La oposici¨®n se desangra en Brasil

Si el expresidente Lula da Silva se hab¨ªa comido a la oposici¨®n con la fuerza de su carisma y de sus realizaciones sociales, su sucesora Dilma Rousseff se encuentra con la menor oposici¨®n en el Congreso de los ¨²ltimos 16 a?os. Tanto en el Parlamento como en el Senado, el Gobierno tiene una mayor¨ªa aplastante.

Si la oposici¨®n, desde que Lula lleg¨® a la presidencia se fue desangrando, hoy podr¨ªa decirse que es casi inexistente y est¨¢ dividida hasta el punto que el DEM (Dem¨®cratas), el segundo mayor partido de la oposici¨®n despu¨¦s del PSDB, acaba de tener una escisi¨®n grave de 13 diputados. Uno de sus mayores l¨ªderes, el actual alcalde Sao Paulo, Gilberto Kassab, acaba de crear un nuevo partido, elPSD (Partido Socialista Democr¨¢tico), y se ha mostrado deseoso de ingresar en las filas del Gobierno.

De este modo, en el Parlamento, la oposici¨®n s¨®lo cuenta hoy con 96 de los de 513 diputados, la cifra menor en los ¨²ltimos 16 a?os. La oposici¨®n salida de las urnas en octubre pasado, tambi¨¦n qued¨® esquilmada en el Senado. De 81 senadores, s¨®lo 23 son de la oposici¨®n.

El mayor partido de la oposici¨®n, el PSDB, fundado por el soci¨®logo y expresidente de la Rep¨²blica, Fernando Henrique Cardoso, est¨¢ tambi¨¦n fracturado. Sus dos mayores l¨ªderes: el exgobernador de Sao Paulo Jos¨¦ Serra, que disput¨® y perdi¨® dos presidenciales, una contra Lula y otra contra Rousseff, y el exgobernador de Minas Gerais, el carism¨¢tico senador, Aecio Neves, siguen enfrentados por el liderazgo de la oposici¨®n. Ambos est¨¢n con los ojos puestos en las elecciones del 2014.

Cardoso acaba de publicar un pol¨¦mico art¨ªculo, muy sesudo, sobre el papel que le corresponder¨ªa hoy a la oposici¨®n, cada vez menor y m¨¢s confusa. Ha abogado para que su partido se preocupe de conquistar a la nueva clase media, reci¨¦n salida de la pobreza, y a la gran familia de Internet. Su objetivo es un electorado m¨¢s propicio a una nueva visi¨®n de la pol¨ªtica y deja el mundo de los m¨¢s pobres al Partido de los Trabajadores, que tendr¨ªa dicho monopolio por su identificaci¨®n con los movimientos sociales.

Lula se ha enzarzado en un duelo con el soci¨®logo, al que acusa de querer abandonar a los pobres. Cardoso le ha respondido que eso es una ignominia y ha recordado al expresidente que le gan¨® las elecciones dos veces -en el primer turno, adem¨¢s- "con los votos tambi¨¦n de los pobres" y le desaf¨ªa a volver a presentarse a las pr¨®ximas presidenciales.

Desorientada, la oposici¨®n se consuela diciendo que lo importante no es el n¨²mero sino la calidad y las ideas innovadoras que sea capaz de presentar a la sociedad. Una cosa es cierta, como han se?alado algunos analistas pol¨ªticos: la menguada y cada vez m¨¢s inexistente oposici¨®n pol¨ªtica no responde a la real oposici¨®n de los ciudadanos, que en octubre le dieron casi la mitad de los votos, mientras que en el Congreso se ha quedado en un 18%, un porcentaje menor que en Venezuela, donde ocupa el 40%, o que en Bolivia (32%).

La pregunta es qu¨¦ le pasa a la oposici¨®n, qu¨¦ har¨¢ la presidenta Rousseff con una mayor¨ªa aplastante y hasta qu¨¦ punto es positivo que un gigante como Brasil, econ¨®mico y pol¨ªtico carezca de una oposici¨®n seria, responsable y unida.