El combustible del ¡®Costa Concordia¡¯ amenaza Toscana
El Gobierno italiano advierte del peligro de desastre ecol¨®gico tras el naufragio Las acciones de la naviera se desploman un 23% en la Bolsa de Londres
![El Costa Concordia, visto desde el espacio.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/VLCLIEYDABAUTXXZGKWJZYFVKY.jpg?auth=409c6c28b9c4f87253bb67db58a1fa4de144760191c31d0107866a0ae0d363c8&width=414)
Durante dos d¨ªas con sus noches, la nave ha permanecido quieta junto a la isla de Giglio, tumbada sobre estribor, con la quilla rota al aire, dejando que los rescatistas intentaran remediar en parte la necedad ¡ªcada vez menos presunta¡ª del capit¨¢n Francesco Schettino, quien la noche del viernes acerc¨® la nave Costa Concordia a tierra para que su jefe de comedor pudiera saludar a la familia. Pero con el lunes lleg¨® el mal tiempo y el mar, hasta entonces en calma, empez¨® a batir el casco. Sobre las olas aparecieron entonces las primeras manchas del carburante ¡ª2.400 toneladas¡ª almacenado en los dep¨®sitos del barco. La tragedia humana ¡ªonce muertos y una cifra todav¨ªa sin aclarar de desaparecidos¡ª est¨¢ a punto de derivar en un desastre ecol¨®gico para las costas de la Toscana. Sin olvidar las consecuencias econ¨®micas que ya empieza a sufrir la compa?¨ªa Costa Cruceros ¡ªcuyas acciones cayeron un 23% en la Bolsa de Londres¡ª y, por contagio, un sector hasta ahora en alza.
Y todo ¡ªla vida, el mar, la salud econ¨®mica de una empresa con 24.000 empleados en n¨®mina¡ª por una simple ¡°bravata¡±, por utilizar la palabra que m¨¢s emplean los medios italianos. Un mensaje colgado en Facebook ha terminado de confirmar lo que los vecinos de la isla de Giglio ya dieron por sentado desde el primer momento. Fue una necedad del capit¨¢n. Las consecuencias dram¨¢ticas de una costumbre est¨²pida. A las 21,08 del viernes, Patrizia Tivoli, la hermana de Antonello, el jefe de comedor del Costa Concordia, envi¨® un mensaje a sus amigos de Facebook: ¡°Dentro de poco pasar¨¢ cerca cerca la Concordia. Un saludo grande a mi hermano que en Savona finalmente desembarcar¨¢ para tomar unas vacaciones¡±. Seg¨²n la reconstrucci¨®n del fiscal que investiga el naufragio, el tal Antonello subi¨® al puente de mando para recibir el regalo del capit¨¢n ¡ªpasar pegado a su isla¡ª, e incluso lleg¨® a preocuparse por la magnitud del obsequio. ¡°?Cuidado!¡±, lleg¨® a exclamar, ¡°que estamos demasiado cerca¡±. Unos minutos m¨¢s tarde, a las 21,35, una ciudad flotante de 17 pisos y 4.200 personas a bordo encallaba con una zona de rocas bien conocida por los isle?os, Le Scole.
No se puede conducir un crucero como si fuera un vaporetto¡±, afirm¨® el ministro de Medio Ambiente italiano
Las redes sociales y los tel¨¦fonos m¨®viles ¡ªpr¨¢cticamente ya todos con c¨¢maras incorporadas¡ª han reducido al m¨¢ximo el territorio de los secretos. El resultado es que la naviera, sin esperar siquiera al informe del fiscal, ya ha emitido sentencia: ¡°Un grave error del capit¨¢n¡±. Schettino, de 52 a?os y 30 de experiencia, fue arrestado la ma?ana del s¨¢bado y acusado de ¡°homicidio culposo m¨²ltiple, naufragio y abandono de la nave¡±. Su abogado dice que est¨¢ muy afectado por las muertes, pero confortado a su vez por haber mantenido ¡°la lucidez necesaria¡± para conducir la nave a una zona de poca profundidad y haber salvado ¡°muchas vidas¡±. Son formas de verlo. Lo cierto es que los testimonios se amontonan en su contra. Ya circulan grabaciones donde se puede o¨ªr su voz dirigi¨¦ndose a los pasajeros, tranquiliz¨¢ndolos, atribuyendo el fuerte golpe, los apagones de luz, a ¡°problemas t¨¦cnicos que se subsanar¨¢n en breve¡±. Dicho lo cual, abandon¨® el barco¡
![Vista del crucero hundido.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/ZPU2ALLEPGL23H7M46S3CGO5MA.jpg?auth=9ddc3a3cf3389e8083d0d2f73c9621b1a3c4c51a66c522c0a17848e35eaf7c1e&width=414)
Un buque que, la tarde del lunes, empez¨® a desprender lo que parece combustible. Los primeros en advertirlo fueron los pilotos de los helic¨®pteros de salvamento adscritos a la capitan¨ªa de Livorno. Dieron la voz de alarma. Alrededor del Costa Concordia, los servicios de emergencia ambiental empezaron a desplegar una barrera de paneles para intentar frenar una posible marea negra. El ministro de Medio Ambiente, Corrano Clini, advirti¨® enseguida: ¡°El riesgo ambiental para la isla de Giglio es alt¨ªsimo. El objetivo es evitar que el carburante salga de la nave. Estamos trabajando en ello. La amenaza es real, porque 2.400 toneladas de carburante no son f¨¢ciles de gestionar¡±. El ministro a?adi¨® que el Consejo de Ministros declarar¨¢ zona de emergencia el ¨¢rea afectada. No obstante, quiso curarse en salud: ¡°Hemos sabido que empiezan a haber hilillos de material l¨ªquido: no sabemos si estos son de carburante ¡ªlo que querr¨ªa decir que existe un problema en el dep¨®sito¡ª o si se trata de otros l¨ªquidos que est¨¢n presentes en la nave¡±.
Unas horas antes, Pier Luigi Foschi, el presidente de Costa Cruceros, compareci¨® en G¨¦nova para admitir que a¨²n no saben qu¨¦ har¨¢n con el barco una vez que se concluya la b¨²squeda de los desaparecidos ¡ªque ayer tuvo que interrumpirse por el mal tiempo¡ª y la extracci¨®n del combustible. Ninguna de las opciones que se barajan parecen f¨¢ciles. El caso es que la naviera ya ha perdido 93 millones de d¨®lares en efectivo y muchos m¨¢s en credibilidad. La bravata del capit¨¢n, seguida del p¨¢nico de 4.000 personas, han acertado en la l¨ªnea de flotaci¨®n de un negocio emergente. Como se atrevi¨® a decir el mism¨ªsimo ministro de Medio Ambiente, ¡°no se puede conducir un crucero como si fuera un vaporetto¡±.
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