El barrio londinense de Tottenham vive una noche de disturbios raciales
Al menos 300 personas se concentran frente a una comisar¨ªa de polic¨ªa al norte de la ciudad en protesta por la muerte de un j¨®ven en un tiroteo con agentes
Un explosivo c¨®ctel de racismo social y policial exacerbado por un sentimiento de gueto, por la llegada la gran inmigraci¨®n de Europa del Este, por las dram¨¢ticas consecuencias de la crisis econ¨®mica y por las tensiones generadas por los recortes sociales estall¨® el s¨¢bado por la noche en Tottenham, un barrio del norte de Londres de marcada personalidad, convertido en mosaico de los problemas de las grandes urbes de Europa occidental.
Un conflicto con inconfundible aroma de banlieue parisina deriv¨® en los disturbios m¨¢s espectaculares que padece Londres desde que polic¨ªas y manifestantes se enfrentaron tambi¨¦n en Tottenham en 1985. Al igual que en Par¨ªs en 2005, el detonante ha sido la muerte de un presunto delincuente. Esta vez, un joven negro de 29 a?os, Mark Duggan, acribillado a balazos por la polic¨ªa el pasado jueves cuando iba a ser detenido. El s¨¢bado por la tarde, unos 300 vecinos se concentraron ante la comisar¨ªa central de la Polic¨ªa Metropolitana, en la calle mayor del barrio. Sin que nadie sepa muy bien ni c¨®mo ni por qu¨¦, la manifestaci¨®n acab¨® transform¨¢ndose en una revuelta violenta a partir de las ocho de la tarde.
Tottenham se transform¨® en una batalla campal de manifestantes contra polic¨ªas, pero tambi¨¦n de violentos contra todo: ardi¨® un autob¨²s, varios coches policiales y muchos comercios. En algunos casos, el fuego arras¨® edificios enteros. A mediod¨ªa de ayer, los bomberos a¨²n luchaban para apagar las brasas de una manzana de casas que hab¨ªan ardido durante la noche. Una veintena de polic¨ªas y al menos tres civiles fueron atendidos de heridas sin mayor gravedad y 40 personas fueron detenidas. Dos grandes interrogantes persist¨ªan ayer tarde: la inc¨®gnita de que pueda haber alg¨²n cad¨¢ver en los edificios en los que a¨²n no han podido entrar los bomberos y el temor de que esta noche se repitan los incidentes.
Padre de cuatro hijos, sus amigos defin¨ªan ayer a Mark Duggan como "un chaval que hab¨ªa hecho sus cosas, eso no se puede negar, pero que nunca fue violento". El problema es que los negros de Tottenham sienten que la polic¨ªa les considera a todos violentos hasta que se demuestra lo contrario. Se sienten perseguidos. "El otro d¨ªa vi c¨®mo la polic¨ªa deten¨ªa a un negro. Eran cuatro contra uno. ?Cuatro? ?No bastaba con dos?", se quejaba ayer Pascal.
Pascal es uno de los varios vecinos que ayer a media ma?ana debat¨ªan sobre los incidentes. Est¨¢n en la calle mayor, pasados los restos de un coche patrulla calcinado y justo antes de la barrera policial que impide llegar hasta la comisar¨ªa. "Es un problema de comunicaci¨®n" , proclama uno de los tertulianos. "Los manifestantes quer¨ªan explicaciones sobre la muerte de ese joven, pero nadie sali¨® a decirles ni media palabra", a?ade, entre la aprobaci¨®n general de los presentes.
El poder ha reaccionado condenando la violencia callejera, el pillaje y las agresiones a la polic¨ªa. Pero el diputado local, el laborista David Lammy, ha puesto tambi¨¦n el acento en los errores policiales y en el significado de un conflicto que, a su juicio, "no se puede comparar con el de 1985 porque entonces era entre polic¨ªas y manifestantes y hoy es un ataque a Tottenham, a su gente, a los tenderos, a las mujeres, a los ni?os, a los que ahora se han quedado sin casa".
Los vecinos se quejaban ayer de que gran parte del pillaje lo cometi¨® "gente de fuera". Twitter y las redes sociales expandieron de inmediato el relato de los disturbios "y enseguida vinieron j¨®venes de Hackney y de otros barrios para robar todo lo que pudieron", asegura otro vecino.
"Esto es solo el principio. Y no solo va a ser Tottenham. La gente ya est¨¢ harta", asegura Ras Yaw mientras contempla la batalla de los bomberos por apagar los rescoldos de los cuatro o cinco edificios consecutivos que han ardido por completo en Wilson's Avenue, esquina con Dowsett Road. Est¨¢ ante la parte trasera de los edificios. La fachada da a la calle mayor y desde la esquina se atisban los restos irreconocibles de un t¨ªpico autob¨²s londinense de dos pisos.
