El Ej¨¦rcito llega a las ciudades desvastadas por las lluvias y rescata a cien familias que estaba aisladas
Presionado nacional e internacionalmente el Gobierno env¨ªa 250 hombres de la Fuerza Seguridad Nacional del Ej¨¦rcito
Despu¨¦s de haber sufrido 615 muertos , cifra llamada a¨²n a crecer, y con muchos de ellos a¨²n sin enterrar por falta de equipos de ayuda, presionado por la opini¨®n p¨²blica nacional e internacional, el gobierno de la Presidenta Dilma Rousseff, a los cuatro d¨ªas del mayor desastre natural del pa¨ªs, ha enviado a 250 hombres de la Fuerza Nacional del Ej¨¦rcito. En pocas horas, el Ej¨¦rcito consigui¨® ya rescatar a cien familias que estaba aisladas y desesperadas. El gobernador de Rio, S¨¦rgio Cabral, que fue a visitar ayer la zona del desastre confes¨® sin pudor: "Pas¨¦ mucho miedo". La lluvia arreciaba y desde el helic¨®ptero vio c¨®mo se derrumbaba una barrera en la carretera RJ-116 que va de Itabora¨ª a Friburgo.
Los militares van a ayudar tambi¨¦n en la liberaci¨®n de carreteras todav¨ªa interrumpidas por monta?as de barro y basura arrastradas por las aguas y en la distribuci¨®n de alimentos. La polic¨ªa de R¨ªo va a usar helic¨®pteros blindados para funcionar como ambulancias en el socorro a los desalojados por las lluvias y a los a¨²n atrapados en zonas rurales, sin v¨ªveres ni agua. Algunos desafiaron el tiempo y tentaron tras un d¨ªa de camino a pi¨¦, en medio de la vegetaci¨®n, llegar a alg¨²n lugar para advertir que estaban aislados con todo destruido a su alrededor.
La fuerza A¨¦rea del Ej¨¦rcito apoya tambi¨¦n el hospital de campa?a de la Marina montado en Nueva Friburgo. La unidad est¨¢ equipada con una estaci¨®n terrestre de telecomunicaciones que permite el funcionamiento de lineas telef¨®nicas y de la red de datos para el hospital. La Fuerza Nacional ayud¨® anoche a rescatar de helic¨®ptero a la abogada Raquel Caminha, que estuvo aislada durante cuatro d¨ªas en un campo de f¨²tbol en la localidad de Talanquinhno, en Teresopolis. Con ellas estaban tres ancianos. Las casas de aquella localidad estaban todas caidas al suelo. "Era indescriptible nuestra sensaci¨®n de impotencia ante la desesperaci¨®n de las personas. Fue terrible viendo a tanta gente perderlo todo. No s¨¦ cuantos murieron", afirm¨® la abogada ya en el helic¨®ptero hacia la libertad.
En contraste con la lentitud de las autoridades del Estado en llegar al lugar para rescatar a las personas, la poblaci¨®n est¨¢ emocionada con el movimiento general de solidaridad desencadenado en todo el pa¨ªs y no s¨®lo en Rio. Hasta unos j¨®venes rehabilit¨¢ndose de su adicci¨®n a las drogas, consiguieron a trav¨¦s de las redes de internet llenar dos camiones de comida y medicamentos y ellos mismos fueron a llevarlos desafiando las carreteras destrozadas. Una mujer abri¨® su casa que no se hab¨ªa ca¨ªdo del todo y recibi¨® a cuatro familias enteras que dorm¨ªan hasta en el suelo de la cocina y cocinaban juntos lo poco que les quedaba.
J¨®venes expertos en motocros, fueron hasta el lugar llevando machetes para abrir camino en la vegetaci¨®n y construir senderos por donde pudieran llegar hasta las zonas rurales aisladas. Un alba?il que hab¨ªa perdido a toda la familia, sub¨ªa cuesta arriba con una pala en la mano para ayudar a desenterrarlas de los escombros a una mujer que podr¨ªa estar a¨²n con vida. "Ya que lo he perdido todo y a todos, lo ¨²nico que me queda es ayudar a salvar a alguien", afirm¨® entero.
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