La protesta desborda la plaza de la Liberaci¨®n mientras las huelgas se extienden por Egipto
Los manifestantes anti-Mubarak se instalan frente a la sede del Parlamento y reclaman el enjuiciamiento del presidente egipcio.- Numerosos conflictos laborales amenazan con estrangular al r¨¦gimen
La protesta no remite en Egipto y ya desborda con mucho la plaza de la Liberaci¨®n. La multitud congregada en la emblem¨¢tica plaza cairota puso rumbo el mi¨¦rcoles por la ma?ana a la cercana sede del Parlamento para proteger a los manifestantes que desde la noche del martes acamparon all¨ª. Han dejado as¨ª claro que no estaban dispuestos a que el Ej¨¦rcito los desalojara de all¨ª. Tambi¨¦n que no pueden ser ignorados por los dirigentes egipcios. Adem¨¢s, las protestas laborales han prendido por todo el pa¨ªs y numerosos manifestantes piden a trav¨¦s de las redes sociales la extensi¨®n de las huelgas. La presi¨®n aumenta sobre el r¨¦gimen, aparentemente sobrepasado por la situaci¨®n -el vicepresidente, Omar Suleim¨¢n, ha enconado las protestas al afirmar que el pa¨ªs no est¨¢ preparado para la democracia-. En el horizonte, el 11 de febrero. Ese d¨ªa, conocido ya como Viernes de los m¨¢rtires, los convocantes de la protesta esperan rendir tributo a los fallecidos en las revueltas (m¨¢s de 300 desde el 25 de enero, dijo ayer Human Rights Watch) y reunir a m¨¢s gente que nunca para lograr definitivamente su objetivo, la ca¨ªda del rais.
Pero el r¨¦gimen, pese a la aparente par¨¢lisis, no est¨¢ dispuesto a dar su brazo a torcer. El ministro de Exteriores egipcio, Ahmad Abul Gheit, aseguraba ayer que el Ej¨¦rcito podr¨ªa intervenir si el caos se instala en el pa¨ªs, en unas declaraciones a la agencia oficial MENA recogidas por France Presse. La palabra caos fue la misma que emple¨® la pasada semana el presidente, Hosni Mubarak, para definir lo que pasar¨ªa si ¨¦l se iba.
Por ahora pocas cosas parecen moverse en el Gobierno. El nuevo ministro de Cultura de Egipto, Gaber
Asfour, dimiti¨® este mi¨¦rcoles de su cargo, para el que fue designado el pasado 31 de enero, por "razones m¨¦dicas", seg¨²n informaron hoy medios locales de comunicaci¨®n. Pero otras fuentes dan versiones distintas. La edici¨®n digital del diario Al Ahram asegura que Asfour hab¨ªa aceptado el puesto asumiendo que se trataba de un "gobierno de salvaci¨®n nacional", pero al percibir lo contrario decidi¨® renunciar, tambi¨¦n presionado por el descontento que hab¨ªa generado su designaci¨®n entre los intelectuales egipcios.
Las manifestaciones del ministro de Exteriores apuntan en la misma direcci¨®n que otras anteriores de Suleim¨¢n. El martes por lnoche asegur¨® que, de fracasar el plan de transici¨®n gubernamental, el pa¨ªs corr¨ªa peligro de un golpe de Estado. Antes, en declaraciones a peri¨®dicos locales hab¨ªa asegurado que el Gobierno no podr¨ªa tolerar la ocupaci¨®n de la c¨¦ntrica plaza durante mucho m¨¢s tiempo. Un representante de los Hermanos Musulmanes ha asegurado que las palabras del vicepresidente son una "amenaza inaceptable al pueblo egipcio". "Los manifestantes han creado una nueva legitimidad que debe ser respetada y no puede ser amenazada", ha a?adido el ex parlamentario de la principal fuerza opositora (oficialmente ilegal, aunque se present¨® a los comicios de 2005), seg¨²n informa Reuters.
La protesta sale de la plaza
Hasta el martes, las entradas y salidas de la plaza de la Liberaci¨®n estaban controladas por el despliegue de tanques y barricadas del Ej¨¦rcito, que conten¨ªa de esta manera la protesta. Pero el mi¨¦rcoles por la ma?ana varios accesos quedaron despejados por la presi¨®n de los manifestantes, ante la cual los soldados no pudieron hacer nada. Miles de personas tomanron el coraz¨®n de la ciudad en dos grandes marchas, encabezadas por sendas banderas, entre gritos de "fuera, fuera Mubarak" y recibiendo el apoyo de cientos de vecinos asomados a los balcones de sus casas.
