Muere un joven en las protestas de la huelga general en Chile
Las marchas de la segunda jornada de paro dejan un centenar de detenidos
Un joven ha muerto esta ma?ana en Santiago de un disparo en las manifestaciones en contra del presidente Sebastian Pi?era. Las fuerzas de seguridad han confirmado que el menor, que ha sido golpeado al pecho mientras caminaba al lado de una barricada, ten¨ªa 14 a?os. Los medios locales identifican a la v¨ªctima como Manuel Gutierrez. "La muerte de cualquier ciudadano es una situaci¨®n muy grave", ha comentado Rodrigo Ubilla, vicesecretario del ministerio de Interior, quien ha elevado la edad del joven a 16 a?os.
En el segundo d¨ªa de huelga general convocada por el mayor sindicato de Chile, los trabajadores y estudiantes demostraron su fuerza en multitudinarias y pac¨ªficas marchas en todo el pa¨ªs, que solo al finalizar se volvieron violentas por culpa de v¨¢ndalos encapuchados. A diferencia de lo que ocurri¨® el mi¨¦rcoles, cuando el paro no logr¨® detener la actividad, aunque s¨ª el normal funcionamiento de las principales ciudades, ayer las manifestaciones demostraron al Gobierno que se equivoca al restarle importancia a la intensidad de la protesta y a los movimientos sociales que la convocan.
Al analizar la primera jornada de paro, La Moneda sostuvo que fue un d¨ªa "normal" y que la movilizaci¨®n liderada por la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) "fue un verdadero fracaso". Pero las cerca de 80 organizaciones que convocaron a la huelga general contestaron ayer en las calles con marchas que destacaron por su festividad. "Esta es la respuesta del pueblo de Chile a los que les niegan sus derechos, a los que no quieren conversar", se?al¨® el presidente de la CUT, el socialista Arturo Mart¨ªnez.
"Tenemos empleos que odiamos para comprar cosas que no necesitamos", se le¨ªa en el rostro de una mujer que marchaba por avenida Ricardo Cumming en Santiago, donde se movilizaron 300.000 personas seg¨²n la organizaci¨®n. Los trabajadores exigen al Gobierno una nueva Constituci¨®n, un nuevo c¨®digo del trabajo y, sobre todo, el desmoronamiento del modelo econ¨®mico vigente en este pa¨ªs desde la dictadura y que los Gobiernos de centro-izquierda no reformaron durante 20 a?os. Hoy en d¨ªa la econom¨ªa crece al 6,1%, pero Chile es el pa¨ªs con mayores desigualdades entre su poblaci¨®n en t¨¦rminos de ingresos, seg¨²n un informe de la Organizaci¨®n para la Cooperaci¨®n y el Desarrollo Econ¨®mico (OCDE).
Los trabajadores tambi¨¦n se manifestaron en apoyo de las movilizaciones estudiantiles que se prolongan ya por tres meses y que, entre otros objetivos, buscan la educaci¨®n gratuita para todos los ni?os y j¨®venes y el fin del lucro en el sistema.
La l¨ªder del movimiento, la estudiante de Geograf¨ªa de 23 a?os Camila Vallejos, encabez¨® una de las cuatro marchas que desde temprano arrancaron desde distintos puntos de Santiago y culminaron poco despu¨¦s del mediod¨ªa en Alameda, la avenida principal de la capital. "Mientras no haya respuestas a las demandas por parte del Ejecutivo, este movimiento sigue. Apoyamos las demandas de los trabajadores, porque la educaci¨®n es un problema social que involucra a nuestros padres y a todas las familias chilenas", se?al¨® entre cientos de manifestantes que la saludaban y le gritaban "¨ªdola".
Los trabajadores y estudiantes celebraron la amplia convocatoria de esta segunda jornada de paro nacional, el primero que enfrenta el presidente Sebasti¨¢n Pi?era sumido en una grave crisis de popularidad (tiene solo un 26% de respaldo, el m¨¢s bajo de un gobernante en las ¨²ltimas dos d¨¦cadas). El Gobierno, sin embargo, realiz¨® ayer un nuevo balance y reiter¨® la baja concurrencia de funcionarios a la protesta. La ministra de Trabajo, Evelyn Matthei, asegur¨® que solo un 9,1% se adhiri¨® a la huelga y se?al¨® que "es muy f¨¢cil llamar a un paro cuando son otros los que sufren".
El ministro de Econom¨ªa, Pablo Longueira, calific¨® la huelga general de "in¨²til e innecesario". Acto seguido, sin embargo, admiti¨® que si no pudiera pagar la educaci¨®n de sus hijos, "tambi¨¦n estar¨ªa marchando". Por ser uno de los l¨ªderes del oficialismo, sus declaraciones sorprendieron tanto a La Moneda como a la oposici¨®n.
El d¨ªa comenz¨® con graves disturbios durante la madrugada en diferentes ciudades de Chile. De acuerdo con la informaci¨®n entregada por el Gobierno, al menos 108 personas fueron detenidas y seis polic¨ªas resultaron heridos en las primeras horas de la jornada. Hubo bloqueos de las principales avenidas de Santiago, saqueos a tiendas y supermercados y barricadas. Las marchas ciudadanas, sin embargo, se desarrollaron pac¨ªficamente casi en su totalidad. De hecho, fueron los propios manifestantes quienes se enfrentaron a los encapuchados que al finalizar la protesta comenzaron a lanzarle piedras a la polic¨ªa y a encender fogatas en el centro de la capital chilena. Los pac¨ªficos no tuvieron ¨¦xito: cientos de v¨¢ndalos provocaron des¨®rdenes en Alameda e incluso intentaron quemar una iglesia.
Hasta ayer era una inc¨®gnita el respaldo que obtendr¨ªa finalmente la CUT en esta segunda jornada de paro general. El Gobierno, por una parte, se esmer¨® en dise?ar un completo plan de emergencia para que gran parte de la ciudadan¨ªa no notara los efectos de la huelga. Por otro lado, las organizaciones sindicales y los partidos pol¨ªticos de la oposici¨®n, que tambi¨¦n se sumaron a las manifestaciones, est¨¢n lejos de concitar la misma simpat¨ªa popular que los estudiantes. La Concertaci¨®n, de hecho, goza de menos apoyo que el Ejecutivo (17%). "Veinte a?os estuvieron en el Gobierno y ahora se les hincha el pecho y el coraz¨®n. Se vienen a re¨ªr del pueblo y no tienen una gota de socialistas", increp¨® un manifestante a los dirigentes del Partido Socialista presentes.
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