Al Yazira, una voz inc¨®moda que muchos quieren silenciar
La cadena catar¨ª se ha convertido en un referente para la informaci¨®n global. Los reg¨ªmenes autoritarios intentan boicotear su trabajo, asustados por la potencialidad de 'la revoluci¨®n en directo'. Los gobiernos occidentales, que antes criticaban a la cadena, ahora revalorizan su "papel democr¨¢tico"
"Larga vida a Al Yazira" gritaban los manifestantes en la plaza de la Liberaci¨®n de El Cairo durante las protestas que han acabado con Hosni Mubarak. La cadena catar¨ª de televisi¨®n se ha convertido en un s¨ªmbolo para la poblaci¨®n que se est¨¢ rebelando contra los reg¨ªmenes autoritarios en el mundo ¨¢rabe. La cobertura en directo de las manifestaciones en T¨²nez y en Egipto es la demostraci¨®n de una potencialidad medi¨¢tica que ha convertido Al Yazira en un importante actor en el tablero internacional, algo que asusta a los l¨ªderes de muchos pa¨ªses.
Ya no es solo Internet lo que preocupa a los dictadores, por su capacidad de aglutinar los j¨®venes como catalizador de la protestas y por la posibilidad de informar y de sortear la censura, ahora est¨¢ tambi¨¦n la televisi¨®n sin fronteras. El ¨¦xito de las revueltas en Egipto, esa 'revoluci¨®n en directo' es todo un hito en la informaci¨®n y en la pol¨ªtica internacional. Los ciberactivistas iran¨ªes, que se volcaron para animar en la Red la manifestaci¨®n del 14 de febrero, prohibida oficialmente, han lanzado una p¨¢gina en Facebook para animar a Al Yazira a seguir las protestas en Ir¨¢n. Hay una imagen en esta p¨¢gina web que dice, en ingl¨¦s y en farsi: "Al Yazira, por favor, cubre Ir¨¢n como hiciste con Egipto".
Al Yazira no ha sido autorizada a entrar en Libia y el r¨¦gimen de Gadafi ha bloqueado la se?al del sat¨¦lite
Los reg¨ªmenes ¨¢rabes han intentado quitarle audiencia inundando sus canales nacionales con deportes, series, pel¨ªculas y programas de entretenimiento
Estados Unidos bombarde¨® sus oficinas en Kabul en 2001 y en Bagdad en 2003. Seg¨²n Washington, los ataques se hab¨ªan producido "por error"
La cadena catar¨ª no tiene licencia para retransmitir en directo desde el pa¨ªs persa y no puede cubrir las manifestaciones como hizo en Egipto y en T¨²nez. El r¨¦gimen iran¨ª ya se enfrent¨® a Al Yazira en abril 2005 acus¨¢ndole de fomentar una revuelta y tambi¨¦n en junio 2009, durante las protestas por la pol¨¦mica reelecci¨®n de Mahmud Ahmadineyad. Tambi¨¦n los Gobiernos de Bahr¨¦in, Libia y Yemen, acorralados estos d¨ªas por las protestas masivas, impiden la retransmisi¨®n en directo a la televisi¨®n pan¨¢rabe, que tiene que recurrir a las im¨¢genes que le env¨ªan videoaficionados e internautas. En enero naci¨® Al Jazeera Transparent Unit, que tiene como objetivo movilizar a su audiencia para que le remita documentos, fotos, audio y v¨ªdeos.
Los reg¨ªmenes, acosados por la calle, han empezado a utilizar a la poblaci¨®n para atacar a la cadena catar¨ª, acusada de injerencia. Al Yazira no ha sido autorizada a entrar en Libia, y adem¨¢s el r¨¦gimen de Gadafi se esfuerza para que no pueda ser vista interfiriendo la se?al del sat¨¦lite. La televisi¨®n estatal libia Al Jamahirya ha mostrado estos d¨ªas im¨¢genes de cientos de personas manifest¨¢ndose en apoyo al r¨¦gimen y atacando a Al Yazira. En los v¨ªdeos retransmitidos por la televisi¨®n libia, los ciudadanos ense?aban retratos de Gadafi y criticaban a la cadena catar¨ª. "Digan a Al Yazira que no queremos a nadie m¨¢s que no sea nuestro l¨ªder", cantaban en las concentraciones celebradas en Tr¨ªpoli y en Sirte.