El resultado de este movimiento, tolerado por el Ej¨¦rcito, es que el epicentro de la revuelta, que suma ya 16 d¨ªas, se ha trasladado a las puertas del Parlamento. All¨ª, los soldados custodian el edificio para evitar que la gente salte la valla y acceda al interior. En esa misma calle, hasta hoy territorio inh¨®spito para los manifestantes, est¨¢ tambi¨¦n la sede del Ministerio de Sanidad y las oficinas del primer ministro, igualmente blindadas por el Ej¨¦rcito.
Una multitud ocupa toda la avenida. Entre los gritos y c¨¢nticos, la novedad es que aumentan las voces que reclaman que Mubarak vaya a juicio. Unos recuerdan que es el principal responsable en la represi¨®n que ha ejercido su r¨¦gimen desde hace 30 a?os (lleg¨® al poder en octubre de 1981) y otros le preguntan d¨®nde ha guardado el dinero de todos los egipcios. En el boca a boca, un comentario generalizado es que el siguiente objetivo podr¨ªa ser la toma del edificio de la televisi¨®n estatal. Con la salida de la protesta al exterior de la plaza de la Liberaci¨®n, la oposici¨®n se apunta una doble victoria en su pulso contra el presidente. Por un lado, el altavoz de las protestas se ve amplificado; y por otro, la masiva presencia de personas en la calle supone en la pr¨¢ctica la paralizaci¨®n del trabajo de las c¨¢maras y de otros organismos oficiales.
Las huelgas se extienden
Adem¨¢s, desde hoy est¨¢n en huelga unos 3.000 trabajadores p¨²blicos de los transportes, lo que ya est¨¢ afectando a la salida de trenes en El Cairo. Tampoco habr¨¢ operarios de limpieza en la capital egipcia. Los conflictos laborales han prendido a velocidad de v¨¦rtigo desde que ayer se supiera que unos 6.000 trabajadores del Canal de Suez se negaban a ocupar sus puestos de trabajo. El motivo, adem¨¢s de la agitaci¨®n general, otra tecla mal tocada por el r¨¦gimen: el lunes anunci¨® una subida salarial del 15% a los funcionarios. Desde ayer, numerosos trabajadores de empresas p¨²blicas y privadas exigen incrementos similares. En El Cairo, los miembros del sindicato de m¨²sicos y numerosos profesores universitarios han secundado los paros, indica la agencia Reuters.
Mientras, la situaci¨®n no mejora en el Canal de Suez, un paso de embarcaciones estrat¨¦gicamente fundamental para Europa. Seg¨²n Reuters, las protestas laborales contin¨²an en las tres principales poblaciones por las que pasa: Suez (en el mar Rojo), Ismailia (en la parte central) y Port Said (en el Mediterr¨¢neo). En esta ¨²ltima ciudad, una concentraci¨®n de unas 3.000 personas ante la residencia del gobernador ha prendido fuego a uno de sus coches oficiales, aparcado en la calle, ante la mirada del Ej¨¦rcito. Con todo, los incidentes m¨¢s graves de las ¨²ltimas horas se han producido en la regi¨®n de Nuevo Valle (suroeste), donde hay cinco muertos despu¨¦s de que las fuerzas se seguridad abrieran fuego en un enfrentamiento con manifestantes. En Asiut (unos 350 kil¨®metros al sur de El Cairo, junto al Nilo), alrededor de 4.000 manifestantes han cortado la l¨ªnea f¨¦rrea que une el norte y el sur del pa¨ªs. Tambi¨¦n han bloqueado, con la quema de neum¨¢ticos, la autov¨ªa que une la capital con Asu¨¢n.
Peligro de golpe de Estado
Tampoco ayudan mucho a la soluci¨®n de la crisis las ¨²ltimas declaraciones del hombre fuerte del r¨¦gimen. Anoche el vicepresidente, Omar Suleim¨¢n, asegur¨® que Egipto a¨²n no est¨¢ preparado para la democracia y advirti¨® del peligro de un golpe de Estado si las reformas constitucionales puestas en marcha por su gabinete descarrilaban. Unas manifestaciones que le valieron la reprimenda inmediata de la Casa Blanca, que las tild¨® de "particularmente in¨²tiles".
