sorprendentemente de una herida que se lleg¨® a creer mortal, la provocada por una bala que le atraves¨® el cerebro. El presidente Barack Obama anunci¨® el mi¨¦rcoles en su discurso en Tucson que poco despu¨¦s de su visita a la pol¨ªtica dem¨®crata, ¨¦sta hab¨ªa abierto los ojos.
Los m¨¦dicos que atienden a Giffords comunicaron ayer en conferencia de prensa que la congresista ya no tiene respiraci¨®n asistida y que puede levantarse. "Su recuperaci¨®n es asombrosa", dijo el doctor Peter Rhee, que en la noche del mi¨¦rcoles fue aplaudido como un h¨¦roe por el auditorio del McKale Center de la Universidad de Tucson. "Est¨¢ empezando a poder realizar peque?as tareas con la mano izquierda", inform¨® Rhee, jefe de traumatolog¨ªa del Centro M¨¦dico Universitario.
Las pesquisas policiales para averiguar qu¨¦ pas¨® y qu¨¦ llev¨® a un joven de 22 a?os a cometer actos tan atroces siguen su curso. La oficina del sheriff acaba de comunicar que un joven que paseaba a su perro ha encontrado una bolsa negra, la bolsa negra que el padre de Loughner, Randy Loughner, dijo que su hijo se hab¨ªa llevado de casa y por la que mantuvieron una acalorada discusi¨®n que hizo que Loughner padre persiguiera a su hijo hasta perderle la pista en el desierto. La polic¨ªa no ha hecho p¨²blico el contenido de la bolsa a la espera de confirmar que es la que Loughner se llev¨® del coche familiar aparcado en su humilde casa de la avenida Soledad.
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