Viaje a la c¨¢rcel m¨¢s cara del mundo
La c¨¢rcel de Guant¨¢namo alberga a 171 prisioneros sospechosos de terrorismo: cada uno cuesta a los contribuyentes de Estados Unidos 587.000 euros al a?o
La prisi¨®n de Guant¨¢namo no es solo un dolor de cabeza diplom¨¢tico y pol¨ªtico para la Administraci¨®n de Barack Obama. Seg¨²n la Casa Blanca es, tambi¨¦n, un agujero de dinero. Este centro de detenci¨®n preventiva, en su gran mayor¨ªa vac¨ªo, alberga a 171 prisioneros. Cada uno le cuesta a los contribuyentes norteamericanos 800.000 d¨®lares (600.000 euros) al a?o. En total, mantener a esos supuestos terroristas aqu¨ª, de forma indefinida, le supone a Estados Unidos 137 millones de d¨®lares de sus presupuestos anuales, una cifra nada desde?able en un contexto en el que el Congreso, en Washington, est¨¢ buscando recortar 1,5 billones de d¨®lares en el gasto p¨²blico. A fecha de hoy, esta es la prisi¨®n m¨¢s cara del mundo.
En los casi 10 a?os que esta c¨¢rcel lleva abierta en la base militar adosada a la isla de Cuba, el Pent¨¢gono se ha empe?ado con esmero en lavar la imagen de centro de abusos y torturas a sospechosos retenidos eternamente. La mayor¨ªa de los 779 detenidos que se agolparon en su punto m¨¢ximo en estas celdas han sido ya transferidos a otros pa¨ªses (cinco de ellos a Espa?a) o puestos en libertad. Algunos por pura necesidad. A¨²n se recuerda en esta prisi¨®n a un reo apodado?Bob Media Cabeza, un preso que hab¨ªa sido herido de gravedad en el campo de batalla y que a todos los efectos pr¨¢cticos ten¨ªa la edad mental de un beb¨¦.
O el c¨¦lebre?Al Qaeda Claus, al que algunos soldados bautizaron as¨ª por su larga barba blanca. Ten¨ªa m¨¢s de 100 a?os, algo que hace dudar de que cuando fue capturado en Afganist¨¢n fuera una amenaza muy cre¨ªble contra EE UU. Bill el Loco estuvo encarcelado unos pocos meses. Cuando lleg¨® aqu¨ª comenz¨® a beberse su orina y a comerse sus heces. Pronto se le diagnostic¨® demencia. Esos casos y muchos otros, de equ¨ªvocos e interpretaciones muy laxas de las leyes internacionales que rigen la guerra, quedaron al descubierto en abril, gracias a la publicaci¨®n por parte de EL PA?S y otros medios internacionales de los documentos secretos de Guant¨¢namo, facilitados por el portal Wikileaks.
Y aunque el Ej¨¦rcito norteamericano se empe?e en demostrar lo adecuado que es ahora el trato a estos presos, a escasos metros de aqu¨ª resiste todav¨ªa Camp X-Ray, c¨¢rcel de infausta memoria. Es cierto: a d¨ªa de hoy es m¨¢s un museo, los vestigios de una prisi¨®n inhumana al aire libre que los soldados emplean para demostrar cu¨¢nto han mejorado. Solo estuvo abierta 90 d¨ªas en 2002. Pero fueron 90 d¨ªas de im¨¢genes que dieron la vuelta al mundo, y no por buenos motivos.
El 6 de enero de 2002 el entonces secretario de Defensa Donald Rumsfeld, arquitecto de esta catedral de las prisiones, le orden¨® al general de brigada Michael Lehnert que construyera un centro de m¨¢xima seguridad dentro de la base naval de Guant¨¢namo. Le dio un plazo de 96 horas. En cinco d¨ªas llegar¨ªan los primeros 20 prisioneros, sospechosos de ser terroristas de Al Qaeda en Afganist¨¢n. Con lo que ten¨ªa, Lehnert construy¨® Camp X-Ray. Y le sobraron d¨ªas. Es una perrera, no hay otra forma de describirlo: alhambrada, celdas de hormig¨®n al aire libre, rejas, metal y cemento.
Aqu¨ª se agolpaban en 2002 los presos, maniatados, arrodillados, con los ojos y los o¨ªdos tapados, totalmente privados de sus sentidos, sin saber d¨®nde se hallaban. Luc¨ªan ¡ªy algunos a¨²n lucen¡ª monos de color naranja porque en muchos pa¨ªses ¨¢rabes ese es el color de los condenados a muerte. Es intimidaci¨®n por atuendo.
Ahora, quienes visitan esta base y esta prisi¨®n de apariencia impoluta, se encuentran de bruces con un nuevo lema oficial: ¡°Segura, humanitaria, legal, transparente¡±. Lo que antes se conoc¨ªa como Camp Delta, la prisi¨®n de uso general, est¨¢ ahora dividido en seis c¨¢rceles diferentes. Tres de ellas est¨¢n vac¨ªas, pero se mantienen operativas. Camp 4 alberga a los presos de buena conducta. Se les identifica porque van vestidos de blanco. Se les ve jugando, a menudo, a f¨²tbol en su patio exterior. Camp 5 es la c¨¢rcel de m¨¢xima seguridad. All¨ª se encuentran, aislados y vestidos con monos de color naranja, los presos m¨¢s peligrosos, como el supuesto ide¨®logo de los atentados contra Washington y Nueva York de 2001, Khaled Sheikh Mohammed.
En total, 1.300 personas trabajan en este complejo carcelario. No son solo soldados. Tambi¨¦n hay int¨¦rpretes, cocineros, asesores culturales y psiquiatras. Los soldados controlan a los presos cada tres minutos, como m¨ªnimo. A aquellos que se encuentran aislados en Camp 5 se les controla cada 30 segundos. El sueldo medio de un oficial de la Marina asignado aqu¨ª a Guant¨¢namo es de unos 2.900 d¨®lares. Estas tropas cobran el mismo complemento de peligrosidad que sus compa?eros reciben en el frente de guerra afgano, donde, a diferencia de aqu¨ª en Cuba, s¨ª que hay ataques mortales con frecuencia.
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