El papel de Suleim¨¢n en la crisis no est¨¢ colmando las expectativas de Washington. Barack Obama y Hillary Clinton hab¨ªan confiado en que el nuevo hombre fuerte del r¨¦gimen egipcio maniobrara con m¨¢s habilidad y que ofreciera unas perspectivas cre¨ªbles de reforma. Nada de eso parece estar ocurriendo. Adem¨¢s, Suleim¨¢n est¨¢ agitando el fantasma del miedo al islamismo radical al informar de que entre los miles de prisioneros que huyeron de las c¨¢rceles coincidiendo con el estadillo de la revuelta hay presos islamistas pr¨®ximos a Al Qaeda. Suleim¨¢n ha dicho que estos presuntos yihaidistas est¨¢n "convencidos de que la sociedad es imp¨ªa" y suponen "una gran amenaza" para la seguridad del pa¨ªs.
Los Hermanos Musulmanes han recordado esta ma?ana a trav¨¦s del editor de su p¨¢gina web que rechazan los llamamientos a la yihad efectuados por algunos grupos extremistas, en unas declaraciones recogidas por Efe. En una conferencia de prensa posterior, dos dirigentes de la organizaci¨®n han reiterado que no desean presentar un candidato en los comicios presidenciales de septiembre y han apelado al r¨¦gimen a iniciar ya "conversaciones reales" con la oposici¨®n. Saad al Katatni, representante de los Hermanos Musulmanes en el encuentro entre Suleim¨¢n y opositores el pasado domingo, ha se?alado que el segundo encuentro con el Gobierno se producir¨¢ en los pr¨®ximos d¨ªas, y que esperan que se hable ya de transferencias reales del poder para acabar con los casi 30 a?os de r¨¦gimen.
Las ¨²ltimas medidas anunciadas por el Ejecutivo no contentaron a los manifestantes. A juzgar por el volumen de las manifestaciones que siguieron a sus palabras, difundidas a mediod¨ªa de ayer por las cadenas de televisi¨®n egipcias, lo de Suleim¨¢n equivali¨® a un brindis al sol. No convenci¨® ni a sus patrocinadores estadounidenses. La Casa Blanca hizo saber su insatisfacci¨®n ante un discurso que en Washington se interpret¨® como contraproducente. Barack Obama y Hillary Clinton hab¨ªan confiado en que Suleim¨¢n maniobrara con m¨¢s habilidad, fuera capaz de dividir al movimiento de protesta y de ofrecer unas perspectivas cre¨ªbles de reforma. Por el momento, solo hab¨ªa conseguido agravar el bloqueo que vive Egipto.
Cinco muertos y cien heridos por bala en el sur de Egipto
Al menos cinco personas han muerto y alrededor de un centenar han resultado heridas en enfrentamientos entre polic¨ªas y manifestantes en el sur de Egipto, seg¨²n fuentes m¨¦dicas. La protestas en la localidad de El Jariy¨¢ (sur) comenzaron pac¨ªficamente el lunes, pero se volvieron violentas al d¨ªa siguiente despu¨¦s de que un agente insultara a los manifestantes, seg¨²n ha explicado a France Presse un responsable de seguridad que ha pedido el anonimato.
Con el recrudecimiento del conflicto, los agentes dispararon fuego real contra la multitud (unas 3.000 personas) y dejaron un centenar de heridos. Cinco de esos heridos han fallecido hoy, seg¨²n fuentes m¨¦dicas, mientras que el gobernador local solo ha reconocido cuatro muertes.
Los hechos han enfurecido a los manifestantes, que ha prendido fuego a siete edificios oficiales, incluyendo dos comisar¨ªas y la sede local del Partido Nacional Dem¨®crata (la fuerza que respalda al presidente egipcio, Hosni Mubarak).
El Jariy¨¢ es un oasis situado unos 400 kil¨®metros al sur de El Cairo. Es capital de la provincia de Nuevo Valle, que abarca territorio del suroeste de Egipto y es la m¨¢s extensa del pa¨ªs (aunque tiene poca poblaci¨®n porque est¨¢ mayoritariamente ocupada por desierto).
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