La UE da un espaldarazo a los rebeldes

La Uni¨®n Europea ha decidido mover ficha en Libia con un gesto contundente. Catherine Ashton, jefa de la diplomacia comunitaria, viaj¨® hoy a Bengasi y ofreci¨® un espaldarazo decisivo a las autoridades rebeldes, que buscan con denuedo el acompa?amiento internacional. Ashton inaugur¨® en la capital de la Cirenaica una oficina de representaci¨®n permanente y se reuni¨® con los miembros del Consejo Nacional de Transici¨®n. Si bien la UE no reconoce a este ¨®rgano como el Gobierno leg¨ªtimo de Libia, el viaje de Ashton deja patente que Los 27 dan por amortizado el r¨¦gimen de Muamar el Gadafi, cada vez m¨¢s acorralado militar y diplom¨¢ticamente. El apoyo europeo, resalt¨® Ashton, ser¨¢ de largo aliento.

"Gadafi debe irse y el futuro de Libia debe ser definido por el pueblo libio", afirm¨® la alta representante de la Pol¨ªtica Exterior europea, que es la personalidad extranjera m¨¢s importante que ha visitado el feudo de la rebeli¨®n. La intenci¨®n de la UE no es solo respaldar la revoluci¨®n libia en estos tiempos de guerra, sino apoyar "en la construcci¨®n del pa¨ªs" una vez que la dictadura haya sido barrida. "Estaremos aqu¨ª tanto tiempo como el pueblo libio nos requiera", dijo.

Rodeada de fuertes medidas de seguridad, y jaleada por la multitud, Ashton pase¨® por la plaza de los tribunales, epicentro de una rebeli¨®n democr¨¢tica que Gadafi ha transformado en conflicto sangriento. La v¨ªspera, las fuerzas de seguridad rebeldes aseguraron haber encontrado un paquete con 200 kilos de dinamita en un edificio cercano a la plaza. La representante europea se reuni¨® despu¨¦s con Mustaf¨¢ Abdelyalil, exministro de Justicia de la dictadura y hoy presidente del Consejo Nacional de Transici¨®n, y con varias organizaciones civiles. Ashton se declar¨® muy impresionada por el ambiente de entusiasmo que encontr¨® en la ciudad.

La nueva oficina de la UE en Bengasi se encuentra en el hotel Tibesti, que se ha convertido en la sede de los diplom¨¢ticos y las agencias internacionales. Con todo, Bruselas no tiene intenci¨®n de reconocer a las autoridades interinas como Gobierno leg¨ªtimo de Libia, tal y como han hecho hasta ahora Francia, Italia, Catar y Gambia. Ashton record¨® que la UE reconoce Estados, no organismos o personas.

M¨¢s all¨¢ de las limitaciones legales, hay tambi¨¦n incertidumbres que deben ser despejadas. El CNT congrega sin duda a personalidades relevantes y respetadas, pero no deja de ser un gabinete de emergencia. Queda por ver, adem¨¢s, c¨®mo se articular¨¢ el futuro pol¨ªtico de Libia una vez que caiga Gadafi. El Consejo, dijo Ashton, es "un interlocutor" con el que la UE sostiene "un di¨¢logo estrecho". Pero "es el pueblo libio el que debe determinar la forma de Gobierno de Libia".

De la mano de Mahmud Jibril, el jefe de la diplomacia rebelde, Bengasi busca el reconocimiento internacional para acceder a los fondos libios congelados en el exterior y para liberarse de las sanciones que atan al pa¨ªs, que van desde el embargo de armas a las restricciones en las exportaciones de petr¨®leo. A efectos pr¨¢cticos, sin embargo, la comunidad internacional est¨¢ abriendo v¨ªas alternativas para sortear las sanciones y garantizar que la ayuda a los rebeldes fluya sin cortapisas.

Sobre el terreno, la OTAN prosigue su asedio cotidiano al r¨¦gimen en el occidente del pa¨ªs, a¨²n bajo su control. Desde que la coalici¨®n internacional recibi¨® de EE UU el mando de la intervenci¨®n en Libia, el 31 de marzo, la alianza ha llevado a cabo casi 3.000 ataques. El domingo la aviaci¨®n aliada destruy¨® dos centros de mando militar en Tr¨ªpoli -uno de ellos cerca del cuartel general de Gadafi-, dos tanques en Zintan y un barco en Sirte.

La alianza se est¨¢ empleando a fondo contra la fuerza naval del r¨¦gimen. Desde el viernes, la OTAN ha hundido nueve embarcaciones que, asegura, se empleaban para atacar a civiles. Tr¨ªpoli lo niega. En cualquier caso, la intervenci¨®n aliada contribuye a despejar el tr¨¢nsito mar¨ªtimo hacia enclaves rebeldes sitiados por las tropas de Gadafi, como Misrata. Si bien las fuerzas insurgentes aseguran haber expulsado a las milicias del r¨¦gimen a unos 25 kil¨®metros del centro de la ciudad, ayer los misiles Grad volvieron a sembrar el terror en un barrio de la periferia. El respiro de los habitantes de esta castigada ciudad apenas ha durado unos d¨ªas.