El refugio paquistan¨ª de Bin Laden
El terrorista m¨¢s buscado us¨® la porosa frontera con Afganist¨¢n para esconderse de EE UU
Desde que Osama Bin Laden logr¨® huir en el invierno de 2001 de las monta?as de Tora Bora, en el este de Afganist¨¢n, solo hab¨ªa una certeza sobre el l¨ªder de Al Qaeda: estaba escondido en Pakist¨¢n. La comunidad de inteligencia barajaba muchas hip¨®tesis: que estaba en una regi¨®n remota o confundido con la masa en Karachi o Islamabad, que solo podr¨ªa ser abatido por la traici¨®n en su c¨ªrculo m¨¢s pr¨®ximo o con un ataque por misiles, pero estaba claro que se encontraba en el pa¨ªs vecino de Afganist¨¢n, donde se refugi¨® tras la ca¨ªda de los talibanes. La declaraci¨®n del presidente Obama de esta madrugada ha confirmado que un grupo de comandos estadounidenses lo ha matado en la ciudad paquistan¨ª de Abbottabad.
"Si est¨¢ vivo, se encuentra en la zona tribal de Pakist¨¢n o en Karachi", asegur¨® en 2002 el profesor franc¨¦s Olivier Roy, uno de los mayores expertos en aquella regi¨®n del mundo. Acorralado en Tora Bora, logr¨® escapar de los intensos bombardeos estadounidenses despu¨¦s de sobornar a las tribus locales y, entre otros, a aquellos mismos que tambi¨¦n EE UU hab¨ªa tratado de comprar para capturarle.
Aquella batalla ocurri¨® hace diez a?os y la guerra de Afganist¨¢n contin¨²a, tal vez m¨¢s intensamente que nunca, pero la muerte de Osama Bin Laden cierra indudablemente un periodo de la historia aunque quiz¨¢s no tenga grandes consecuencias sobre el tablero geopol¨ªtico y, tal vez, ni siquiera sobre Al Qaeda. Jason Burke, periodista de The Guardian y autor de los mejores libros sobre la red, Al Qaeda. La verdadera historia, dijo que la buena noticia es que Al Qaeda no exist¨ªa y que la mala es que nunca hab¨ªa existido una organizaci¨®n terrorista tan peligrosa y letal.
La clave que resaltaba la paradoja de Burke es que frente a las organizaciones terroristas tradicionales, con una estructura piramidal, que las fuerzas de seguridad hab¨ªan combatido durante a?os, Al Qaeda estaba formaba por c¨¦lulas completamente independientes y respond¨ªa m¨¢s a una ideolog¨ªa que a una estructura criminal. Era una suerte de vanguardia para las acciones terroristas. Los asesinos que provocaron matanzas en Madrid, Londres o en Casablanca ten¨ªan en com¨²n un mismo pensamiento fan¨¢tico pero no compart¨ªan la misma estructura; formaban parte de la misma organizaci¨®n, que no exist¨ªa c¨®mo tal.
Durante a?os, los drones estadounidenses, aviones no tripulados dotados de misiles, han sobrevolado las distintas zonas tribales de Pakist¨¢n, el lugar m¨¢s peligroso y vol¨¢til de la tierra. Han matado a decenas de militantes de Al Qaeda, tambi¨¦n a civiles, y se han acercado mucho a sus l¨ªderes, sobre todo al egipcio Ayman Al Zawahiri, pero al final ha sido un grupo de comandos el que ha cerrado una parte de la historia. Ahora se abren otros misterios: ?qu¨¦ ocurrir¨¢ en Pakist¨¢n? ?y con Al Qaeda?
Pakist¨¢n era un refugio m¨¢s seguro que Afganist¨¢n porque no hab¨ªa tropas internacionales, aunque Estados Unidos realizaba operaciones puntuales -como la que ha acabado por matar a Bin Laden- y la vigilancia de los aviones no tripulados era constante. Al Qaeda es casi m¨¢s poderosa en Pakist¨¢n que en Afganist¨¢n y, adem¨¢s, los sectores islamistas m¨¢s radicales cuentan con el apoyo o la complicidad de los poderosos servicios secretos paquistan¨ªes.
No es una casualidad que, como destaca The New York Times en su cr¨®nica, la CIA no informase a los servicios de inteligencia paquistan¨ªes de que la operaci¨®n iba a tener lugar. Hay partes del pa¨ªs que se encuentran pr¨¢cticamente en guerra civil con los islamistas radicales y hay grandes espacios del pa¨ªs, las llamadas zonas tribales, que est¨¢n, de facto, fuera del control gubernamental. Muchos pensaban que se encontraba all¨ª, en alg¨²n lugar remoto, tal vez en una cueva, una imagen que respond¨ªa mucho m¨¢s a la que aparec¨ªa en sus v¨ªdeos y que tambi¨¦n formaba parte de la imagen de sencillez del primer islam que quer¨ªa transmitir. Sin embargo, ha sido abatido en Abbottabad, una ciudad paquistan¨ª que el enviado de Reuters a la zona describe como una localidad de monta?a, a unos ochenta kil¨®metros de Islamabad, cerca de la Cachemira paquistan¨ª.
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