Las huelgas paralizan los hospitales de varias provincias de Argentina
El pa¨ªs ha logrado bajar la mortalidad infantil, pero las carencias de la sanidad p¨²blica fomentan las protestas de los profesionales de la salud
La presidenta de Argentina, Cristina Fern¨¢ndez de Kirchner, puede destacar que desde que su marido, N¨¦stor Kirchner, lleg¨® al poder en 2003, la tasa de mortalidad infantil, una de las variables clave para evaluar un sistema nacional de sanidad, ha bajado en Argentina. El pa¨ªs ten¨ªa en 2003 un ¨ªndice de 16,16 beb¨¦s menores de un a?o muertos por cada 1.000 nacidos vivos, una tasa demasiado alta para el nivel de renta per c¨¢pita de esta naci¨®n y que era fruto de la crisis econ¨®mica de 2001-2002. La tasa era superior a las de Jamaica o Panam¨¢. En 2011, sin embargo, ha bajado hasta 10,81, casi igual que Uruguay. Sin embargo, el sistema de sanidad p¨²blica, que depende de las provincias y de la capital, a¨²n evidencia numerosas carencias.
Es habitual que los m¨¦dicos, enfermeros y el resto de la plantilla de los hospitales convoquen huelgas para demandar subidas salariales, incorporaci¨®n de nuevos profesionales, mejoras en los equipos y aprovisionamiento de materias primas y f¨¢rmacos. Este mi¨¦rcoles el personal de uno de los hospitales pedi¨¢tricos de Buenos Aires paraliz¨® sus actividades por decimosexta vez en el a?o. En la provincia de C¨®rdoba todos los hospitales llevan cinco semanas de huelga. En Misiones (noreste de Argentina) se planea una medida de fuerza para el jueves y viernes pr¨®ximos. Tambi¨¦n ha habido huelgas este mes en nosocomios de las provincias sure?as de Chubut y Neuqu¨¦n y en la norte?a Salta. Tambi¨¦n en Santa Fe pesa la amenaza. Las interrupciones en los servicios sanitarios p¨²blicos de Argentina no discriminan por color pol¨ªtico de los gobernantes.
En este pa¨ªs sudamericano las contribuciones de los trabajadores a la seguridad social no van a parar a los hospitales p¨²blicos, como en Espa?a, sino que van a las obras sociales (mutuas) sindicales, que tienen sus propias cl¨ªnicas y que desde la d¨¦cada de los noventa, tiempo de liberalizaci¨®n econ¨®mica, han sellado acuerdos de asociaci¨®n con empresas privadas de salud. Los hospitales p¨²blicos en Argentina se financian con impuestos y a ellos acuden los parados (7,2%, seg¨²n las cuestionadas estad¨ªsticas oficiales) y los empleados de la econom¨ªa sumergida (34,5%).
En los primeros gobiernos de Juan Domingo Per¨®n (1946-1955) se expandieron las mutuas sindicales, pero tambi¨¦n se construyeron m¨¢s hospitales nacionales. Para la d¨¦cada de los setenta, tiempos en que Argentina ten¨ªa una baja tasa de paro (alrededor del 4%), casi todos los argentinos ten¨ªan acceso a la cobertura de salud, sobre todo a trav¨¦s de las 300 obras sociales gremiales. En la dictadura de Juan Carlos Ongan¨ªa (1966-1970), el Estado argentino transfiri¨® los hospitales a provincias y municipios. Esta decisi¨®n y el hecho de que algunas veces los trabajadores de la econom¨ªa formal a¨²n acuden a los hospitales p¨²blicos, sin compensaci¨®n alguna por parte de las mutuas, han da?ado las finanzas de los nosocomios y han sellado su ¡°decadencia en los ¨²ltimos 50 a?os¡±, seg¨²n Aldo Neri, ex ministro de Sanidad argentino.
¡°El Gobierno de Carlos Menem (1989-1999) acentu¨® todo esto porque meti¨® la l¨®gica de mercado en la salud, y eso contin¨²a hasta hoy¡±, a?ade Neri. Tambi¨¦n en los noventa comenz¨® a subir el paro, con lo que m¨¢s personas debieron recurrir a los hospitales p¨²blicos. En la crisis argentina de 2002 los nosocomios se abarrotaron porque el desempleo lleg¨® al 21%. Desde entonces la situaci¨®n socioecon¨®mica ha mejorado, pero la econom¨ªa sumergida contin¨²a siendo alta.
¡°El hospital argentino es para los pobres¡±, comenta Neri. ¡°Los pacientes aspiran a tener obra social y, si es posible, medicina privada. Los profesionales, de todos modos, atienden en mutuas, cl¨ªnicas privadas, pero tambi¨¦n en hospitales porque ¨¦stos dan prestigio. Hasta los setenta, la alta tecnolog¨ªa estaba en los hospitales, pero hoy est¨¢ en el sector privado. Existen algunos hospitales con excelentes servicios de alta complejidad, pero son algunos¡±, aclara este m¨¦dico sanitarista.
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