Serbia allana el camino para la extradici¨®n

Capturado Ratko Mladic , la pugna oculta entre las dos almas de Serbia tiene ahora como escenario los tribunales. Una corte de Belgrado empuj¨® ayer al exl¨ªder de las tropas serbobosnias un poco m¨¢s cerca del banquillo de La Haya, al desestimar la petici¨®n de la defensa de que se denegara su extradici¨®n debido a las precarias condiciones de salud del preso. Entre Mladic y La Haya -donde se le quiere juzgar por cr¨ªmenes de guerra y contra la humanidad- queda ahora solo un recurso, que se decidir¨¢ probablemente a comienzos de la semana que viene. Al margen de los tribunales, mientras, se libra un gran pulso que enfrenta a los bloques pol¨ªticos serbios y que decidir¨¢ el encaje de pa¨ªs en Occidente en el futuro pr¨®ximo.

La detenci¨®n de Mladic ha causado una notable agitaci¨®n pol¨ªtica en el pa¨ªs balc¨¢nico. El bloque proeurope¨ªsta en el poder cree que el arresto abrir¨¢ puertas a Serbia en Bruselas, un logro que podr¨ªa garantizar la reelecci¨®n en unos comicios que se perfilan muy re?idos. El bloque radical -m¨¢s fr¨ªo hacia Occidente- se ve forzado en cambio a un delicado ejercicio de contorsionismo pol¨ªtico: no puede condenar la captura (para no irritar a Bruselas) ni aprobarla (para no decepcionar a gran parte de su electorado).

Se trata sin duda de una circunstancia pol¨ªtica con efectos inciertos y decisiva para las elecciones previstas para mayo del a?o que viene. Los serbios, que mayoritariamente miran hacia Europa, conservan sin embargo amplias bolsas de rencor social hacia Occidente, mucha simpat¨ªa hacia turbios l¨ªderes del pasado y estrechos lazos con Rusia.

Rusos precisamente fueron los autores que pidi¨® poder leer Mladic en su nueva vida de preso: Gogol y Tolstoi, seg¨²n informaron fuentes judiciales. Tambi¨¦n pidi¨® comer fresas y poder visitar la tumba de su hija Ana, que se suicid¨® en 1994. Un a?o despu¨¦s, seg¨²n le acusa la justicia internacional, su padre perpetrar¨ªa en Srebrenica la peor matanza de civiles cometida en Europa desde la II Guerra Mundial, causando unos 8.000 muertos entre los varones musulmanes de la zona.

El examen m¨¦dico efectuado al preso consider¨® que Mladic, de 69 a?os, sufre de hipertensi¨®n y problemas renales y cardiacos, pero nada tan grave como para justificar que se deniegue la extradici¨®n pedida por La Haya.

"Yo comprendo que le hayan detenido", dice Boban Bozic, de 33 a?os, empleado de una fotocopister¨ªa de Belgrado. "No me gusta, pero lo entiendo. Lo que no entiendo es porque no se ha condenado a nadie del otro lado, que tambi¨¦n cometieron cr¨ªmenes", explica, resumiendo un sentimiento todav¨ªa muy vivo y frecuente en Serbia. El jueves hubo una manifestaci¨®n contra la detenci¨®n en Novi Sad, y ayer hubo otra de serbobosnios en Pale. Belgrado presentaba ayer un despliegue de vigilancia policial claramente reforzado con unidades antidisturbios. ?Prevalecer¨¢ en las pr¨®ximas elecciones ese sentimiento de frustraci¨®n y humillaci¨®n o las ganas de acercarse a Europa?

"No es sorprendente que, en p¨²blico o en privado, tanta gente aqu¨ª se exprese en contra de la detenci¨®n y la extradici¨®n", reflexiona el analista pol¨ªtico Dejan Anastasijevic. "En todos los pa¨ªses de esta regi¨®n parece que los criminales de guerra son muy queridos por sus pueblos... pero claramente la detenci¨®n es una buena noticia para Serbia, y al final va a ser un activo para el Gobierno. En el corto plazo, porque refuerza nuestra candidatura en Bruselas; en el largo, porque remueve ese reproche t¨¢cito constante que los pa¨ªses de la zona manten¨ªan hacia Serbia".

"La detenci¨®n de Mladic era una precondici¨®n para la reconciliaci¨®n de la zona", dijo ayer el presidente serbio, Boris Tadic, en una entrevista con la agencia Reuters. El mandatario asegur¨® que la agenda europea marchar¨¢ a pleno ritmo y que, capturado Mladic, se reasignar¨¢n recursos para combatir la criminalidad organizada y la corrupci¨®n, otras grandes tareas pendientes de Serbia.

Anastasijevic, sin embargo, advierte que en la balanza pol¨ªtica serbia tendr¨¢ un importante peso la coyuntura econ¨®mica, que atraviesa dificultades. Sin embargo, este es otro tiempo pol¨ªtico.

El Gobierno, por su parte, asegur¨® que se investigar¨¢ con rigor si hubo alguna complicidad en la Administraci¨®n p¨²blica para permitir que Mladic permaneciera fugitivo durante 15 a?os. En un primer periodo, el militar se presentaba sin tapujos en los estadios de f¨²tbol o en bodas de familiares. Pero, oculto desde hace una d¨¦cada, las autoridades aseguran ahora que lo encontraron "p¨¢lido como si no hubiese salido a la luz en mucho tiempo".