Marina Silva quiere fundar un nuevo movimiento pol¨ªtico en Brasil

En las elecciones presidenciales de octubre pasado, la ecologista Marina Silva asombr¨® al pa¨ªs al recibir casi 20 millones de votos en representaci¨®n de un partido insignificante como el Partido Verde (PV), sin recursos y con un solo minuto de televisi¨®n diario. Hoy, menos de un a?o despu¨¦s, su partido est¨¢ en profunda crisis, dividido y dispuesto a abandonar a su principal l¨ªder y capital pol¨ªtico.

Silva dej¨® su cargo de ministra de Medio Ambiente en el Gobierno de Luiz In¨¢cio Lula da Silva por discrepancias con la ministra de la Casa Civil, la hoy presidenta Dilma Rousseff. Tambi¨¦n abandon¨® el Partido de los Trabajadores (PT), en el que hab¨ªa luchado con Lula durante 30 a?os. Hoy, se dispone a fundar no un nuevo partido -por ahora- sino un "movimiento pol¨ªtico" fuera de la l¨®gica tradicional, que recoja el programa ambientalista y de transformaci¨®n de la pol¨ªtica que hab¨ªa presentado en la campa?a electoral y gracias al cual recibi¨® 20 millones de votos.

El sue?o de Silva de convertir en un movimiento "democr¨¢tico y moderno" al Partido Verde, al que se afili¨® para disputar las presidenciales, se ha desvanecido en estos meses. Aunque la exministra a¨²n no ha anunciado oficialmente su salida, ya est¨¢ m¨¢s fuera que dentro, seg¨²n los analistas pol¨ªticos.

La ecologista quer¨ªa abrir un di¨¢logo con la sociedad y convertir al PV en un gran partido nacional, que tuviera en cuenta no solo los problemas ambientales sino la "reforma de la pol¨ªtica", en la misma l¨ªnea de los movimientos de los indignados. Sin embargo, quienes hasta su llegada dominaban el partido con m¨¢s vocaci¨®n de gobierno que de oposici¨®n, se han plantado a la jefa, dispuesta a revolucionarlo y relanzarlo con nuevas bases. Ellos quieren presentar candidatos a las municipales de 2012 y aspiran a tener cargos en el Gobierno nacional y en los Gobiernos locales.

?Cu¨¢ntos se quedar¨¢n con la llamada "reina de la Amazonia"? Dif¨ªcil saberlo, pero seg¨²n Mauricio Brusadin, presidente del PV de S?o Paulo, "los 20 millones de votos recibidos inesperadamente por el partido hoy se han convertido en una gran frustraci¨®n para los que pretend¨ªan usar la fuerza pol¨ªtica de Marina Silva en las pr¨®ximas elecciones". Para ¨¦l, el PV "ha ido del cielo al infierno" y est¨¢ destinado "a pulverizarse".

Quiz¨¢s el error pol¨ªtico de Silva fue no haberse posicionado en la segunda vuelta de las presidenciales de 2010, ya que sus votos pod¨ªan haber decidido la elecci¨®n de uno de los dos candidatos en juego (Rousseff y el socialdem¨®crata Jos¨¦ Serra). Prefiri¨® su virginidad pol¨ªtica, su silencio, su no compromiso y los 20 millones de votos se dividieron entre los dos candidatos.

Gan¨® las elecciones el PT y fue elegida presidenta Rousseff, su antagonista. Sus seguidores se sintieron hu¨¦rfanos y hoy Silva quiere reconquistarlos lanzando un movimiento pol¨ªtico nacional que podr¨ªa desembocar en el futuro en un nuevo partido o ser absorbido por el sistema. Por lo pronto, su exadversaria en materia ecol¨®gica, Rousseff, ya se ha apoderado de la antigua bandera ambientalista de Silva, a quien convoc¨® para una reuni¨®n de exministros de Medio Ambiente para discutir avances en dicho campo.

Hay hasta quien presume, como el analista pol¨ªtico Reinaldo Azevedo, que Silva podr¨ªa volver al regazo materno del Partido de los Trabajadores. Lula, que sigue vivo en el partido y en el Gobierno, amigo de cuna de la pol¨ªtica, podr¨ªa abrirle los brazos y hasta pedirle volver con mayores poderes. El enigma, por el momento, est¨¢ en manos de las sibilas.

Mientras tanto, Silva acaba de sentenciar: "Estamos ante un desaf¨ªo enorme, el de hacer lo que exigimos a los dem¨¢s pol¨ªticos".