Junto al rasta de edad indefinible, la joven Linda transpira emociones confusas. Por un lado se declara "conmocionada y sorprendida" por lo que ha ocurrido en la zona, "porque es un barrio muy hermoso, con muy buena gente". Por otro lado, su relato sobre las condiciones de vida en Tottenham hace pensar que los disturbios estaban en la agenda del destino. "Me han pedido los papeles cuatro veces", se queja. Ras Yaw le quita pronto la palabra para hacer hincapi¨¦ en que la poblaci¨®n de Tottenham ha crecido much¨ªsimo con la llegada de miles de inmigrantes de Europa del Este "y ahora no hay trabajo, ni para ellos ni para la gente que ya estaba aqu¨ª", se lamenta.
Lize trabaja en una escuela primaria y se est¨¢ dando una vuelta en bicicleta para contemplar los destrozos. El s¨¢bado por la noche lleg¨® a casa a las dos de la ma?ana porque las calles estaban cortadas. "Lo peor es que han destruido las tiendas en las que compraba la gente m¨¢s pobre", se lamenta. "Esto es lo ¨²ltimo que le hac¨ªa falta a Tottenham", sentencia. Un comentario com¨²n al de muchos vecinos, que se lamentan de la mala fama que estos disturbios le van a traer a un barrio al que si algo le sobra es mala fama.
Una muerte a tiros, origen de la violencia
La pol¨¦mica muerte de un joven de 29 a?os y padre de cuatro hijos, Mark Duggan, est¨¢ en el origen de los disturbios de Tottenham. Duggan fue tiroteado en la calle Ferry Lane poco despu¨¦s de las seis de la tarde del jueves en una acci¨®n enmarcada en la llamada Operaci¨®n Tridente por la que Scotland Yard intenta acabar con el uso de armas de fuego en la comunidad afro-caribe?a. Desde el principio, la muerte de Duggan ha estado rodeada de pol¨¦mica, con versiones contradictorias sobre lo ocurrido. Unas versiones se?alan que Duggan, que viajaba en un taxi, dispar¨® a los agentes antes de que estos le abatieran. Otras versiones hablan del ajusticiamiento de un hombre que ya estaba en el suelo cuando le dispararon.
La llamada Comisi¨®n Independiente de Quejas de la Polic¨ªa (IPCC) abri¨® una investigaci¨®n, como suele ocurrir cuando alguien muere a manos de la polic¨ªa, pero todo tipo de rumores se dispararon a trav¨¦s de las redes sociales, contribuyendo a que subiera la temperatura en un barrio en el que, como en muchos otros, no faltan tensiones sociales y raciales. Seg¨²n la IPCC, la polic¨ªa dispar¨® dos tiros y un arma ilegal fue encontrada en el lugar de los hechos.
El s¨¢bado, a las cinco de la tarde, unas 300 personas se concentraron ante la comisar¨ªa de Tottenham tras acudir en manifestaci¨®n desde el complejo de viviendas de Broadwater Farm, pidiendo "justicia" para Duggan y su extensa familia. La polic¨ªa cierra High Road y desv¨ªa el tr¨¢fico.
A las 20.20 de la tarde empiezan a lanzarse botellas contra dos coches policiales aparcados cerca de la comisar¨ªa. Se extiende el rumor de que esos incidentes empezaron tras un altercado entre la polic¨ªa y una chica. Acuden polic¨ªas antidisturbios y aumenta la violencia de los manifestantes.
A las 20.45 los bomberos reciben la primera llamada. Acabar¨ªan atendiendo 49 incidentes de fuegos "primarios" en la zona de Tottenham y m¨¢s de 250 llamadas de emergencia.
A las 22.45 la violencia es ya generalizada y arde un autob¨²s de dos pisos en la calle mayor. Se conocen los primeros casos de pillaje en tiendas de cadenas nacionales como Vision Express, Boots, Argos y JD Sports. Los vecinos creen que muchos de los ladrones son j¨®venes de otros barrios que se han enterado de los disturbios a trav¨¦s de las redes sociales y quieren sacar partido. Los bomberos dan por controlados los incendios a partir de medianoche, pero muchos edificios siguen ardiendo durante la madrugada.
Hoy la polic¨ªa ha hecho un balance de 48 personas detenidas y 26 polic¨ªas heridos, ninguno de gravedad. Scotland Yard afirm¨® que "no hab¨ªa ning¨²n indicio de que la protesta pod¨ªa derivar en los niveles de criminalidad y des¨®rdenes violentos que vimos". "Creemos que algunos elementos, que no estaban implicados en la vigilia, aprovecharon la oportunidad para cometer des¨®rdenes y atacar f¨ªsicamente a los oficiales de la polic¨ªa, abusar verbalmente de los bomberos y destrozar veh¨ªculos y edificios", a?ade un comunicado de Scotland Yard.
En un comunicado posterior, la polic¨ªa londinense alert¨® de que hab¨ªa detectado en Internet la convocatoria de nuevos disturbios para esta noche del domingo.
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