El control del p¨¢nico en el Costa Concordia

Se estima que un barco de pasajeros tiene que estar evacuado totalmente en unos 20 minutos, las tripulaciones internacionales deben ser entrenadas para organizar la emergencia en tiempo r¨¦cord, teniendo en cuenta variables importantes como el mal tiempo, el oleaje, los movimientos del barco, y otras situaciones que hacen m¨¢s compleja la evacuaci¨®n como pueden ser los distintos idiomas de los pasajeros, las edades, ni?os y ancianos, o pasaje con alguna discapacidad. Pero, sobre todo, tienen que estar entrenados para dos situaciones que agravan habitualmente los accidentes: el p¨¢nico de las personas y una posible escora o inclinaci¨®n del buque.

Las inc¨®gnitas de lo que pas¨® en el Costa Concordia son, en estos momentos, muy numerosas: ?fue un error humano? Todo apunta a que s¨ª; ?por qu¨¦ no llevaba el rumbo planificado?; ?estaban los bajos y rocas se?alados en las cartas n¨¢uticas?; ?se quedaros sin sistema el¨¦ctrico antes o despu¨¦s de encallar?.. Y muchas otras que iremos descubriendo gracias a la investigaci¨®n de las causas. Pero sobre los acontecimientos ocurridos durante la evacuaci¨®n, no s¨¦ si alguna vez llegaremos a comprender estos otros porqu¨¦s.

Efectivamente nos encontramos una vez m¨¢s ante unos pasajeros ¡°muertos de miedo¡±, es decir, en estado de p¨¢nico. No era para menos, y las noticias que leemos sobre la respuesta de la tripulaci¨®n a esta situaci¨®n son, una vez m¨¢s, desastrosas, no hemos aprendido nada de la experiencia, tantas veces repetida. Estos d¨ªas nos acordamos de tragedias como el Tit¨¢nic, con tantos muertos y tan bien documentada; el Herald of Free Enterprise, en el mar del Norte en 1987 con 188 muertos, el buque volc¨® en aguas poco profundas, exactamente igual que el Costa Concordia, eso s¨ª, con mucha peor suerte; el Estonia en el B¨¢ltico en 1994, con m¨¢s de 800 muertos, tambi¨¦n volc¨® y el p¨¢nico se convirti¨® en el peor enemigo; o el Scandinavian Star en 1990, en el que 155 personas murieron, en esta ocasi¨®n los mensajes de emergencia de daban en dan¨¦s y en noruego, cuando solo una peque?a parte de los pasajeros conoc¨ªan este idioma.

Es imposible evacuar un barco de 4.000 personas en estas condiciones

?Qu¨¦ hemos aprendido de tanta desgracia? Ayer, en el Costa Concordia, no se sabe en qu¨¦ idioma se dieron los mensajes de evacuaci¨®n, pero los testigos dicen que no eran claros y, sobre todo, muchos de ellos pensaban que no les estaban diciendo la verdad, es imposible evacuar un barco de 4.000 personas en estas condiciones. Por supuesto tambi¨¦n se constata la nula formaci¨®n de la tripulaci¨®n para enfrentarse a personas con p¨¢nico, m¨¢s bien parece que este se apoder¨® de todos, incluidos los tripulantes y oficiales (estos abandonaron el barco antes que muchos pasajeros).

Si profundizamos en las dificultades de esta tarea tan compleja, nos vamos a encontrar con personas mayores que no obedecen f¨¢cilmente las ¨®rdenes de evacuaci¨®n, ni?os con miedo que tienden a esconderse debajo de las camas o dentro de los armarios en sus camarotes, madres y padres que vuelven a los camarotes (en contra de las ordenes de la tripulaci¨®n) en busca de sus hijos, padres que se niegan a subir a los botes salvavidas hasta que no se han reunido con sus familias, o personas que han bebido m¨¢s de la cuenta, mareados, o simplemente aterrados, hasta el punto de tener que golpearles duramente en las manos y nudillos para que se suelten de la columna o escalera a la que se han aferrado.

