Un Correa fortalecido

La consulta popular de este 7 de mayo podr¨ªa dejar a un Rafael Correa fortalecido en el poder y a su proyecto pol¨ªtico con facultades tan amplias como para intervenir incluso en la Funci¨®n Judicial. ?Habr¨¢ espacio para los contrapesos necesarios en toda democracia?

"Nada ni nadie va a detener este hurac¨¢n de soberan¨ªa y de dignidad", dijo el mandatario socialista al inicio de la jornada electoral de este s¨¢bado, que en caso de ganar el s¨ª, servir¨ªa para que Correa obtenga su sexto triunfo consecutivo desde noviembre de 2006 cuando gan¨® la Presidencia de la Rep¨²blica.

Y es que el presidente ecuatoriano ha pasado en campa?a una importante parte de su mandato. En las urnas, Correa ha triunfado en su propuesta de crear una nueva Constituyente (2007), en las elecciones para asamble¨ªstas (2007), y en la posterior aprobaci¨®n de la Carta Magna (2008). Asimismo, gan¨® en los comicios presidenciales de 2009 para su primer mandato luego de aprobada la Constituci¨®n.

Esta vez, Correa necesita un nuevo espaldarazo popular tras la revuelta policial del pasado 30 de septiembre, la cual termin¨® con el rescate militar del presidente de un hospital en el que estuvo retenido por varias horas.

"Consultaremos al pueblo cuantas veces haga falta", ha repetido en las ¨²ltimas horas el mandatario, quien en la campa?a de este a?o ha hecho rodar su maquinaria propagand¨ªstica a trav¨¦s de una veintena de medios de comunicaci¨®n vinculados al gobierno, constantes cadenas nacionales de radio y televisi¨®n, enlaces sabatinos, y una intensa publicidad oficial.

En esta consulta popular, el gobierno de Alianza Pa¨ªs ha buscado dar un paso m¨¢s all¨¢ en su proyecto pol¨ªtico. Ahora, respaldado en una votaci¨®n popular mayoritaria, Rafael Correa se aprestar¨ªa a "meter la mano" en la justicia en Ecuador, expresi¨®n acu?ada por el propio mandatario.

El mandatario, de obtener el favor popular, buscar¨¢ en 18 meses, por medio de un Consejo de la Judicatura de Transici¨®n, cambiarle la cara a la Funci¨®n Judicial. No importa que ¨¦l mismo, y varias figuras de su gabinete, hayan criticado las acciones por controlar la justicia implementadas en los gobiernos de Le¨®n Febres Cordero y Lucio Guti¨¦rrez. En esta ocasi¨®n, Correa ha pedido al pueblo que le de su "voto de confianza" para generar "una profunda reforma al sistema de justicia".

Sin duda, las cr¨ªticas de concentraci¨®n de poder en contra del mandatario se pueden multiplicar de ganar el s¨ª, m¨¢s a¨²n cuando otro de los poderes del Estado, la Asamblea Nacional, donde el oficialista Alianza Pa¨ªs es el mayor bloque pol¨ªtico, no ha cumplido a cabalidad su labor fiscalizadora. En lo que va del gobierno de Correa, los asamble¨ªstas no han logrado culminar ni un solo juicio pol¨ªtico contra un funcionario del r¨¦gimen.

Gran parte de dichas cr¨ªticas vienen de una oposici¨®n pol¨ªtica que se ha presentado d¨¦bil y dispersa. Correa ha colocado, entonces, a la prensa como su principal enemigo. El mandatario ha emitido calificativos como "prensa corrupta" o "sicarios de tinta", acaba de enjuiciar a dos periodistas, un editorialista y un peri¨®dico, y ha acusado a medios de comunicaci¨®n de convertirse en opositores al "proceso de cambio hist¨®rico en Ecuador".

De lograr resultados favorables en la consulta, el presidente podr¨ªa demandar a la Asamblea Nacional la aprobaci¨®n de una Ley de Comunicaci¨®n que cree un Consejo de Regulaci¨®n que regule contenidos y establezca criterios de responsabilidad ulterior para medios y periodistas. El gobierno tambi¨¦n contar¨ªa con la prohibici¨®n, de ser aprobada por voto popular, de que due?os de medios tengan acciones fuera del ¨¢mbito comunicacional.

As¨ª, tras esta consulta popular Ecuador podr¨ªa amanecer con un presidente Correa robustecido y con un importante apoyo popular -aunque al parecer menor que al inicio de su mandato- para profundizar su llamada revoluci¨®n ciudadana a poco m¨¢s de a?o y medio de las elecciones presidenciales de 2012. Entre tanto, la pregunta se mantiene: ?Habr¨¢ espacio para los contrapesos necesarios en toda democracia?