Humala gana respaldo en Per¨²
La popularidad del presidente mejora mientras se gana la confianza del sector empresarial Los sondeos le dan una aprobaci¨®n del 70% tras dos meses en el poder El mandatario es demasiado flexible con los productores de coca, seg¨²n sus cr¨ªticos
Ollanta Humala, presidente de Per¨², luce ahora m¨¢s s¨®lido y menos cuestionado que cuando fue elegido en una apretada segunda vuelta electoral sobre Keiko Fujimori. La luna de miel ¡ªas¨ª la califican los medios peruanos¡ª del mandatario ya va a entrar en el tercer mes. Aunque nadie olvida a¨²n que fue elegido en medio de grandes temores, y muchos electores votaron por ¨¦l como un mal menor, la popularidad del ex teniente coronel del Ej¨¦rcito ha crecido notoriamente desde que asumi¨® el Gobierno el 28 de julio.
Una reciente encuesta de Ipsos Apoyo, publicada por el diario El Comercio, le otorga una aprobaci¨®n del 65%. Otra, de la firma Datum, publicada por el portal Per¨².21, le da incluso m¨¢s: un 70%. En ambos casos, se trata de una ganancia de 10 puntos respecto a lo que las mismas encuestadoras registraron en agosto.
El dirigente de izquierdas ha pactado con el sector minero un impuesto para recaudar 2.200 millones m¨¢s al a?o
Varios analistas coinciden en se?alar que los primeros d¨ªas de Humala han sido positivos. El dirigente, que comenz¨® su carrera pol¨ªtica con un discurso de izquierda, lanz¨® un mensaje de moderaci¨®n durante los primeros d¨ªas en el poder, con la formaci¨®n de un Gobierno de centroizquierda, m¨¢s moderado. Adem¨¢s, ha entregado a tecn¨®cratas la conducci¨®n de la econom¨ªa para devolver la confianza a los inversores.
As¨ª, en poco tiempo ha logrado calmar en gran medida los miedos del sector empresarial, que se puso en guardia desde que se confirm¨® su pase a segunda vuelta y amenazaba con frenar sus inversiones, lo que habr¨ªa herido de muerte el actual dinamismo econ¨®mico del pa¨ªs.
Tambi¨¦n se ha apuntado un gran ¨¦xito en la negociaci¨®n con el sector minero (el principal exportador del pa¨ªs), con el que acord¨® un nuevo gravamen que le permitir¨¢ ingresos adicionales de 3.000 millones de d¨®lares (2.200 millones de euros) al a?o, seis veces m¨¢s de lo logrado por su antecesor, Alan Garc¨ªa. M¨¢s all¨¢ de lo que pueda pasar con la econom¨ªa mundial, Humala ya tiene dinero para poner en pr¨¢ctica su agresiva pol¨ªtica de asistencia social y lucha contra la pobreza.
Aciertos
El polit¨®logo Alberto Vergara se?ala dos acciones del nuevo Gobierno como sus principales aciertos: darle continuidad al equipo que lleva la disputa con Chile por la delimitaci¨®n de la frontera mar¨ªtima en la Corte Internacional de Justicia de La Haya y ¡°el mantenimiento de una pol¨ªtica econ¨®mica que en los ¨²ltimos diez a?os ha generado gran riqueza en Per¨²¡±.
Un 45% de los peruanos prefiere a un presidente que, como Humala, mantiene un "perfil bajo y no habla mucho¡±
Un tercer acierto, a juicio del mismo analista, es la actitud coherente del mandatario respecto a sus promesas de campa?a. ¡°Para sus bases ha cumplido un primer tramo de sus propuestas, como el aumento del salario m¨ªnimo y el impuesto sobre los beneficios del sector minero. A sus detractores les ha mostrado que, efectivamente, estaba dispuesto a mantener el modelo econ¨®mico¡±, destaca.
¡°Dos buenos primeros meses, pero a¨²n faltan 118¡±, ha comentado el periodista Augusto ?lvarez Rodrich en su columna del diario La Rep¨²blica. ¡°El presidente Ollanta Humala ha avanzado en el proceso de construcci¨®n de confianza con los sectores que votaron por ¨¦l y con los que no lo hicieron e, incluso, con los que realizaron muchos esfuerzos para demolerlo durante la campa?a¡±, explica.
El estilo de gobierno de Humala goza de buena aceptaci¨®n. Mucho menos dotado para la oratoria que su antecesor, el nuevo presidente evita la sobreexposici¨®n p¨²blica y se le ve inc¨®modo cuando tiene que hablar con los periodistas. No obstante, seg¨²n la encuesta de Datum, un 45% de los peruanos dice preferir a un presidente ¡°que prefiere mantener un perfil bajo y no habla mucho¡±.
¡°Tengo la impresi¨®n de que, por el momento, es un presidente m¨¢s humilde y realista que Alan Garc¨ªa y Alejandro Toledo¡±, opina Alberto Vergara. ¡°Parece ser consciente de sus limitaciones, de no ser un gran orador, de no tener grandes ideas, de ni siquiera ser un gran militar. Pero al ser consciente de esto se maneja con humildad, sin querer cambiar todo de ra¨ªz".
Alfredo Torres, presidente ejecutivo de Ipsos Apoyo, tambi¨¦n se?ala que Humala ¡°mantiene un estilo de comunicaci¨®n y de gesti¨®n que hace ¨¦nfasis en los temas sociales, que le permite conservar el apoyo de su electorado al tiempo que act¨²a con responsabilidad en el ¨¢mbito econ¨®mico¡±. Esta actitud le permite mantener el respaldo de los sectores menos favorecidos de la poblaci¨®n, a la vez que transmite calma a los sectores m¨¢s ricos.
Aprobaci¨®n entre los ricos
El sondeo de Ipsos Apoyo se?ala que en el sector socioecon¨®mico A ¡ª-el de mayores ingresos y el que m¨¢s resist¨ªa Humala antes de las elecciones¡ª la aprobaci¨®n del presidente llega al 62%.
No todo son elogios. Algunos cr¨ªticos, como el exministro de Interior y analista pol¨ªtico Fernando Rospigliosi, cuestionan ciertos gestos que se pueden interpretar como de flexibilidad en la pol¨ªtica de lucha contra el narcotr¨¢fico, y en especial con los productores de coca. Es el caso del nombramiento de Ricardo Sober¨®n, un hombre con buena aceptaci¨®n entre los cocaleros, como jefe de Devida, la agencia antidrogas del Gobierno.
Per¨² ya el primer exportador y productor de coca¨ªna del mundo y, aunque el discurso oficial del Gobierno es que se continuar¨¢ con la pol¨ªtica de erradicaci¨®n de cultivos de coca, Rospigliosi sostiene que en la realidad el Gobierno ha resuelto ceder ante los cocaleros.
Por ahora, el viento parece soplar a favor del nuevo presidente. Pero, como enfatiza en su columna Agusto ?lvarez Rodrich, a¨²n quedan 118 meses de mandato. Para mantener una alta aceptaci¨®n, Humala deber¨¢ lograr ¨¦xitos en sus programas sociales y controlar la inseguridad ciudadana creciente. Tambi¨¦n deber¨¢ mantener a raya la crisis econ¨®mica global para poder mantener los niveles de crecimiento del pa¨ªs en ritmos del 6%, necesarios para seguir reduciendo la pobreza.
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