Claro que Dante describir¨ªa muy bien este escenario, pero nuestra preocupaci¨®n es otra: qu¨¦ estamos haciendo para poder controlar estas variables, qu¨¦ medidas y barreras se est¨¢n poniendo detr¨¢s de cada tragedia mar¨ªtima. Se insiste una y otra vez en la preparaci¨®n de las tripulaciones, pero en el Costa Concordia no parece que la inversi¨®n en este cap¨ªtulo sea muy grande o efectiva. Hablamos de un buque de 500 millones de euros, con varios spas, discotecas, restaurantes de lujos, piscinas, cines y mucho m¨¢s¡­ Ahora bien, los simulacros de emergencia parec¨ªa que todav¨ªa no se hab¨ªan realizado en este trayecto.

Otra variable, que puede aparecer para complicarlo todo m¨¢s, es la zozobra o inclinaci¨®n del barco, todo se cae, cosas y personas, es dif¨ªcil hasta caminar, te desorientas, y arriar los botes y subir a ellos se convierte en una tarea de enorme riesgo. Para poder enfrenarse a esta posibilidad, las tripulaciones se entrenan en centros internacionales de formaci¨®n mar¨ªtima (Holanda, Australia, Canad¨¢, Inglaterra¡­) en distintas partes del mundo, que cuentan con instalaciones que simulan un barco de pasajeros con distintos grados de inclinaci¨®n, y tienen que resolver varios ejercicios de evacuaci¨®n en condiciones muy dif¨ªciles.

M¨¢s de dos horas emple¨® la evacuaci¨®n del barco, en aguas tranquilas y frente a la costa

Todos nos preguntamos, escuchando a pasajeros y tripulantes, si en el Costa Concordia, despu¨¦s de la enorme inversi¨®n en piscinas y spas, hab¨ªa quedado alg¨²n remanente para enviar a sus tripulaciones a formarse en estos centros de entrenamiento en ¡°control del p¨¢nico¡± o en evacuaciones con ¡°grandes escoras¡±.

M¨¢s de dos horas emple¨® la evacuaci¨®n de este barco, en aguas tranquilas y frente a la costa. Uno de los barcos m¨¢s modernos del mundo, y m¨¢s caro y m¨¢s lujoso. La seguridad se le supone, nadie pregunta por ella cuando compra un pasaje, pero al final siempre nos queda la Virgen del Carmen o el azar. Fueron cuatro muertos o seis, pero podr¨ªan haber sido 400 o 600.

Cuando se miran las prioridades en formaci¨®n de las compa?¨ªas navieras, no suele aparecer este tipo de entrenamientos los primeros de la lista, escudados en la eterna disculpa de la hipot¨¦tica y lejan¨ªsima probabilidad de una evacuaci¨®n. Sin duda su valoraci¨®n de los riesgos no es t¨¦cnica sino ¨²nicamente de econom¨ªa de ruleta rusa. Cuando vemos en las prioridades de la I+D que plantea la UE y los distintos pa¨ªses que ¨²nicamente se refleja la inversi¨®n en modernas y muchas veces innecesarias tecnolog¨ªas, ?nos vendr¨¢n a la cabeza las personas que viajaban en el Costa Concordia y todas aquellas que perdieron la vida en un viaje en barco?

Como an¨¦cdota, para la botadura del Costa Concordia, en 2006 se contrat¨® a la modelo Eva Herzigova. Ignoramos su cach¨¦, pero no debi¨® suplir las carencias se?aladas en la formaci¨®n o quiz¨¢ sobreestimaron el beneficio obtenido con dicha madrina: la botella de champ¨¢n arrojada contra el casco no se rompi¨®.

Baltasar Gil de Egea es director del Instituto ESM de Investigaci¨®n en Seguridad y Factores Humanos.