Durante las protestas en Egipto, el r¨¦gimen de Mubarak atac¨® directamente la cadena catar¨ª, pero esta no dej¨® ni un momento de informar de lo que ocurr¨ªa en las calles de El Cairo. Primero el Gobierno orden¨® al canal suspender sus emisiones y luego cort¨® la se?al del sat¨¦lite a trav¨¦s del cual emit¨ªa, por considerar que incitaban a los egipcios contra el Ejecutivo y exageraban la importancia de las protestas. Paralelamente, retiraron a sus periodistas las acreditaciones y el 4 de febrero sus oficinas en El Cairo fueron incendiadas y su web atacada por hackers.
Al Yazira tambi¨¦n ha sido vetada en Jordania, Siria, Kuwait, Arabia Saud¨ª y Argelia. Desde su nacimiento, los Gobiernos autoritarios ¨¢rabes no recibieron de buen agrado el canal televisivo porque se daban cuenta que se abr¨ªa una brecha en su control absoluto de la informaci¨®n. Desde hace unos a?os algunos pa¨ªses ¨¢rabes intentan quitarle audiencia a Al Yazira. Mubarak inund¨® sus canales nacionales de televisi¨®n con deportes, series, pel¨ªculas y programas de entrevistas nocturnos. La familia real saud¨ª tambi¨¦n ha adoptado una estrategia similar, importando programas de entretenimiento extranjeros. El objetivo es seducir a su gente con programas atractivos de entretenimiento para robarle p¨²blico a Al Yazira.
Los periodistas de la cadena catar¨ª est¨¢n acostumbrados a vivir bajo las presiones del poder pol¨ªtico en Oriente Pr¨®ximo. A menudo han tenido impedimentos para obtener un visado en pa¨ªses vecinos de Qatar, han sufrido presiones econ¨®micas, arrestos injustificados de reporteros, amenazas de muerte e incluso bombardeos a sus instalaciones. En octubre 2010, el Gobierno de Marruecos suspendi¨® la acreditaci¨®n de dos periodistas porque estaba "molesto por la l¨ªnea editorial de la televisi¨®n", por sus cr¨ªticas hacia el r¨¦gimen. Ya en 2008 las autoridades marroqu¨ªes hab¨ªan prohibido a la cadena la emisi¨®n de un programa de noticias sobre los pa¨ªses del Magreb. El Gobierno de Bahrein acus¨® en mayo de 2010 a Al Yazira de "incumplir las normas profesionales" y de acatar las leyes sobre la prensa del pa¨ªs. Y el 14 diciembre las autoridades de Kuwait cerraron las oficinas de donde emit¨ªa.
Hipocres¨ªa occidental
Pero los pa¨ªses ¨¢rabes no son los ¨²nicos que han atacado a Al Yazira. Los Gobiernos occidentales han mostrado una doble moral frente a ella. Mientras ahora alaban la libertad de expresi¨®n en el mundo ¨¢rabe, critican la censura de los reg¨ªmenes autoritarios y siguen con discreto pero creciente inter¨¦s las im¨¢genes de la cadena catar¨ª, hasta hace poco su visi¨®n era completamente diferente. Antes la imagen mayoritaria en ciertos sectores occidentales, sobre todo estadounidenses, presentaba al canal como poco m¨¢s que un portavoz de Al Qaeda. Esa imagen se cre¨® durante el Gobierno de George W. Bush, sobre todo cuando estallaron las guerras contra Afganist¨¢n e Irak. Seg¨²n la administraci¨®n Bush, Al Yazira se plegaba al servicio de intereses islamistas radicales, no era imparcial y se alimentaba de propaganda anti-estadounidense.
