EE UU ratifica su apoyo a la energ¨ªa nuclear
Obama considera a las centrales nucleares como "una parte vital en el compromiso para llegar a unas fuentes energ¨¦ticas totalmente limpias"
Dem¨®cratas y republicanos se han unido en una defensa conjunta de la energ¨ªa nuclear, a pesar del accidente ocurrido en Jap¨®n despu¨¦s del terremoto de la semana pasada y del anuncio de paralizaci¨®n de centrales en pa¨ªses como Alemania. El presidente Barack Obama apost¨® fuertemente por la energ¨ªa nuclear como fuente de electricidad limpia a su llegada a la Casa Blanca, concediendo avales de cr¨¦dito para la construcci¨®n de dos nuevos reactores. Su portavoz ratific¨® el lunes que el apoyo del Ejecutivo a ese tipo de energ¨ªa sigue intacto. La Comisi¨®n de Regulaci¨®n Nuclear (CRN), una agencia independiente del Gobierno, ha enviado adem¨¢s a 11 expertos a participar en las labores de supervisi¨®n de la radiaci¨®n en Jap¨®n.
"Tenemos la certeza de que existe un programa nuclear s¨®lido en EE UU", dijo el presidente de la CRN, Greg Jaczko. "A medida que obtengamos m¨¢s datos sobre Jap¨®n, y mientras la crisis llegue a su final, veremos si hay informaci¨®n que podamos obtener de este caso para evaluar si nuestro sistema necesita algunos cambios... Pero ahora mismo creemos que la energ¨ªa nuclear en este pa¨ªs se opera de forma segura". El portavoz de Obama, Jay Carney, a?adi¨® que el presidente considera las centrales nucleares "una parte vital en el compromiso para llegar a unas fuentes energ¨¦ticas totalmente limpias".
En Estados Unidos se espera, estos d¨ªas, que los accidentes nucleares de Jap¨®n acaben por ser un Three Mile Island antes que un Chern¨®bil. El accidente de la central de Three Mile Island, en Pensilvania, ocurrido en 1979, paraliz¨® la construcci¨®n de nuevos reactores nucleares en EE UU durante m¨¢s de tres d¨¦cadas. Una burbuja de hidr¨®geno se form¨® en un reactor de la central nuclear, una de las m¨¢s modernas y seguras de la naci¨®n. Esa burbuja separ¨® el fuel del l¨ªquido refrigeraci¨®n, provocando su sobrecalentamiento. El n¨²cleo sufri¨® una fusi¨®n parcial -la de Chern¨®bil fue completa- y aunque el Gobierno asegur¨® que tem¨ªa una explosi¨®n, esta no ocurri¨® porque no lleg¨® a haber ox¨ªgeno dentro de la vasija del reactor.
Los medios de comunicaci¨®n locales, sin embargo, recogieron los temores del Gobierno de Jimmy Carter a una explosi¨®n y provocaron la alarma entre la poblaci¨®n de Pensilvania y el resto del pa¨ªs. Diversos estudios cient¨ªficos no pudieron confirmar que hubiera efectos de salud ni entre los trabajadores de la central ni entre los vecinos de la localidad cercana de Harrisburg, pero la Casa Blanca decidi¨® dejar de conceder permisos para la construcci¨®n de nuevos reactores. Hab¨ªa ya algunos aprobados. El ¨²ltimo, en Watts Bar, Tennessee, se culmin¨® en 1996. Fue el n¨²mero 104 y desde entonces no se ha aprobado ninguno m¨¢s.
La mayor¨ªa de centrales de EE UU funcionan con licencias de 40 a?os, que pueden ser prorrogadas otros 40 a?os. De ellas, EE UU obtiene el 20% de su energ¨ªa. Este pa¨ªs es, adem¨¢s, el mayor productor de energ¨ªa nuclear comercial del mundo. Con el aumento de la contaminaci¨®n y el calentamiento global, la ciudadan¨ªa norteamericana ha pasado, a lo largo de las d¨¦cadas, a considerar la energ¨ªa nuclear como un medio limpio y seguro. Aprovechando ese cambio en percepciones, el presidente Barack Obama lleg¨® a la Casa Blanca en 2009 prometiendo m¨¢s reactores. A un a?o de tomar posesi¨®n anunci¨® la concesi¨®n de avales de cr¨¦dito por valor de 40.000 millones de euros a la empresa Southern Company para que construyera los reactores n¨²mero 105 y 106 en el Estado de Georgia. A esos dos proyectos aun les debe dar su aprobaci¨®n la CRN.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.