Estados Unidos no se limit¨® a criticar. Bombarde¨® sus oficinas en Kabul, en noviembre de 2001, y en Bagdad, en abril de 2003. En ambas ocasiones, Washington dijo que los ataques se hab¨ªan producido por error, pero era evidente que la Administraci¨®n Bush estaba muy inc¨®moda con Al Yazira porque emit¨ªa v¨ªdeos de Al Qaeda y cubr¨ªa los conflictos de EE UU en Oriente Pr¨®ximo desde la perspectiva ¨¢rabe. El diario brit¨¢nico The Daily Mirror public¨® documentos secretos que revelaban que el entonces presidente estadounidense, George Bush, hab¨ªa planeado bombardear las oficinas de Al Yazira en su sede central de Doha. Como estrategia de boicot medi¨¢tico, el Gobierno norteamericano puso en marcha Al Hurra, un canal de noticias en ¨¢rabe por sat¨¦lite con sede en EE UU, para el que destina m¨¢s de 100 millones de d¨®lares anuales.
Pero EE UU no ha sido el ¨²nico pa¨ªs occidental que ha atacado a Al Yazira. Uno sus reporteros fue condenado en Espa?a a siete a?os de prisi¨®n bajo la acusaci¨®n de "ser un correo de Al Qaeda" tras entrevistar a Osama Bin Laden despu¨¦s de los atentado del 11 de septiembre de 2001. El periodista fue liberado tras un a?o de c¨¢rcel y puesto en prisi¨®n domiciliaria por problemas de salud. En sus 15 a?os de vida, la cadena ha sido boicoteada, prohibida e incluso bombardeada, pero ha logrado convertirse en el canal de noticias m¨¢s visto en Oriente Pr¨®ximo, con una audiencia de unos 50 millones de personas.
En pleno del acoso por los reg¨ªmenes autoritarios, la cadena contin¨²a realizando su trabajo sin cesar el esfuerzo informativo. Su web ha incrementado su tr¨¢fico un 2.000% desde el comienzo de la revuelta de T¨²nez. Adem¨¢s, a trav¨¦s de su cuenta en Twitter en ingl¨¦s, @AJEnglish, ha seguido informando de lo que ocurr¨ªa, con un notable ¨¦xito. Creada en 1996 con el apoyo econ¨®mico del emir de Qatar, el canal de noticias retransmite en m¨¢s de cien pa¨ªses, llega a 220 millones de hogares y cuenta con 400 periodistas que trabajan en 60 pa¨ªses distintos, seg¨²n su p¨¢gina web. Empez¨® emitiendo solo en ¨¢rabe pero en 2006 se lanz¨® su canal en ingl¨¦s, para ampliar su audiencia y llegar a un p¨²blico global, que en estas semanas est¨¢ pendiente de sus im¨¢genes para poder seguir en directo los acontecimientos hist¨®ricos que se desarrollan.
Veinte a?os despu¨¦s de que la CNN se erigiera en el gran medio de comunicaci¨®n global por su cobertura de la invasi¨®n estadounidense de Irak en la primera Guerra del Golfo, la televisi¨®n catar¨ª ha tomado el testigo como referente informativo por el papel que est¨¢ jugando en las revueltas en el mundo ¨¢rabe. Si en 1991 se hablaba del efecto CNN, ahora es el efecto Al Yazira que ha revolucionado no solo la informaci¨®n sino tambi¨¦n la pol¨ªtica internacional por la visibilidad que la cadena est¨¢ dando a los acontecimientos en regiones m¨¢s alejadas del foco occidental. Una ventana abierta hacia la calle ¨¢rabe que muchos han intentado cerrar, pero que sigue dando guerra para mostrar las noticias desde otro punto de vista que incomoda a muchos, desde oriente a occidente.
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